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El rechazo total a Gobierno, oposición y sindicatos alimenta el regreso del 15-M
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EL CIS MUESTRA LA INDIGNACIÓN CON LOS POLÍTICOS: TODOS SUSPENDEN

El rechazo total a Gobierno, oposición y sindicatos alimenta el regreso del 15-M

El “no nos representan” resuena con fuerza en los barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) antes incluso de que los indignados traten de llenar este

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El rechazo total a Gobierno, oposición y sindicatos alimenta el regreso del 15-M

El “no nos representan” resuena con fuerza en los barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) antes incluso de que los indignados traten de llenar este fin de semana la Puerta del Sol. El Movimiento 15-M celebra su primer aniversario en un contexto, si cabe, de mayor malestar social. Los ciudadanos desconfían y suspenden la labor de Mariano Rajoy, de todo su Gobierno, de Alfredo Pérez Rubalcaba, de la oposición en su conjunto y de los sindicatos. La clase política permanece como el tercer problema de España, tras el paro y la economía, mientras que una mayoría se muestra pesimista sobre el futuro político y económico del país.

Los datos del CIS, que ayer hizo público su barómetro de abril, suponen un severo correctivo para los representantes públicos. Pese a su victoria por mayoría absoluta en noviembre de 2011, Rajoy no ha disfrutado de una mínima luna de miel con la ciudadanía. El presidente suspende en valoración con un duro 3,84 sobre 10, y el 71,6% asegura que le inspira poca o ninguna confianza.  

Pero su Gabinete no corre mejor suerte. Ni un solo ministro aprueba, y muchos siguen siendo unos perfectos desconocidos. A Fátima Báñez, Jorge Fernández Díaz, José Manuel García Margallo, Pedro Morenés, José Manuel Soria y José Ignacio Wert les conoce menos de la mitad de los españoles, pese a la importancia de carteras como Interior o Exteriores. Sus notas comprenden desde el 3,19 de Wert, el peor valorado, hasta el 4,31 de Albert Ruiz-Gallardón, quien pese a no alcanzar el aprobado destaca por encima de Rajoy y del resto de ministros. Por detrás, con un 4,22, le sigue la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.

El desgaste gubernamental se refleja en que el 48,3% que valora como mala o muy mala la gestión del Ejecutivo, mientras que para el 28,8% no pasa de regular. Pero estas cifras no se traducen en un auge de la oposición. Rubalcaba consigue un 4,11 de nota, y a un 78,8% de los españoles le inspira poca o ninguna confianza. Además, la actuación política del PSOE es negativa para el 52,4%, y regular para el 33,2%.  

Por ello, no resulta extraño que la clase política y los partidos representan el tercer problema de España, superado solo por el paro y las cuestiones de índole económica. Ni la inseguridad, ni las drogas, ni el terrorismo, ni los recortes, ni la inmigración, ni la reforma laboral se acercan a esta percepción de los servidores públicos como problema en la mente de los ciudadanos. Se trata de un estado de opinión bien instalado que perdura en el tiempo, y sobre el que no ha tenido ninguna influencia el cambio de Gobierno.

Rechazo a la huelga general

En estas circunstancias, parece lógico que solo el 18,7% de los ciudadanos piense que la situación económica será mejor dentro de un año, y que solo el 20,2% opine lo mismo con respecto a la situación política de España. Pero el desapego hacia los políticos afecta ya de lleno a los sindicatos, como prueba las escasas expectativas despertadas por la última huelga general.

Entre los encuestados que trabajan, solo el 23,4% reconoce haber participado en el paro, mientras que un 6,4% asegura que fue a trabajar por miedo a ser despedido. Así,  el 51% tacha de fracaso la convocatoria de las centrales sindicales, e incluso una mayoría del electorado del PSOE, un 36 frente al 34,6%, respalda este punto de vista. Solo entre los votantes de IU gana la idea de que fue un éxito. En cuanto a sus consecuencias, el 82,9% da por hecho que la huelga no servirá para que el Gobierno, los sindicatos y los empresarios lleguen a algún tipo de acuerdo.

El PP se mantiene a 11 puntos del PSOE

Pese a estos datos, las reacciones de los partidos políticos se centraron exclusivamente en sus perspectivas electorales. Tanto PP como PSOE celebraron la estimación del CIS, que sitúa a los populares con una ventaja de 11 puntos sobre los socialistas. Esta amplia mayoría, sin embargo, ha sido interpretada en Ferraz como un rápido desgaste del partido que lidera Rajoy. Y es que el PP ha perdido ya cuatro puntos desde el 20-N, y dos desde el barómetro de enero, algo insólito para quien acaba de ganar ampliamente unos comicios.

El “no nos representan” resuena con fuerza en los barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) antes incluso de que los indignados traten de llenar este fin de semana la Puerta del Sol. El Movimiento 15-M celebra su primer aniversario en un contexto, si cabe, de mayor malestar social. Los ciudadanos desconfían y suspenden la labor de Mariano Rajoy, de todo su Gobierno, de Alfredo Pérez Rubalcaba, de la oposición en su conjunto y de los sindicatos. La clase política permanece como el tercer problema de España, tras el paro y la economía, mientras que una mayoría se muestra pesimista sobre el futuro político y económico del país.