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"Los desafíos que afrontan los bancos españoles les exigirán más provisiones"
  1. Economía
JAMES TOMLINS, GESTOR DE M&G

"Los desafíos que afrontan los bancos españoles les exigirán más provisiones"

Los mercados siguen agitados. Los diferentes planes de los bancos centrales, con la Reserva Federal (Fed) estadounidense anticipando ya retiradas de estímulos y el Banco Central

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"Los desafíos que afrontan los bancos españoles les exigirán más provisiones"

Los mercados siguen agitados. Los diferentes planes de los bancos centrales, con la Reserva Federal (Fed) estadounidense anticipando ya retiradas de estímulos y el Banco Central Europeo (BCE) dispuesto a rebajar más los tipos de interés, continúan alterando el pulso de los inversores y causando comportamientos extraordinarios en los distintos activos. Como en la deuda de alto rendimiento (high yield), zarandeada en las últimas semanas por esos planes monetarios. James Tomlins, gestor del fondo M&G European High Yield Bond, opina que la reciente corrección vista en este segmento "es sana" y, ampliando la perspectiva, no duda en asegurar que aún hay mucho trabajo por hacer en el sector bancario español... y europeo. 

Pregunta: Los rendimientos de la deuda de alta rentabilidad han llegado a caer bajo el 5%. ¿Es esta realidad sostenible?

Respuesta: Las rentabilidades marcaron un mínimo en torno al 4,5% en mayo, y esto no era realmente sostenible dada la consiguiente volatilidad en los mercados de bonos soberanos. Sin embargo, la corrección ha sido rápida y los rendimientos se mueven en torno al 5,7%. Este es un punto de partida mucho mejor para hablar de retornos sostenibles. Esto no quiere decir que el mercado no pueda registrar precios más bajos, ya que la volatilidad y los factores económicos aún pueden crear más pesimismo y bajar los precios. Sin embargo, yo doy la bienvenida a esta corrección porque el mercado estaba mostrando los primeros síntomas de recalentamiento, particularmente en algunas nuevas emisiones en las que todo el poder estaba en manos de los emisores de bonos. Ahora el poder está volviendo a los inversores en tanto que el capital y la liquidez han dado un susto y los proveedores de liquidez pueden extraer unas condiciones mucho mejores que hace cuatro semanas. El mercado de alta rentabilidad es un mercado más honesto a los precios actuales.

P: ¿Cómo puede encajar la deuda de alto riesgo la retirada de los estímulos monetarios en los próximos años?

R: El mercado de renta fija es fácil de valorar: como emisor estás pagando un diferencial de crédito para compensar al inversor del riesgo de impago y de la volatilidad. Creo que las previsiones de mayores intereses debido a la retirada de los estímulos en EEUU han comenzado a ser descontadas en los precios en el mercado. El segmento más vulnerable en este entorno es ahora el de la deuda a largo plazo con calificación de BB, que es más sensible a los tipos de interés. Cuando esta tendencia se propague al resto del mercado, necesitaremos centrarnos en los diferenciales de crédito y las tasas de impago como las principales referencias sobre el comportamiento futuro de las rentabilidades.

P.: ¿Qué sectores o compañías resultan ahora más atractivos para invertir en deuda privada?

R.: Tendemos a preferir las industrias más defensivas y generadoras de caja dentro de Europa, como son las compañías de servicio por cable y las empresas de embalaje. El sector que menos nos gusta es el automovilístico. Hay muchas compañías internacionales que emiten en euros pero que pueden beneficiarse de las positivas dinámicas de crecimiento en mercados como EEUU, donde los inversores podemos conseguir primas de riesgo europeas con fundamentales económicos estadounidenses, de ahí que consideremos que es un gran segmento en el que invertir. 

P.: En el reciente International Media Day que M&G celebró el Londres, aseguró que los bancos españoles necesitarán más capital. ¿Cuánto? ¿Por qué? 

R.: Los bancos españoles afrontan un número de desafíos a corto plazo que requerirán más provisiones. Si eso requerirá que deban levantar más capital o que sea proporcionado por las autoridades, dependerá de cada banco. Entre esos desafíos sobresalen los siguientes: el endurecimiento del tratamiento de las refinanciaciones anunciado recientemente obligará a los bancos a provisionar más, pero en general esas sumas vendrán de los beneficios y será diferido en pocos periodos; potencialmente, los próximos tests de estrés por parte del Banco Central Europeo podrían ser más duros con respecto a la calidad de los activos, algo que también conllevará más provisiones; un deterioro general de la calidad del crédito, dado que el desempleo permanece alto, y los precios bajo presión, dado que la Sareb empieza a vender sus propiedades, conducirán a que el precio de los activos de las carteras de los bancos no rescatados sean más bajos de lo que han provisionado; y los bancos españoles están pobremente posicionados para Basilea III, por lo que necesitarán más capital salvo que la normativa sea modificada. Todo ello exigirá más provisiones y más capital. La cuestión es de dónde vendrá, si de la retención de beneficios, ventas de activos, emisión de derechos o de más capital público para las entidades nacionalizadas. 

P.: La sensación es que el sector financiero de otros países también necesitará más capital. ¿Es así? 

R.: Sí, es cierto que los bancos británicos y franceses, como otros europeos, tendrán más necesidades de capital en los próximos años. Parte de esas necesidades pueden ser atendidas mediante la retención de beneficios en vez de pagar dividendos o realizar recompras de acciones. Los bancos también tienen la opción de recortar su tamaño y reducir el volumen de activos que necesitan financiar. Mientras algunos bancos tienen al mercado y podrían levantar capital, aún hay entidades que están demasiado débiles para salir al mercado y conseguir capital fresco, con lo que algunas resoluciones adicionales aún son ciertamente posibles. Aunque las circunstancias son diferentes en cada país, los bancos de la Unión Europea tendrán que conseguir más capital. Esta realidad conducirá a que una proporción mayor de sus activos se basarán en capital, más que en deuda o depósitos. La implementación de Basilea III en la Unión Europa significa que los bancos de cada estado tendrán un punto de partida más alto para el capital. Pero cada país decidirá esas mayores necesidades de capital en función de sus condiciones económicas y regulatorias particulares. En Reino Unido, por ejemplo, los reguladores nacionales ya han anunciado, de hecho, mayores necesidades de capital para varias entidades. Los bancos franceses están en varias etapas de sus planes para cumplir los nuevos requerimientos de capital, pero todavía tienen que hacer más progresos para reducir su apalancamiento. Además, esos planes fueron formulados a partir de unas previsiones económicas que bien podrían haber sido demasiado optimistas. 

Los mercados siguen agitados. Los diferentes planes de los bancos centrales, con la Reserva Federal (Fed) estadounidense anticipando ya retiradas de estímulos y el Banco Central Europeo (BCE) dispuesto a rebajar más los tipos de interés, continúan alterando el pulso de los inversores y causando comportamientos extraordinarios en los distintos activos. Como en la deuda de alto rendimiento (high yield), zarandeada en las últimas semanas por esos planes monetarios. James Tomlins, gestor del fondo M&G European High Yield Bond, opina que la reciente corrección vista en este segmento "es sana" y, ampliando la perspectiva, no duda en asegurar que aún hay mucho trabajo por hacer en el sector bancario español... y europeo.