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El PP quiere auditar los 453 millones de subvenciones que reparte CiU
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SÁNCHEZ-CAMACHO: “NO DICEN A QUIÉN LOS DAN NI CÓMO SE DAN”

El PP quiere auditar los 453 millones de subvenciones que reparte CiU

Partido Popular (PP) y Convergència i Unió (CiU) son socios, pero no amantes. Las relaciones entre ambos partidos se deterioran día a día. Las subvenciones "ideológicas”

Foto: El PP quiere auditar los 453 millones de subvenciones que reparte CiU
El PP quiere auditar los 453 millones de subvenciones que reparte CiU

Partido Popular (PP) y Convergència i Unió (CiU) son socios, pero no amantes. Las relaciones entre ambos partidos se deterioran día a día. Las subvenciones "ideológicas” están en el punto de mira. “Se subvencionan entidades para que hagan campaña contra España”, dice una fuente popular a El Confidencial. Mientras, la presidenta de los populares de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, anuncia que pedirá una oficina de control presupuestario para que eso no pase y controlar las subvenciones que reparte Artur Mas, el expresidente catalán Jordi Pujol sale a la palestra para acusarla de vanidosa. “Escolta, noia, comporta’t” (“Oye, chica, compórtate”).

La “oficina” no sería un organismo nuevo, sino un ente para controlar las subvenciones que otorga el Ejecutivo catalán. Es más: el PP ya ha hablado con el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, para crear esta entidad y ponerla en marcha a corto plazo. La propia líder popular declaró a Catalunya Ràdio, la emisora pública de la Generalitat, que su finalidad es garantizar la transparencia de las subvenciones. “Hay más de 453 millones de euros que se dan a entidades privadas y no se dice ni a quién se dan ni cómo se dan. Creemos que la prioridad es que de estos 453 millones, puedan destinarse 112, por ejemplo, a los Ayuntamientos, a pagar guarderías de muchos padres y madres catalanes que no tienen dinero para pagar una de ellas”.

“Que saquen ahora a Jordi Pujol para hacer campaña contra el PP clama al cielo”, dicen fuentes del PP a El Confidencial. Y un miembro de la cúpula del partido señala que “eso demuestra la arrogancia de Jordi Pujol. Estaba acostumbrado a tener a todos postrados a sus pies, a que ‘lo que yo diga se hace’. Y le sale una Alicia  que le dice que no, que caprichitos los mínimos, que anuncios de independentismo en revistas extranjeras no [Artur Mas declaró a Le Monde que Cataluña camina hacia la independencia] y que subvenciones como las de òmnium [la entidad con la que ha tenido esta semana un rifirrafe el PP y que acaba de ser agraciada por el Gobierno catalán con 1,4 millones de euros] tampoco. Y se enfadan. A Pujol le irrita porque siempre ha sido el amo y señor y ahora no lo es”.

Puentes tendidos

Claro que Pujol criticó a la presidenta del PP con toda la intención: ayer presentaba el último volumen de sus memorias en el hotel Majestic, justamente en el que él pactó con José María Aznar el apoyo de CiU al PP a cambio de corresponsabilidad mutua y de que le sacase de Cataluña a Alejo Vidal-Quadras. La presentación oficial, no obstante, tendrá lugar el próximo día 28 de febrero, en un acto en el que contará con su otrora delfín Miquel Roca i Junyent

Pero las palabras de ayer de Pujol, tachando a Sánchez-Camacho de vanidosa (y a Vidal-Quadras de orgulloso), son en realidad un reflejo de la coyuntura política por la que atraviesa Cataluña en estos momentos. Las relaciones entre CiU y PP echan chispas, pero hay muchos puentes tendidos, según diversas fuentes de ambas formaciones consultadas por este diario. Y eso por una sencilla cuestión: el resto de la oposición tiene, en estos momentos, poco fuelle. Los socialistas cambiaron su cúpula directiva el pasado diciembre. Y los dirigentes del Parlamento catalán no son los mismos que los del partido, por lo que todavía están tomando posiciones. En Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), otro de los socios naturales de CiU, ocurre algo parecido. Y con el último partido que podría sacar las castañas del fuego a los convergentes, ICV, la entente es imposible.

“Comprendemos que CiU ha de ir haciendo geometría variable, pero ha de ceder en algunas cosas, como en los temas del nacionalismo. Incluso comprendemos que han de ir jugando con actitudes nacionalistas para contrarrestar nuestra posición, pero hemos de marcar unas líneas”, subrayan fuentes populares. En eso trabajan ahora mismo los dirigentes de ambas formaciones.

Partido Popular (PP) y Convergència i Unió (CiU) son socios, pero no amantes. Las relaciones entre ambos partidos se deterioran día a día. Las subvenciones "ideológicas” están en el punto de mira. “Se subvencionan entidades para que hagan campaña contra España”, dice una fuente popular a El Confidencial. Mientras, la presidenta de los populares de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, anuncia que pedirá una oficina de control presupuestario para que eso no pase y controlar las subvenciones que reparte Artur Mas, el expresidente catalán Jordi Pujol sale a la palestra para acusarla de vanidosa. “Escolta, noia, comporta’t” (“Oye, chica, compórtate”).