Detienen a diez policias canarios por 'inflar' su actuación para justificar la existencia del cuerpo

La Guardia Civil ha detenido e investiga las actuaciones de 10 miembros de la Policía Canaria fundada en 2010 con 100 agentes. Es decir, el 10% del cuerpo policial canario es sospechoso de haber practicado “detenciones ilegales”, extralimitándose en sus competencias y falseando atestados y denuncias.

La Benemérita ha desplegado la denominada operación ladrillo por la que se investiga al cuerpo policial autonómico conocido en Canarias como la guanchancha por presunta “falsedad documental y detención ilegal”. El juez quiere averiguar si se trata de “un hecho aislado, o no, el modo y circunstancias en que estos hechos se produjeron y si se vienen produciendo disfunciones en las tareas encomendadas a la Policía Autonómica de Canarias por los delitos contra la libertad”.

La Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil de la Comandancia de Las Palmas, por orden del Juzgado de Instrucción nº 3, detuvo los días 12, 13 y 14 a diez agentes y tomó declaración a otros 14. Con los testimonios que preste la víctima que sufrió la detención presuntamente “ilegal” por una supuesta “falta de resistencia a agentes de la Autoridad” y las declaraciones de los agentes implicados se determinará si es procedente el inicio del juicio oral.

Según versiones cercanas a los hechos, acaecidos el 10 de enero de 2013, varios policías canarios de diferente graduación – inspector, subinspector, oficial y dos agentes de a pie-, están envueltos en una trama que “busca notoriedad pública con acciones de dudosa legalidad que justifiquen la existencia de la Policía Canaria”.

La guanchancha se creó hace algo más de dos años por el deseo del presidente del gobierno de Canarias, el nacionalista de Coalición Canario, Paulino Rivero. A pesar de que la crisis económica obliga a revisar el gasto público, Rivero logró que el anterior gobierno socialista de Rodríguez Zapatero autorizara la creación de esta policía complementaria a la Guardia Civil y Policía Nacional.

Las funciones de la Policía Canaria son subsidiarias y el cuerpo carece de competencias para llevar a cabo investigaciones específicas. Forman una policía ornamental destinada a vigilancia de edificios autonómicos y representación en actos institucionales, contra el tráfico de drogas en los colegios y otras tareas de esta índole.

Gran parte de la opinión pública en Canarias considera que la policía autonómica es un gasto superfluo pues sus agentes "no sirven para casi nada” y cuentan con un presupuesto anual de cuatro millones de euros. El objetivo fue crear un colectivo de 1.200 agentes e ir ganando competencias policiales pero, por el contrario, los recortes impiden su desarrollo y ahora apenas llega a 100 miembros. La Guardia Civil y Policía Nacional contabilizan más de 5.000 agentes en el Archipiélago.