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Zapatero abre la puerta a un Gobierno de coalición con el PNV en el País Vasco
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Zapatero abre la puerta a un Gobierno de coalición con el PNV en el País Vasco

Han pasado casi 10 años desde que el Partido Socialista de Euskadi (PSE) abandonó el Gobierno vasco. Fue en junio de 1998 cuando su entonces secretario

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Zapatero abre la puerta a un Gobierno de coalición con el PNV en el País Vasco

Han pasado casi 10 años desde que el Partido Socialista de Euskadi (PSE) abandonó el Gobierno vasco. Fue en junio de 1998 cuando su entonces secretario general, Nicolás Redondo Terreros, rompió abruptamente el Ejecutivo de coalición que desde hacía más de una década mantenía con el PNV por la traición que supuso el llamado Pacto de Estella. Hoy, el escenario ha cambiado radicalmente, y lo ocurrido en los ayuntamientos de Mondragón y Hernani es la mejor prueba del aislamiento de la izquierda abertzale y de la debilidad del actual tripartito vasco. Hasta el punto de que José Luis Rodríguez Zapatero no descarta reeditar una coalición de gobierno con el PNV, según aseguran fuentes gubernamentales. Pero con una condición previa irrenunciable: que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, entierre definitivamente sus planes soberanistas y la anunciada convocatoria de su referéndum ilegal.

El pasado miércoles, el diputado general de Vizcaya, el peneuvista José Luis Bilbao, afirmó que el futuro de Euskadi pasa por un Ejecutivo de coalición entre su partido y el PSE. Veinticuatro horas más tarde, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, no sólo no desautorizó a su subordinado, sino que dio prácticamente por amortizado el tripartito con Eusko Alkartasuna y EB-IU y dejó la puerta abierta de par en par a un pacto de gobierno con los socialistas vascos.

Pero las fuentes consultadas aseguran que Rodríguez Zapatero quiere que sea el PNV el que tome la iniciativa, y que sean los nacionalistas vascos los que salgan del embrollo en el que ellos mismos e Ibarretxe se han metido. Y, en cualquier caso, el Gobierno no moverá ficha sobre una futura coalición hasta las elecciones autonómicas vascas, que deben celebrarse el próximo año. En función del veredicto de las urnas, Zapatero y los socialistas vascos decidirán su estrategia. Pero si el secretario general del PSE, Patxi López, saca un voto más que Ibarretxe, añaden las fuentes consultadas, el próximo lehendakari tendrá que ser socialista o no habrá coalición.

Ayer, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, afirmó, al término de la reunión del Consejo de Ministros, que no podía precisar si Zapatero se reuniría con Ibarretxe antes de junio, como pretende el lehendakari. Éste tiene la intención de convocar por esas fechas un pleno monográfico en el Parlamento vasco sobre su hoja de ruta, que incluye la convocatoria de un referéndum.

Incapaces de desalojar a ANV

Y sobre este escenario, los partidos políticos democráticos se ven incapaces de desalojar a Acción Nacionalista Vasca (ANV) de los ayuntamientos que gobiernan. La Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Hernani rechazó ayer la moción de PSE-EE y PNV en la que se exigía la dimisión de los ediles que no condenaran la violencia. La abstención de la concejal de EB-IU fue, como sucedió la víspera en Mondragón, decisiva para que la iniciativa fracasara, ya que la votación acabó en empate: votaron a favor PSE, PNV, EA y PP; y lo hicieron en contra los ediles de ANV. El voto de calidad de la alcaldesa, Marian Beitialarrangoitia, terminó por hacer naufragar la moción.

Pese al fracaso de la iniciativa, la votación sirvió para recomponer, en parte, la maltrecha unidad ante ANV, ya que EA y PP, que no habían respaldado en Mondragón esta misma moción de socialistas y PNV, se decantaron por apoyarla en Hernani. Sin embargo, los representantes de EB-IU insistieron en desmarcarse de la doctrina de la coalición, por lo que Gaspar Llamazares, coordinador general de IU, anunció que los concejales de EB en Mondragón están “fuera” de la formación. Llamazares aseguró que sus concejales en Mondragón tienen “la sensibilidad de una almeja”, y agregó que se trata de “un fracaso de las fuerzas políticas democráticas en su lucha contra el terrorismo”.

De la Vega, que calificó de “indigno” el comportamiento de quienes no apoyaron la moción en Mondragón, indicó que los socialistas volverán a intentar que ANV pierda la alcaldía presentando en los próximos días otra iniciativa similar en ese ayuntamiento.

Han pasado casi 10 años desde que el Partido Socialista de Euskadi (PSE) abandonó el Gobierno vasco. Fue en junio de 1998 cuando su entonces secretario general, Nicolás Redondo Terreros, rompió abruptamente el Ejecutivo de coalición que desde hacía más de una década mantenía con el PNV por la traición que supuso el llamado Pacto de Estella. Hoy, el escenario ha cambiado radicalmente, y lo ocurrido en los ayuntamientos de Mondragón y Hernani es la mejor prueba del aislamiento de la izquierda abertzale y de la debilidad del actual tripartito vasco. Hasta el punto de que José Luis Rodríguez Zapatero no descarta reeditar una coalición de gobierno con el PNV, según aseguran fuentes gubernamentales. Pero con una condición previa irrenunciable: que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, entierre definitivamente sus planes soberanistas y la anunciada convocatoria de su referéndum ilegal.

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