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Los Ferrari desaparecen de las carreteras de su Italia natal
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LA CRISIS, LOS IMPUESTOS Y LAS REDADAS CONTRA RICOS LOS BORRAN DEL MAPA

Los Ferrari desaparecen de las carreteras de su Italia natal

Cruzarse con un Ferrari siempre ha sido un acontecimiento, pero hacerlo en una autopista italiana empieza a considerarse poco menos que un milagro. Y es que

Foto: Los Ferrari desaparecen de las carreteras de su Italia natal
Los Ferrari desaparecen de las carreteras de su Italia natal

Cruzarse con un Ferrari siempre ha sido un acontecimiento, pero hacerlo en una autopista italiana empieza a considerarse poco menos que un milagro. Y es que en los últimos meses los superdeportivos con denominación de origen de Maranello están desapareciendo del asfalto italiano a velocidad de vértigo, en lo que se considera un símbolo de la gravedad de la crisis que atraviesa el país transalpino. Según pone de manifiesto la agencia Bloomberg, los datos muestran que el legendario ‘cavallino rampante’ se está convirtiendo en una especie en peligro de extinción en el que solía ser su hábitat natural.

Por un lado, cada vez hay menos italianos en disposición de concederse un capricho de esas dimensiones y la demanda está por los suelos: IHS Automotive prevé que las ventas de coches de lujo se hundan este año un 47% respecto a las cifras de 2008. Por otro, no son pocos los necesitados de liquidez que han decidido desprenderse de sus coches: el número de vehículos usados de alta gama que han sido exportados en los primeros cinco meses de 2012 triplica al del mismo periodo de 2011.

El entorno económico italiano (cuatro trimestres seguidos en retroceso y el paro en máximos de 13 años) también ha obligado a FIAT a replantearse el futuro. El mayor fabricante de Italia y poseedor del 90% de Ferrari detuvo temporalmente sus inversiones en el país y ha cerrado una fábrica en Sicilia mientras decide la posible eliminación de otra planta más, además de acelerar sus movimientos hacia otros mercados más sólidos como Estados Unidos o China.

Redadas contra los conductores de lujo

En el fenómeno de las desapariciones de coches de alta gama ha tenido mucho que ver la llegada al poder de Mario Monti, ya que el primer ministro ha aumentado los impuestos a los vehículos de lujo como parte de sus reformas presupuestarias. A modo de ejemplo, un poseedor de un Lamborghini Aventador (valorado en 316.000 euros) debe pagar ahora alrededor de 8.400 euros, cuando antes de las reformas la cifra no llegaba a los 2.000.

Por si fuera poco, tener un 'superdeportivo' en Italia se ha convertido en garantía de ser observado con lupa por la Hacienda pública. Desde el pasado diciembre, las autoridades han llevado a cabo docenas de redadas en zonas acomodadas como la estación de esquí de Cortina d’Ampezzo o la localidad de Portofino en la Riviera. En estas operaciones especiales, los agentes dan el alto a los coches de lujo para comprobar si sus poseedores han declarado rentas suficientes (y pagado sus correspondientes impuestos) que justifiquen su estilo de vida.

“Muchos dueños de Ferrari quieren librarse de sus coches después de que la policía financiera apareciese en uno de nuestros eventos para hacer registros”, admite a Bloomberg Fabio Barone, que preside ‘Passione Rossa’, un club de propietarios de coches de la marca.

El mes pasado, la policía financiera arrestó a un hombre que conducía un Ferrari F40 cerca de Venecia por no haber pagado impuestos por valor de ocho millones de euros desde 2006, y otra operación desplegada en Bergamo sirvió para localizar a un evasor de impuestos que debía al fisco tres millones. Probablemente se le quitaron las ganas de volver a ponerse al volante de su flamante F131.

Cruzarse con un Ferrari siempre ha sido un acontecimiento, pero hacerlo en una autopista italiana empieza a considerarse poco menos que un milagro. Y es que en los últimos meses los superdeportivos con denominación de origen de Maranello están desapareciendo del asfalto italiano a velocidad de vértigo, en lo que se considera un símbolo de la gravedad de la crisis que atraviesa el país transalpino. Según pone de manifiesto la agencia Bloomberg, los datos muestran que el legendario ‘cavallino rampante’ se está convirtiendo en una especie en peligro de extinción en el que solía ser su hábitat natural.