La Sanidad catalana vela armas para otra primavera de protestas

Los médicos catalanes vuelven a estar en pie de guerra. Fueron los primeros de toda España en alertar sobre los recortes en la sanidad pública y ahora dan la voz de alarma por un nuevo tijeretazo en los sueldos, que según cálculos oscilará entre el 7 y el 10%; la Generalitat aún no lo tiene claro. Lo cierto, sin embargo, es que el consejero de Salud catalán, Boi Ruiz, se reunió recientemente con representantes de la patronal sanitaria y les avanzó de una ola de recortes para el presente ejercicio.

“A los profesionales no nos han dicho nada, pero conocemos las intenciones de seguir recortando este año en lo que sería la tercera oleada desde el año 2010. Por tanto, esta semana comenzaremos una ronda de contactos con el personal médico para sensibilizarlo sobre lo que se avecina y para canalizar el malestar que  ello pueda producir, porque los recortes se producirán incluso en el mejor de los casos”, señala a El Confidencial una fuente del Sindicat de Metges de Catalunya (SM).

Esta organización ha convocado asambleas entre los facultativos de los ocho hospitales públicos de Cataluña para mañana miércoles a primera hora de la mañana. “Queremos explicarles lo que hay”, subrayan las fuentes consultadas. Lo malo, aseguran, es que “desde el zapaterazo, que nos recortó el 5% del sueldo, hemos ido perdiendo poder adquisitivo los últimos años, que ciframos en un 30%. A ello, se le unen las amenazas de tocar los horarios consolidados en los hospitales públicos”.

Los recortes serán “brutales” aunque se flexibilice el déficit

Fuentes de la consejería de Salud confirmaron a este diario que “es cierto que se está negociando con el sector, pero no sabemos todavía nada de si habrá recortes a no, puesto que, por otra parte, estamos pendientes de los presupuestos y de la flexibilización del déficit”. Aún así, los médicos afirman que “incluso en el mejor escenario de una rebaja del objetivo de déficit de las comunidades autónomas” los recortes serán “brutales”.

La situación es delicada porque ya se ha recortado mucho en sanidad. El propio Boi Ruiz reconoció hace poco que es imposible meter más la tijera porque ya había llegado “al hueso”. Pero se impone otra ronda de recortes. Según SM, desde hace dos años “no se cubren bajas ni jubilaciones, además de recortar las guardias como medida de ahorro en los centros”.

En Cataluña, han cerrado 61 centros de atención primaria continuados, es decir, las urgencias en horario nocturno. Esta medida afecta especialmente a las zonas rurales, “con las dificultades de desplazamiento que existe en estos ámbitos”. Pero también ha habido una reducción de la actividad asistencial y de la actividad quirúrgica. Todo ello ha llevado a un aumento considerable de las listas de espera: a 31 de diciembre del 2011, estas listas se habían incrementado en 24.000 personas, lo que es un 43% más que el año anterior. A 31 de diciembre de 2012 no existen aún datos oficiales, pero se cree que también han crecido.

“De lo que estamos seguros es de que se va a recortar más y ese recorte se hará en las condiciones laborales y en los salarios de los médicos, porque no van a recortar en gastos que son fijos, como luz o agua”, advierten desde SM. 

Aumento de la jornada laboral

El resto de personal no lo tiene mejor. “Desconocemos los planes de la consejería porque no nos ha facilitado ninguna información”, señala a El Confidencial Juan Antonio Vázquez, secretario de Comunicación de la Federación de Sanidad de CCOO. Conocen que Boi Ruiz anunció a la patronal el tijeretazo, pero nada más.

Del mismo parecer es María José Molina, responsable de Sanidad de UGT, que critica que “lo único que sabemos es que nos van a recortar, pero no han tenido la decencia de decirnos ni cuánto, aunque posiblemente sea prematuro dar cifras exactas porque no están elaborados los presupuestos de este año”.

Pero, paralelamente, el Gobierno distribuyó una instrucción para aumentar el horario laboral. “En esa instrucción, fijaba en 1.664 la jornada laboral anual cuando estaba en 1.599 horas. El tema se llevó a la mesa sectorial de la sanidad y no hubo acuerdo, por lo que la consejería decidió aplicar la medida unilateralmente”, señala Vázquez.

Molina, por su parte, explica que el aumento de la jornada laboral “afecta tanto a trabajadores del ICS como de los hospitales de la red pública, encuadrados en la Xarxa d’Utilització d’Hospitals Públics (XUHP). Los trabajadores de esta red llegan a 55.000 y representan más de 50% de la sanidad catalana”. Durante las últimas semanas, se han ido acumulando denuncias en los juzgados de lo social y, precisamente ayer, la patronal del sector pidió que se unifiquen todas esas denuncias en un sólo conflicto colectivo.

Ante esta situación, los sindicatos convocaron concentraciones la pasada semana frente a la sede del Instituto Catalán de la Salud (ICS), de la que dependen los hospitales públicos, y se prepara una gran concentración de todos los servicios públicos para el próximo domingo. El portavoz de CCOO subraya que, de media, los trabajadores sanitarios catalanes han perdido más de un 20% del poder adquisitivo desde 2010: “Ese año, nos recortaron los salarios un 5%; al año siguiente, nos congelaron el sueldo; en el 2012, nos quitaron una paga; y para este año ya nos han anunciado que eliminan otra paga. A ello, hay que sumar el IPC anual de estos años”, explica Juan Antonio Vázquez.

Un 15% menos de camas

María José Molina subraya también que “no es que sólo hayamos perdido entre un 20 y un 30% del poder adquisitivo: paralelamente, no se cubren bajas ni jubilaciones y se recorta en gastos corrientes. El presupuesto del ICS ha bajado en estos años en más de 1.000 millones de euros y eso se ha de notar, aunque es difícil de cuantificar el impacto que ha tenido, porque estos gastos hacen referencia, por ejemplo, a material que no se repone. O uniformes”.

Que los recortes han afectado a la sanidad es una cuestión fuera de duda. De media, los hospitales de la comunidad han perdido entre un 10% y un 15% de sus camas. “En todos los hospitales hay muchas camas cerradas, listas de espera creciendo y una presión brutal sobre los trabajadores. Ha habido un proceso de deterioro global”, añade Molina. UGT calcula que en la no contratación de suplentes, por ejemplo, los hospitales catalanes han perdido un 10% de personal. “Y la lógica dice que un recorte tan brutal de presupuesto como el que ha habido en estos años ha de tocar a la calidad del servicio”, enfatiza la dirigente sindical.