Las tareas de Esteve en Farmaindustria

A pocos días de la Asamblea, prevista para el martes 24 de octubre, el nuevo presidente de Farmaindustria parece estar más que perfilado. Finalmente, Antoni Esteve, número uno de la farmacéutica más antigua de España Laboratorios Esteve, encabezará el consejo de la patronal con Jesús Acebillo (Novartis) y Jordi Gallardo (Almirall-Prodesdesfarma) como vicepresidentes. Atrás quedan las recientes reticencias internas por el hecho de que los siguientes dos años estuvieran regidos por un laboratorio catalán.

La patronal de las farmacéuticas ha sido todo un volcán en erupción en los últimos tiempos. Las directrices de Emilio Moraleda, más encaminadas a los intereses de su Pfizer que al general del sector, levantaron ampollas entre los miembros de la industria y principalmente en la nacional. En Farmaindustria, por supuesto, le quitan toda importancia. Sin embargo reconocen que cada presidencia tiene sus prioridades, “por ejemplo, Esteve está ‘obsesionado’ con la I+D”, comentan a este diario.

El ambiente no es tan pacífico y los precedentes hablan por sí solos. Glaxo Smithkline salió de la organización en 2002 por discrepancias en el reparto de responsabilidades. La representación es paritaria desde 2000 entre laboratorios españoles y extranjeros y se renueva cada dos años, pero Glaxo defendía que se correspondiera con la cuota de mercado que posee cada compañía.

Debido a estas tensiones, existen cargos que pueden cambiar. Pese al intento de establecer una dirección general, hoy en manos de Humberto Arnés, de carácter administrativo y no político, nada asegura que Esteve quiera seguir contando con sus servicios. Arnés, aunque hábil en las relaciones públicas, no controla como quisiera algunos flecos como los medios de comunicación, objetivo para el que hace tandem con su dircom Julián Zabala.

La tarea de Antoni Esteve al frente de Farmaindustria no va a ser un camino de rosas. De 48 años de edad, segunda generación en su compañía y una experiencia que ha de ser suficiente para recuperar el liderazgo de un colectivo que se encuentra dividido.

Al margen de problemas internos y una vez aprobada la Ley del Medicamento, queda por delante la negociación con Sanidad del desarrollo del sistema de precios de referencia, “para que, por lo menos, no sea más lesivo para el sector de lo que ya es el texto de la ley”, apuntan en la patronal, y, por otra parte, la protección de las patentes, tema por el que la industria farmacéutica ya anunció que llenaría de casos los tribunales.