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Las armamentísticas se disparan en bolsa al son de los tambores de guerra en Corea del Norte
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SUBEN MÁS DEL 5% EN MARZO

Las armamentísticas se disparan en bolsa al son de los tambores de guerra en Corea del Norte

Se trata de una apuesta al 50%. ¿Habrá o no habrá conflicto bélico tras la crisis abierta en Corea del Norte? La respuesta puede tener multitud

Foto: Las armamentísticas se disparan en bolsa al son de los tambores de guerra en Corea del Norte
Las armamentísticas se disparan en bolsa al son de los tambores de guerra en Corea del Norte

Se trata de una apuesta al 50%. ¿Habrá o no habrá conflicto bélico tras la crisis abierta en Corea del Norte? La respuesta puede tener multitud de repercusiones a pie de parqué, pero, por si acaso, los inversores han comenzado a tomar posiciones en las empresas armamentísticas. Este sector tiene multitud de tentáculos al estar formado por compañías dedicadas estrictamente a la fabricación de armamento, como Smith&Wesson, o grandes contratistas, como Lockheed Martin o Northrop Grumman, y otras que producen otros componentes utilizados en las contiendas, como generadores, motores o maquinaria aeroespacial (General Electric o Boeing).

En la madrugada del viernes al sábado el Gobierno norcoreano declaraba el estado de guerra frente a Corea del Sur, dando una nueva vuelta de tuerca a las ya tensas relaciones con Estados Unidos y otros países como Corea del Sur, China o Rusia. Desde entonces, la sucesión de bravuconadas y muestras de fuerza han sido incesantes y se han convertido en el mejor caldo de cultivo para el negocio del armamento en bolsa. El último desplante llegaba este lunes desde Seúl, anunciando una “fuerte respuesta” ante las amenazas de su vecino del norte. Las tensiones se recrudecen y las armamentísticas en bolsa se disparan, nunca mejor dicho.

Este sector está formado por grandes contratistas que firman acuerdos multimillonarios con los distintos Gobiernos de todo el mundo. El negocio está servido con el aumento de las tensiones entre los ejes pero la ola sólo puede aprovecharse si la empresa en cuestión consigue alguno de estos contratos. Una vez logrado, encargarse de proveer a todos los bandos garantiza un lucrativo negocio. Sirva de ejemplo que el Gobierno norcoreano, a pesar de su confeso odio hacia lo que denomina “imperialismo estadounidense”, mantiene multitud de convenios con compañías con bandera de EEUU que actúan como proveedores de tanques, armamento de asalto o baterías antiaéreas, entre otros.

A más tensión, mayor subida en bolsa

En la práctica del mercado, la batalla, hasta ahora dialéctica, se ha traducido en repuntes para buena parte del sector. Las acciones de Lockheed Martin, el contratista militar más grande del mundo por volumen de ingresos, despidió marzo en los máximos desde octubre de 2008, por encima de los 96 dólares. Esta compañía, fundada en 1995 está fuertemente vinculada al Departamento de Defensa estadounidense, del que provienen más del 90% de sus ingresos. Sólo en el mes de marzo el valor ha subido casi un 10%, frente al 4,5% acumulado en lo que va de año, y ha agotado el potencial alcista a un año que le otorgaban los expertos.

El caso de Lockheed Martin no es el único. Raytheon es otro de los mayores contratistas de EEUU, con una facturación media anual de 25.000 millones de dólares (el 90% procedente de contratos de defensa). ¿Su especialidad? Los misiles teledirigidos. Cerró marzo con un repunte del 7,75% y agotó así también su potencial alcista. Por su parte, General Dynamics, un conglomerado de empresas de equipamiento militar, especializado en misiles Tomahawk, aviones F16 y tanques M1 Abrams, también se ha apuntado a la fiesta bursátil con subidas en cuatro de las cinco últimas sesiones que la han llevado a cerrar marzo con un alza de casi un 4%.

Northrop Grumman, el tercer mayor contratista de defensa militar en EEUU, está especializado en la construcción de buques de guerra, después de haber absorbido durante los últimos años multitud de empresas aeroespaciales. El valor ha cerrado las últimas tres sesiones con subidas y se ha anotado un 7% en marzo y un 3,8% en lo que va de año. Sus acciones se mueven en el entorno de los 70 dólares, muy por encima de las estimaciones a un año de los expertos, que hasta la semana pasada lo situaban en 66 dólares.

El negocio de las armas es centenario y prueba de ello es Smith&Wesson, una compañía fundada en 1852 que pasará a la historia por ser sello inequívoco de las películas de Clint Eastwood. Esta firma también es uno de los principales proveedores de armas para las fuerzas armadas de buena parte del mundo. La compañía, más especializada en el armamento de asalto que en el equipo más pesado, no ha experimentado el mismo repunte que la anterior pero los expertos han elevado su potencial alcista hasta situarlo en el 36%.

Aunque las firmas con sello estadounidense dominan el sector, Europa también tiene a dos grandes exponentes. Uno es la británica BAE Systems, que cerró marzo con una subida del 11% y del 17% en lo que va de 2013, agotando también el potencial que le vaticinaban los expertos. Por su parte, en Alemania destaca Rheinmetall, una firma a la que los expertos sitúan en 42 euros a un año vista, frente a los 36 a los que cerró el pasado viernes.

Por último, y no menos importante, otras firmas participan activamente en este negocio al fabricar componentes que se emplean en las contiendas. General Electric desarrolla motores nucleares para uso militar, Honeywell se encarga de sistemas aeroespaciales, United Technologies produce productos de alta tecnología, helicópteros o motores de avión y Boeing es el rey de la industria aeronáutica.

Y si al final no hay guerra…

Sin embargo, la inversión en el sector no está carente de riesgos. ¿Y si al final no hay guerra alguna? Los analistas recuerdan que Barack Obama y el Partido Demócrata han situado entre sus prioridades la reducción del gasto en defensa, para aligerar la deuda insostenible que arrastra el país y que supone todo un quebradero de cabeza desde hace meses. Estados Unidos viene de encajar desde principios de marzo en su economía un duro revés en forma de secuestro presupuestario (recortes por valor de 85.000 millones), después de que fracasaran todas las negociaciones para llegar a un acuerdo entre las distintas formaciones políticas.

“En caso de que no se produzca ningún conflicto bélico, Obama continuará con sus planes y va a tirar de tijera antes o después, recortando las partidas presupuestarias en defensa. Es algo que ya se venía debatiendo desde hace meses y ahora la incógnita es qué pesará más, si el peso de una deuda que necesariamente se tiene que ir reduciendo o la sensación de amenaza a la seguridad del país, a la vista del órdago de Corea”, apuntan fuentes del mercado.

Se trata de una apuesta al 50%. ¿Habrá o no habrá conflicto bélico tras la crisis abierta en Corea del Norte? La respuesta puede tener multitud de repercusiones a pie de parqué, pero, por si acaso, los inversores han comenzado a tomar posiciones en las empresas armamentísticas. Este sector tiene multitud de tentáculos al estar formado por compañías dedicadas estrictamente a la fabricación de armamento, como Smith&Wesson, o grandes contratistas, como Lockheed Martin o Northrop Grumman, y otras que producen otros componentes utilizados en las contiendas, como generadores, motores o maquinaria aeroespacial (General Electric o Boeing).

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