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Decenas de miles de personas protestan contra la reforma laboral, los partidos… y los sindicatos
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CCOO Y UGT NO LOGRAN CAPITALIZAR EL DESCONTENTO SOCIAL

Decenas de miles de personas protestan contra la reforma laboral, los partidos… y los sindicatos

Error de cálculo de los líderes sindicales. Si CCOO y UGT pretendían capitalizar el descontento social en las decenas de manifestaciones contra la reforma laboral convocadas

Foto: Decenas de miles de personas protestan contra la reforma laboral, los partidos… y los sindicatos
Decenas de miles de personas protestan contra la reforma laboral, los partidos… y los sindicatos

Error de cálculo de los líderes sindicales. Si CCOO y UGT pretendían capitalizar el descontento social en las decenas de manifestaciones contra la reforma laboral convocadas ayer en 57 ciudades españolas, la maniobra se volvió en su contra. Sumidos en una grave crisis de credibilidad, los sindicatos, al igual que los partidos mayoritarios, se convirtieron en blanco de las críticas de muchos de los cientos de miles de ciudadanos que secundaron las protestas.

La marcha de Madrid, en la que participaron medio millón de personas según los convocantes (50.000 según fuentes policiales), fue un claro ejemplo de ello. Consignas como “Por fin se os ve, Comisiones y UGT”, “¡Os habéis vendido, sois los sindicatos del poder!” o “Los sindicatos venden a los trabajadores” acompañaron el paso de la pancarta con la que los organizadores sindicales encabezaban la marcha. Surgían principalmente de los manifestantes congregados por el movimiento 15M -organizado para la protesta en torno al autodenominado Bloque Crítico para reflejar su desacuerdo con los convocantes-, que se mantuvieron al margen de la corriente principal “para visibilizar nuestra disconformidad más absoluta con las cúpulas sindicales, no con sus bases. No podemos olvidar que estos dirigentes (Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, de CCOO y UGT respectivamente) han pactado graves pérdidas de derechos en los últimos años”.    

Los indignados protagonizaron algún pequeño enfrentamiento con los manifestantes sindicales, los únicos sobresaltos en una marcha marcada por la ausencia de incidentes. Alguien llegó a arrojar pintura contra sus líderes y manchó levemente al secretario general de UGT. El hecho de que Méndez y Toxo subrayaran que con la protesta no buscaban la confrontación con el Gobierno, sino corregir la reforma laboral y “ofrecer un cauce a los ciudadanos para que se manifiesten contra la política de recortes y despidos” no ayudó a calmar los ánimos. “Se han vendido”, señalaba a El Confidencial un indignado de avanzada edad, “lo que hace falta es acabar con la paz social”. Con sus palabras reflejaba el sentir mayoritario de los integrantes del 15M, que recordaron a los sindicatos su desaparición de la escena social en los últimos años. Asimismo, exigieron a CCOO y UGT la convocatoria de una huelga general, como ha sucedido en Grecia.      

Sin embargo, hubo quien despertó una reacción todavía más airada entre los manifestantes, que recalcaron que ni el Partido Popular ni el PSOE tomarán las medidas necesarias para sacar a España de la crisis. La presencia de los socialistas en la marcha de Madrid mediante una delegación, en la que se encontraba su portavoz parlamentaria, Soraya Rodríguez, provocó los abucheos de los presentes al grito de “No nos representan”. Un par de personas que portaban pancartas del PSOE hacia el final de la marcha fueron increpadas igualmente con gritos de "¡Vergüenza!". En Madrid también participó, aunque no de forma oficial, el exministro de Trabajo Valeriano Gómez. Mientras, la extitular de Defensa Carme Chacón y el de Justicia Francisco Caamaño eligieron Barcelona y A Coruña, respectivamente, para expresar su rechazo a la reforma.

Durante la marcha también se pudieron leer pancartas con lemas ya clásicos en las manifestaciones del pasado año como "Le llaman democracia y no lo es". "Por qué se plantean modificar la ley de derecho a huelga pero no reformar la ley electoral. Es incomprensible", se preguntaba José Ramón, uno de los muchos asistentes que aseguraban no sentirse identificado ni con los sindicatos ni con el 15M. 

La enorme afluencia de personas provocó que la cabecera, en la que se encontraban Toxo y Méndez, no pudiera seguir con la manifestación en la plaza de Cibeles. Los convocantes y la organización tuvieron que abrir un pasillo hasta la Puerta del Sol, donde se leyó un manifiesto contra la reforma laboral y se dio por cerrada la protesta con la Internacional. En una plaza abarrotada, solo unas decenas de los presentes alzaron el puño cuando sonó el himno del movimiento obrero.  

Error de cálculo de los líderes sindicales. Si CCOO y UGT pretendían capitalizar el descontento social en las decenas de manifestaciones contra la reforma laboral convocadas ayer en 57 ciudades españolas, la maniobra se volvió en su contra. Sumidos en una grave crisis de credibilidad, los sindicatos, al igual que los partidos mayoritarios, se convirtieron en blanco de las críticas de muchos de los cientos de miles de ciudadanos que secundaron las protestas.