La Generalitat quiere saber cuánto cobra la cúpula de Transportes de Barcelona

El bloqueo de Barcelona para finales de este mes se mantiene: los trabajadores de los transportes públicos (autobuses y Metro) no han desconvocado la huelga prevista para los días 27, 28 y 29 de febrero y 1 de marzo, descontentos con los recortes que quiere aplicar la compañía Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB). Ayer, la empresa tuvo dos reuniones (con los representantes de autobuses y de Metro ) por separado. Y en ellas estaba presente una delegación de la Generalitat de Cataluña, ya que los empleados habían decidido que toda reunión ha de contar con presencia de la autoridad laboral. No hubo acuerdo. Y se reunirá de nuevo con Metro esta mañana y con autobuses mañana miércoles para evitar el colapso de Barcelona.

El mediador laboral insistió ayer a la compañía varias veces para que haga públicos los salarios de los directivos. Según la empresa, sólo hay 23 altos cargos, aunque también reconocen que tiene a 580 personas fuera de convenio (cargos de confianza, pero muchos de los cuales tienen salarios relativamente bajos). Un miembro del comité de empresa de Metro, sin embargo, reconoció a El Confidencial que “hemos detectado a 60 asesores con sueldos elevados. Eso es lo que no quieren hace público, porque es un escándalo. ¿Cuánto dinero va destinado a estos salarios? Eso es lo que no nos dicen. La compañía incumple el Real Decreto de empresas públicas. Porque en Madrid, por ejemplo, sólo hay 3 fuera de convenio, mientras aquí sobrepasan los 600. Además, también incumplen el Real Decreto en el sentido de que no puede pagar planes de pensiones alternativos. Y aquí los hay”.

Se refieren estas fuentes a la jubilación de uno de sus directores generales. Recibirá, sólo de autobuses, un finiquito de 520.000 euros. Y otra cantidad similar recibirá de Metro, ya que ambos transportes dependen de la misma empresa,TMB. El pago para esta pensión debe pasar el filtro de la comisión correspondiente, pero los sindicatos se han negado a firmar el visto bueno porque lo consideran “fuera de lugar, máxime en un momento en que se nos está diciendo que tenemos que recortar salarios”.

Desde la empresa no obstante, se acusa a los sindicatos de “jugar con las palabras”. Quieren confundir altos cargos con directivos y eso no es así. Lo que pidió la autoridad laboral hoy [ayer para el lector] es poner las cartas sobre la mesa y que su equipo tenga toda la información para poder tomar una decisión. En realidad, los sindicatos tienen toda la información económica de la compañía desde el mes de diciembre, por lo que saben en qué se gasta todo el dinero”. Esta afirmación es negada por los representantes de varios sindicatos consultados por El Confidencial. ”Las cuentas son totalmente opacas. Incluso el presidente de TMB, Joaquim Forn, lo reconoció públicamente”, señalan fuentes del comité de Metro.

Por si fuera poco, desde la cúpula de la empresa se afirma que “lo que los sindicatos hacen es crear una cortina de humo. Conocen todos los detalles de la compañía, pero su estrategia está orientada a poner en duda la gestión que se ha hecho en los últimos años y por eso manipulan la información”.

En las reuniones de ayer, pues, no se llegó a ninguna conclusión, ni tan siquiera a algún acercamiento de posturas. “Nos dijeron lo mismo que en la última reunión: que la empresa no puede pagar porque tiene una deuda acumulada y que quiere convertir el convenio de tres años en uno de 7 años”, declaró el presidente del comité de empresa de autobuses, Miguel Ángel Arias, a  El Confidencial. Es decir, que las espadas siguen en alto y que los sindicatos están dispuestos a colapsar la capital catalana justamente cuando se celebra el Mobile World Congress (MWC), la cita mundial por excelencia de la telefonía móvil”.

Un asesor de lujo

La compañía tenía previsto poner encima de la mesa un plan alternativo para que los trabajadores desconvoquen la protesta. Pero ayer no lo desvelaron. ”Lo iremos detallando en sucesivas reuniones”, señalaron a este diario. Y desde los sindicatos, se contraataca diciendo que “la empresa se presentó ayer en la reunión con un asesor de Garrigues Walker. Al final, acabará pagando más a los abogados de élite que lo que debía haber abonado a los trabajadores”.

Los sindicatos de autobuses piden que se cumpla su convenio, que está en vigor hasta el 31 de diciembre del 2012. Y ese convenio estipula que deben subirles el sueldo el IPC más el 0,25% de diferencial. En Metro, por contra, el convenio expiró el 31 de diciembre pasado y está previsto que sólo se suba el IPC. Pero la empresa insiste en que no tiene dinero. “El centro de la cuestión es la falta de financiación. Desde hace tres años, las Administraciones han recortado las aportaciones y la empresa no ha tenido más remedio que acudir al endeudamiento. Y en estos momentos, el sector público está recortando salarios. Lo que no podemos hacer es subir los sueldos mientras el resto de empleados públicos se lo bajan”, justifican desde TMB. Más claro, el agua.