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Histórico pinchazo del oro: de la corrección de hoy a la oportunidad de mañana
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EL METAL PRECIOSO SE ENCUENTRA A 500 DÓLARES DE SU RÉCORD

Histórico pinchazo del oro: de la corrección de hoy a la oportunidad de mañana

Parecía invencible. Doce años consecutivos de subidas forjaban esa aureola. Pero en 2013 está encontrando su kriptonita. Se trata del oro, que esta semana ha sufrido

Foto: Histórico pinchazo del oro: de la corrección de hoy a la oportunidad de mañana
Histórico pinchazo del oro: de la corrección de hoy a la oportunidad de mañana

Parecía invencible. Doce años consecutivos de subidas forjaban esa aureola. Pero en 2013 está encontrando su kriptonita. Se trata del oro, que esta semana ha sufrido su mayor descalabro en 30 años. Su cotización se hundió el lunes un 9%, porcentaje que, sumado al 5% que ya se había dejado el viernes previo, elevó la corrección en apenas dos sesiones hasta el 14%. Semejante sacudida situó su precio por debajo de los 1.400 dólares, algo que no ocurría desde comienzos de 2011. 

Tratándose de un activo tan seguido y sensible para los mercados, este varapalo vendedor desató todo tipo de especulaciones e interpretaciones, sin descartar incluso que tras esas caídas figure la mano de los bancos centrales en su deseo de silenciar al oro para que no profetice presiones inflacionistas. Pero, después de un pinchazo tan histórico, las miradas se dirigen ahora al futuro. ¿Se ha acabado el ciclo alcista del oro? ¿Tendrá fuerza para seguir subiendo? 

Un mercado sobrecomprado

Para analizar la situación del oro, los expertos distinguen dos momentos: el pasado más reciente y el futuro. Con respecto al primero, la visión es prácticamente unánime: el metal precioso necesitaba un respiro. "Esta podría ser la corrección que el oro necesita", aseguró desde el primero momento el gurú de las materias primas Jim Rogers, a Bloomberg. "Si cae lo suficiente, empezaré a comprarlo", añadió. "Era un mercado que estaba sobrecomprado, por lo que se encontraba expuesto a sufrir una corrección", sostiene Juan Ramón Caridad, director del Máster de Finanzas FIA. De hecho, aunque el descenso del oro se ha precipitado en abril, su debilidad se había acentuado en los últimos meses, para alegría de los productos que ganan cuando su precio baja, como ocurre con los fondos cotizados bajistas -ETFs bajistas- (ver gráfico). Es más, pese a que aún fue capaz de cerrar 2012 a un precio mayor al que lo empezó, su récord histórico cada vez estaba más lejano: lo marcó en septiembre de 2011 por encima de los 1.900 dólares.  

Esta interpretación es la que abre la puerta a la segunda fase: la del futuro. Y con esa perspectiva, las caídas actuales se ven como una bendición. Desde este punto de vista, los 500 dólares que separan ya al metal precioso de sus máximos históricos han dejado un espacio más que atractivo para una futura subida.  “Me encanta el hecho de que finalmente el oro esté cayendo porque eso ofrecerá una excelente oportunidad de compra", vaticinaba también esta semana otro de los inversores más famosos del mundo, Marc Faber. "El mercado alcista del oro no ha terminado", añadía."Se trata de una corrección saludable dentro un mercado alcista. El oro conserva la esencia de la subida que ha protagonizado estos años", subraya Marion Mueller, fundadora de oroyfinanzas.com

Terreno abonado 

La creencia de que el oro seguirá subiendo se sustenta en un terreno que parece abonado para que así ocurra. Y por varios motivos. El primero, las históricas medidas activadas por los bancos centrales para luchar contra la crisis. Por ahora, la Reserva Federal (Fed), el banco central estadounidense, sigue creando cada mes 85.000 millones de dólares -unos 65.000 millones de euros- que dedica a la compra de deuda pública y privada en el mercado. Añadiendo más presión, el Banco de Japón (BdJ) anunció a comienzos de abril que desde ahora y hasta final de 2014 duplicará el dinero que hay en circulación en Japón; y no se descarta que, en el futuro, el Banco de Inglaterra incremente el tamaño de su programa de compras de activos, con lo que pasaría a imprimir más libras. Todo ello, como aditivo a un entorno en el que los tipos de interés de los principales bancos centrales del mundo -incluido el Banco Central Europeo (BCE)- se encuentran en mínimos históricos. 

Toda esta munición constituye una invitación para que las expectativas de inflación retornen. Es más, de algún modo los bancos centrales buscan en una mayor inflación -es el objetivo explícito del Banco de Japón y la Fed ya ha confesado que será más tolerante con los precios- para aligerar la carga real de la deuda e incentivar que el dinero se mueva. Si ese efecto termina emergiendo y la inflación despierta, los inversores buscarán refugio en el oro. 

 

Un segundo motivo: factores estructurales. "No hay que olvidar que la oferta de oro es rígida y que el nivel de inventarios no es alto", recuerda Juan Ramón Caridad. Y en un mundo en el que China e India demandan cada vez mayores cantidades de oro para su industria joyera y en el que hay bancos centrales -como los asiáticos- que ven en el oro la alternativa ideal para diversificar la composición de sus reservas, el apetito por el metal precioso seguirá vivo. 

Definir un suelo

Sin embargo, tras el reciente varapalo, los analistas advierten de que el euro no se va a ir a los 1.900 dólares de la noche a la mañana. “Se espera un soporte cerca de los 1.300 dólares seguido de un período largo de consolidación, con una resistencia en los 1.550 dólares por onza”, menciona Ole S. Hansen, analista senior de materias primas de Saxo Bank. "En la situación actual se altera el dicho. En el caso del oro, lo importante ahora no es que el último euro lo gane otro, sino que el primer euro lo gane otro", avisa Juan Ramón Caridad. 

 

Por el momento, lo cierto es que, desde los 1.350 dólares a los que descendió el lunes, la onza de oro al contado ha encontrado aliento para acercarse de nuevo a los 1.400 dólares. A la espera de que consolide el suelo de la caída -si sigue bajando, los ETFs bajistas continuarán subiendo-, los ETFs alcistas o largos -los que suben cuando el precio sube- esperan su momento. En este sentido, y ante la volatilidad y los posibles cambios regulatorios que pueden acompañar a las materias primas, los expertos aconsejan centrar el foco en aquellos productos que invierten en oro físico -ver tabla-. 

Parecía invencible. Doce años consecutivos de subidas forjaban esa aureola. Pero en 2013 está encontrando su kriptonita. Se trata del oro, que esta semana ha sufrido su mayor descalabro en 30 años. Su cotización se hundió el lunes un 9%, porcentaje que, sumado al 5% que ya se había dejado el viernes previo, elevó la corrección en apenas dos sesiones hasta el 14%. Semejante sacudida situó su precio por debajo de los 1.400 dólares, algo que no ocurría desde comienzos de 2011.