El rodillo constitucional muestra la realidad: tumba la primera iniciativa independentista

El Gobierno y la dirección del principal partido de la oposición se aplican al 'perfil bajo' en la respuesta a la escalada del desafío independentista del nacionalismo catalán, pero en el Congreso populares y socialistas ya se han unido en contra del 'delirio'. Por 37 votos de PP, PSOE y UPyD frente a 4 nacionalistas (CiU, ERC y PNV), la Comisión Constitucional del Congreso rechazó ayer una iniciativa con la que se pretendía que la Cámara 'restituyera' los llamados 'derechos históricos' de Cataluña y su 'soberanía nacional', derogara los decretos de Nueva Planta (de 1715) y se creara una comisión Gobierno-Generalitat para negociar las reparaciones pertinentes.

La iniciativa, basada en los mitos y la interpretación de la historia de la época clásicos del nacionalismo catalán, era original de ERC y fue defendida por su portavoz, Alfred Bosch. Generó la habitual solidaridad entre partidos nacionalistas e independentistas contrarios al marco constitucional y se sumó también el portavoz de CiU, Jordi Jané. La propuesta de los republicanos sonaba "excéntrica" y un tanto alejada del momento para los diputados socialistas y populares (mientras a trescientos metros se agolpaban los manifestantes en Neptuno), pero los nacionalistas se hicieron los ofendidos.

Para desbrozar el camino hacia la secesión vale casi todo y Bosch se limitó a trasladar a la Comisión Constitucional sus teorías sobre el origen del "derecho a decidir" (independencia) que ahora reclaman desde Cataluña. Aspiraban a que el Congreso reconociera la existencia de una nación independiente catalana en el siglo XVIII, ocupada después por castellanos y franceses (Felipe V). Los posteriores decretos de Nueva Planta tenían que ser ahora derogados por las Cortes que, además, debían reconocer la "soberanía nacional" de Cataluña.

Bosch ligó su iniciativa a la actualidad del desafío independentista en Cataluña mientras que los portavoces del PP, del PSOE y de UPyD expresaron su perplejidad, extrañeza o desconcierto ante la petición de revisar algo ocurrido hace 300 años y derogar "lo que no está en vigor". El portavoz de ERC aprovechó para dar un mitin mientras que el de CiU se lo tomó muy en serio y se quejó de que Pedro Gómez de la Serna, del Grupo Popular, "ridiculizara" la propuesta.

El portavoz del PP pidió a Bosch un poco de respeto y que dejara de tomar el pelo a la Cámara. Como diputado por Segovia, Gómez de la Serna explicó que era "como si yo trajera a esta Cámara la derogación del Fuero de Sepúlveda". También acusó a los nacionalistas catalanes de engañar a los ciudadanos por insistir en la teoría de que Cataluña fue independiente e incluso nación antes de que existiera siquiera el concepto.

De vuelta al siglo XXI, el portavoz del Grupo Popular insistió en que hablar de autodeterminación en España es "hablar de ruptura, constitucional y de convivencia". En esa línea, Gómez de la Serna recordó que la Constitución consagra en su artículo 2 la indisolubre unidad de la nación y los mecanismos para garantizar la convivencia y la paz de todos los españoles. Pero lo que más molestó a los nacionalistas fue la lectura de media docena de casos de corrupción del tripartido y de CiU, incluida la detención del ex consejero que se dedica al contrabando de tabaco. "El expolio de Cataluña son ustedes", concluyó.

Fue el discurso más claro y duro pronunciado por dirigente alguno del PP contra la amenaza de escisión desde que Mas va concretando los pasos hacia la independencia en los últimos días. Por el PSOE, Joan Rangel no se fajó igual pero también citó la Constitución y calificó de "brindis al sol" la iniciativa nacionalista. Al final, por el voto ponderado, populares y socialistas, más UPyD, demostraron la abrumadora mayoría parlamentaria constitucional frente a los retos rupturistas: 37 votos frente a 4.