Zapatero se alinea con los palestinos e irrita a Israel: hoy recibe a Mahmud Abbas en Madrid

José Luis Rodríguez Zapatero volvió a irritar ayer a Israel, dos días después de acusar al Gobierno de Ehud Olmert de llevar a cabo ataques "absolutamente desproporcionados" sobre Gaza. Primero, su ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, se reunió con los embajadores árabes en España, que condenaron la "masacre sin testigos" en la franja, y más tarde La Moncloa anunció que Zapatero recibirá hoy en Madrid al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas. Aún no hay fecha, en cambio, para la conversación telefónica entre Zapatero y Olmert anunciada el lunes por el presidente del Gobierno.

Tras reunirse ayer con Moratinos en la sede de Asuntos Exteriores, los embajadores de Arabia Saudita, Egipto, Marruecos, Palestina, Qatar y Siria alabaron la Alianza de Civilizaciones impulsada por Zapatero y emitieron un durísimo comunicado en el que acusan a Israel de haber "preparado y programado desde hace tiempo la horrible matanza de Gaza", una afirmación que echa por tierra el principal argumento esgrimido por Tel Aviv para justificar su incursión aérea y terrestre en la franja, según el cual la respuesta militar israelí es consecuencia de la ruptura de la tregua por parte de Hamás y sus ataques previos sobre territorio hebreo.

"No tenemos palabras para describir la hecatombe deliberada que acompaña los incesantes bombardeos desde tierra, aire y mar dirigidos contra ancianos, mujeres y niños", afirman los embajadores árabes, una tesis que coincide con la expresada ya en el verano de 2006 por el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, que acusó a Israel de buscar intencionadamente "objetivos civiles" en sus bombardeos sobre Líbano.

Pero hay un precedente mucho más cercano en el tiempo, protagonizado por Carme Chacón. El pasado martes, durante la celebración de la Pascua Militar, y en presencia del Rey y Zapatero, la ministra de Defensa volvió a descalificar la estrategia militar de Israel en su actual ofensiva sobre Gaza. Chacón, sin citar expresamente a las Fuerzas Armadas hebreas, aseguró que "cualquier ejército" está oligado a "diferenciar entre combatientes y no combatientes", así como a "distinguir entre objetivos militares e instalaciones civiles, a fin de evitar el máximo de víctimas civiles".

En su comunicado conjunto, los embajadores árabes condenan la "masacre sin testigos que se está perpetuando en Gaza y la situación apocalíptica de la población, encarcelada en una prisión-matadero a cielo abierto". Los diplomáticos lamentan la "ceguera de los dirigentes de Israel y sus inevitables efectos devastadores más allá de la región", y califican de "acertada y positiva" la declaración institucional leída por Zapatero la víspera de Reyes, la misma que provocó el enojo de Israel.

Fuentes diplomáticas españolas consultadas anoche por El Confidencial aseguraron sentirse "muy poco sorprendidas" por la dureza del comunicado, y señalaron que la postura de los embajadores árabes expresa la "indignación" de los ciudadanos de esos países ante la ofensiva israelí. "Incluso puede quedarse corta en comparación con el profundo sentimiento de rabia e impotencia que domina la opinión pública del mundo árabe", añadieron.

"No hay solución militar"

El pasado lunes, después de que Zapatero condenase las "reacciones absolutamente desproporcionadas y contrarias al derecho internacional humanitario" de Israel y advirtiese a Olmert de que "no hay solución militar" al conflicto en Oriente Próximo, el portavoz de la embajada israelí en España, Edwin Yabo, afirmó que la actual crisis "tiene su origen en la agresividad de Hamás", y replicó a Zapatero que la respuesta israelí a los ataques sobre su territorio "sí es proporcionada".

No es la primera vez que Tel Aviv se enfrenta abiertamente con las tesis del Gobierno sobre el conflicto árabe-israelí. El último choque diplomático se produjo en 2006, cuando Blanco afirmó que las víctimas civiles de los ataques israelíes sobre Líbano no eran "efectos colaterales, sino objetivos buscados". Esas declaraciones provocaron la airada reacción del embajador israelí en España, Víctor Harel, que las calificó de "infames". Harel añadió: "Una acusación de ese carácter nos deja atónitos".

En medio de este escenario de recelos diplomáticos entre España e Israel, un nuevo actor se incorpora hoy a escena: el presidente de la ANP. Abbas, que llegó a Madrid la pasada madrugada procedente de Nueva York, se reunirá primero con Moratinos, y a mediodía se trasladará a La Moncloa para entrevistarse con Zapatero. Por la tarde será recibido por el Rey en el palacio de La Zarzuela.

Abbas viajó previamente a Nueva York para presentar ante el Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución sobre Gaza, respaldado por la Liga Árabe, que exige el cese de las hostilidades, la apertura de los puestos fronterizos y la distribución de ayuda humanitaria a la población de la franja. La presencia del líder palestino en Nueva York forma parte de la ofensiva diplomática iniciada por la Liga Árabe tras su reunión de la semana pasada en El Cairo, que concluyó con un llamamiento a la ONU para que intervenga con más firmeza en el conflicto.