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Los laboratorios temen que España se convierta en el ‘top manta’ de los fármacos genéricos
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Los laboratorios temen que España se convierta en el ‘top manta’ de los fármacos genéricos

A la industria farmacéutica española le “asusta el futuro”. Así lo manifestaba a este diario Antoni Esteve, vicepresidente de Farmaindustria al término de la presentación de

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Los laboratorios temen que España se convierta en el ‘top manta’ de los fármacos genéricos

A la industria farmacéutica española le “asusta el futuro”. Así lo manifestaba a este diario Antoni Esteve, vicepresidente de Farmaindustria al término de la presentación de la jornada sobre ‘patentes de medicamentos e innovación’. Acto, por otra parte, que acabó convirtiéndose en un nuevo ataque a los genéricos por perjudicar un mercado en el que la protección de la propiedad industrial continúa sin homologarse a la existente en el resto de la UE de los Quince.

“España puede convertirse en el top-manta de Europa de los genéricos”, sentenció Jesús Acebillo, también vicepresidente de la patronal farmacéutica. “Nuestro país será la puerta de entrada de estos fármacos en Europa. Entrarán con cuatro o cinco años de antelación, bajarán los precios y distorsionarán la política de precios del resto de Europa”. Además, las consecuencias de que no cambie la legislación sobre protección de patentes hace que la industria se vaya a otros países y de que el sector farmacéutico deje de ser el motor de la innovación en I+D en España.

Deslocalización y pérdidas son los problemas que tendrán que hacer frente los laboratorios nacionales e internacionales que operan en España. En Farmaindustria eluden poner ejemplos concretos pero “problemas tenemos todos”, asegura Esteve, y “nos asusta el futuro”. “La innovación va sólo donde se la protege”, apuntó Acebillo, “los países desarrollados son aquellos donde la protección industrial es alta y un ejemplo es el cambio que se ha producido en China e India en el último año y medio en el que se han convertido en receptores de inversión a nivel mundial”.

Vieja reivindicación

La reivindicación de armonización de protección industrial en el sector viene de lejos. Concretamente desde el Tratado de Adhesión a la UE en 1986, en el que se fijaba un periodo transitorio en materia de patentes, admitiendo la patente de producto sólo a partir de 1992.

Como consecuencia, y hasta 2012, algunos medicamentos gozan de protección en la UE y no en España, lo que hace que los genéricos se introduzcan en el mercado español con años de antelación en relación con otros países. Es decir, han aparecido antes de alcanzar el mismo grado de protección de patentes que existe, por ejemplo, en Alemania o en el Reino Unido.

Emilio Moraleda, presidente de Farmaindustria, asegura que aproximadamente el 15% del volumen industrial farmacéutico se ve afectado. Además, el sector de los laboratorios supone alrededor del 20% de toda la I+D de las empresas industriales españolas “y queremos que siga así”.

Proceso de judicialización

Esta situación ha querido subsanarse mediante enmiendas a la Ley del Medicamento que actualmente se tramita en el Senado. A pesar de los esfuerzos, no ha habido acuerdo con grupo político alguno. Por ello, los laboratorios vaticinan un inevitable proceso de judicialización por el que las farmacéuticas reivindiquen su derecho a la propiedad industrial.

Un proceso avalado por la sentencia favorable del Juzgado de Primera Instancia 17 de Madrid, con motivo de un pleito que entabló una compañía de genéricos contra Pfizer porque la primera entendía que las patentes discutidas, que fueron solicitadas en 1990, no podían surtir efecto en España a causa de la vigencia de la reserva de patentabilidad, en vigor hasta octubre de 1992. Las farmacéuticas consideran que tienen todas las de ganar.

A la industria farmacéutica española le “asusta el futuro”. Así lo manifestaba a este diario Antoni Esteve, vicepresidente de Farmaindustria al término de la presentación de la jornada sobre ‘patentes de medicamentos e innovación’. Acto, por otra parte, que acabó convirtiéndose en un nuevo ataque a los genéricos por perjudicar un mercado en el que la protección de la propiedad industrial continúa sin homologarse a la existente en el resto de la UE de los Quince.