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Los bancos españoles siguen encadenados al riesgo soberano
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LA VINCULACIÓN AL CDS DE ESPAÑA ES ABSOLUTA

Los bancos españoles siguen encadenados al riesgo soberano

La clave de la crisis de deuda descansa en el círculo vicioso que existe entre los bancos y el Estado, y que todavía no se ha

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Los bancos españoles siguen encadenados al riesgo soberano

La clave de la crisis de deuda descansa en el círculo vicioso que existe entre los bancos y el Estado, y que todavía no se ha podido romper. Da igual los esfuerzos que hagan las entidades o lo saneadas que estén, al final, lo que cuenta es el riesgo soberano. El mantra que se ha repetido hasta la saciedad de que ‘se están viendo penalizadas por la marca España’ es una realidad, y prueba de ello es lo íntimamente ligados que están los seguros frente al impago (CDS) de los bancos con los del Reino de España.

Desde que estalló definitivamente la crisis financiera en agosto de 2007, la evolución del riesgo de los bancos y de la deuda española ha ido en paralelo. Así, mientras a cierre del miércoles los CDS a 5 años del país se pagaban a 286 puntos básicos –hacen falta 286.000 dólares para proteger 10 millones de euros en bonos-, los de Santander se encontraban en 290 puntos; los de BBVA, en 306; los de Bankinter, en 334; los de Sabadell, en 471; y los de Popular, que en agosto de 2008 ni siquiera cobertura con CDS, por encima de los 500 puntos básicos.

De hecho, esta era la reivindicación que hacía la semana pasada el responsable de relación con inversores de la entidad cántabra, Ángel Santodomingo, que aseguraba que “la cotización de Santander está muy ligada a la del seguro de crédito contra el impago de España y el rating de la entidad depende de lo que ocurre con la nota crediticia del soberano", aunque el país solo suponga el 11% de los resultados del grupo. 

Pero este no es un mal exclusivo de España, sino que se trata de una circunstancia que se repite en otros países. De ahí que no extrañe que en la Eurozona las entidades que cueste más asegurar contra el impago sean las de la zona periférica, con las portuguesas Banco Comercial Portugués (569 puntos básicos) y Banco Espirito Santo (530 puntos básicos), y la italiana Banco Popolare (520 puntos básicos) a la cabeza. 

En contraposición, los bancos alemanes, cuya deuda soberana tiene un CDS de 34 puntos básicos, registran unos spreads comprendidos entre los 112 puntos básicos de Deutsche Bank y los 168 de Commerzbank. Por su parte, entre los galos, el CDS de Société Générale se paga a 180 puntos básicos y el de Credit Agricole, a 178, cuando el riesgo soberano está en 81 puntos básicos.

Y como las comparaciones son odiosas, mientras que los CDS de los bancos españoles se encuentran alrededor de los 300 puntos básicos, el riesgo de entidades como Royal Bank of Scotland, que ha tenido que ser rescatada por el Gobierno británico y que tiene un agujero de 13.600 millones de libras -según se desprende de los test de estrés conocidos el pasado lunes-, es de poco más de 200 puntos básicos. No en vano, el CDS de Reino Unido solo cuesta 50 puntos básicos, a pesar de que la deuda del país a cierre de 2012 representaba el 90% del PIB frente al 84,10% de la de España.

Esta conexión explica porqué todos los esfuerzos de los líderes europeos se encaminan a romper el círculo vicioso entre los bancos y el estado y, aunque está siendo un proceso lento y espinoso, el último paso que se ha dado en esta dirección es la directiva bancaria aprobada en el madrugada del jueves y que contempla la creación de un fondo de resolución de entidades. Y es que, según explicaba un experto a El Confidencial, “si los mercados castigan a tus bancos porque creen que tu Gobierno no tiene recursos para rescatarlos, la existencia de un fondo europeo de rescate debería moderar ese castigo”.

La clave de la crisis de deuda descansa en el círculo vicioso que existe entre los bancos y el Estado, y que todavía no se ha podido romper. Da igual los esfuerzos que hagan las entidades o lo saneadas que estén, al final, lo que cuenta es el riesgo soberano. El mantra que se ha repetido hasta la saciedad de que ‘se están viendo penalizadas por la marca España’ es una realidad, y prueba de ello es lo íntimamente ligados que están los seguros frente al impago (CDS) de los bancos con los del Reino de España.