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El tiempo se agota: cuenta atrás para que Estados Unidos esquive el 'secuestro presupuestario'
  1. Economía
CUATRO CLAVES PARA ENTENDER EL 'SEQUESTRATION'

El tiempo se agota: cuenta atrás para que Estados Unidos esquive el 'secuestro presupuestario'

La economía estadounidense vuelve a estar en la encrucijada. Este viernes se cumple la fecha tope para que entren en vigor unos mecanismos prefijados de ajuste

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El tiempo se agota: cuenta atrás para que Estados Unidos esquive el 'secuestro presupuestario'

La economía estadounidense vuelve a estar en la encrucijada. Este viernes se cumple la fecha tope para que entren en vigor unos mecanismos prefijados de ajuste del gasto público, denominados sequestration. La situación, inevitablemente, recuerda al pasado reciente cuando, a finales del pasado año, un acuerdo in extremis entre republicanos y demócratas consiguió esquivar el abismo fiscal o fiscal cliff (un peligroso cóctel de recorte de gastos y ajustes fiscales) que amenazaba con lastrar más del 4% del producto interior bruto (PIB) del país. Con todo ello, se plantean varias incógnitas: 

1. ¿Qué es el sequestration?

Se trata de la nueva piedra de toque que se cruza en el camino de Estados Unidos. De fondo nada ha cambiado. El distanciamiento entre demócratas y republicanos a la hora de practicar recortes en el gasto público sigue siendo el escollo que fundamenta todos los problemas. La solución alcanzada a finales de año para posponer los efectos del fiscal cliff llevaba implícita la necesidad de encontrar un punto de acuerdo sobre los ajustes en los gastos dos meses después. De lo contrario, se pondrán en marcha una serie de recortes automáticos valorados en 85.000 millones de dólares sobre la práctica totalidad de servicios públicos y organismos con especial incidencia en el presupuesto militar, que se llevaría casi la mitad del tijeretazo.

El pasado martes el presidente Barack Obama alertaba sobre los riesgos que tiene dicho secuestro: “Los efectos son mucho peores que el nombre, y los recortes no serán inteligentes ni justos, haciendo un daño a nuestra economía que no tendría que producirse”. La realidad es que ninguno de los dos partidos se siente cómodo con esta situación que, según los expertos, amenaza con llevarse por delante un 0,6% del PIB del país.

Esta semana un peso pesado del partido republicano como John McCain incidía en el impacto que la medida tendrá sobre las cuentas del ejército y la capacidad para defender la nación. No obstante, el profundo distanciamiento entre las fuerzas políticas sigue quedando en relieve. Los demócratas se inclinan por los presupuestos de Defensa como principal área de recortes, mientras que los republicanos apuntan a las partidas de Sanidad.

2. ¿Cómo afectará a la economía estadounidense?

El recorte sobre determinados servicios públicos ya está fijado en la Ley de Control Presupuestario, aprobada en 2011. En los últimos días, desde la Casa Blanca se ha lanzado insistentemente un mensaje con tintes de terror -buscando la presión ciudadana sobre los republicanos- alertando sobre el escenario que está a punto de abrirse. Los veteranos de guerra dejarían de cobrar sus pensiones, los aeropuertos registrarían largas colas al reducirse las horas de trabajo de controladores y aduaneros, se reducirían  las operaciones navales y de fuerzas aéreas, miles de familias se quedarían sin subvenciones escolares y sanitarias… y así hasta completar un panorama caótico, pendientes una vez más de una cuenta atrás.

El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, ha asegurado durante su comparecencia de esta semana en el Senado que el efecto de la entrada en vigor de los recortes automáticos, dado el moderado ritmo de crecimiento de la economía, resultaría significativo para la recuperación a corto plazo". Sin embargo, ha advertido de la necesidad de poner en marcha un plan gradual a medio plazo para equilibrar las cuentas públicas e instó a republicanos y demócratas a que alcanzaran un acuerdo antes del 1 de marzo para evitar males mayores. Por lo pronto, la agencia de calificación Fitch ha avisado de que, aunque no peligra la nota crediticia del país, la activación del secuestro presupuestario incrementaría las presiones sobre su calificación.

En opinión de José Luís Martínez, analista de Citi, “el impacto en el PIB estadounidense es asumible en una economía que ha crecido en el primer trimestre un 1,5%, si bien es cierto que se dejará notar en los datos del segundo trimestre, evidenciando la desaceleración”.

Esta opinión no es compartida por Daniel Lacalle, gestor del fondo de inversión Ecofin, quien se cuestra partidario de los recortes, ya que “toda medida para ampliar el gasto es pan para hoy y hambre para mañana”. Lacalle considera que “es un efecto más positivo de lo que se cree, frente a aquellos que defienden que hay que mantener el PIB a toda costa, a pesar de tirar el dinero por la ventana” e incide en que es una medida “puramente quirúrgica en la que no hay truco alguno”.

3. ¿Cómo afectará a los mercados?

Hasta el momento los principales índices estadounidenses no han reaccionado con signo bajista ante la proximidad del secuestro y han prestado más atención a las palabras de Bernanke, en las que defendía los beneficios de las políticas expansivas y asumía los riesgos que conllevaban.

En este punto los expertos tampoco llegan a ponerse de acuerdo del todo. Según Miguel Pareja, analista de Bolsa 3, “una falta de acuerdo provocará una inercia vendedora que se traducirá en una severa corrección, dados los niveles actuales de sobrecompra en los que se encuentran los índices estadounidenses”.

Distinta percepción tiene José Luís Martínez, que cree que “el mercado está muy soportado y será difícil que el S&P 500 pierda el nivel de los 1.490 puntos”. Por su parte, Lacalle considera que “el desplome de las bolsas no llegará a producirse ya que los recortes afectan a los sectores públicos y en ellos no hay muchas empresas cotizadas”.

4. ¿Cuáles son los siguientes retos fiscales a los que EEUU hará frente?

La siguiente fecha marcada en rojo para demócratas y republicanos es el próximo 19 mayo. En ese momento el límite del techo de deuda volverá a debate, tal y como fue pactado por las dos facciones políticas en el acuerdo de mínimos al que se llegó para poder salvar el match ball que suponía el abismo fiscal a finales del pasado año.

En opinión de Rafael Ojeda, analista de Miramar Capital, “es muy probable que se alcancen acuerdos que permitan elevarlo, ya que el partido que deje piedras en el camino tendrá que dar explicaciones a los ciudadanos. Hasta entonces no hay que dramatizar, todo parece bastante controlado y desde EEUU no van a dejar escollos que entorpezcan la recuperación económica”.

La economía estadounidense vuelve a estar en la encrucijada. Este viernes se cumple la fecha tope para que entren en vigor unos mecanismos prefijados de ajuste del gasto público, denominados sequestration. La situación, inevitablemente, recuerda al pasado reciente cuando, a finales del pasado año, un acuerdo in extremis entre republicanos y demócratas consiguió esquivar el abismo fiscal o fiscal cliff (un peligroso cóctel de recorte de gastos y ajustes fiscales) que amenazaba con lastrar más del 4% del producto interior bruto (PIB) del país. Con todo ello, se plantean varias incógnitas: