Lendl, el valedor de Andy Murray en su camino hacia un grande

Ya es el número tres del mundo. Andy Murray se ha subido al tercer cajón de la ATP tras lograr el primer grande de su carrera. El escocés se adjudicó el US Open tras una final épica ante Novak Djokovic, fue en 5 sets, sufriendo y, sobre todo, con la serenidad que le había faltado en otras ocasiones. De Murray se decía que era de mente débil, que la cabeza le fallaba en los momentos importantes, pero esta madrugada terminó con el maleficio y Ivan Lendl ha tenido mucho que ver. Delante de él tenía a Djokovic, el número dos del mundo, temido no sólo por su tenis sino también por su capacidad de saber estar, pero el ahora número 3 no se mermó y evitó que el serbio revalidase el título en la cita americana.

Andy Murray lo ha conseguido, ha ganado el US Open y en su palmarés ya figura un grande. El escocés, que se embolsará 1,9 millones de dólares por este título, lo ha logrado después de un verano triunfal en el que destaca, por encima de todos sus títulos, el oro logrado en los Juegos Olímpicos de Londres después de dominar la final, por 6-2, 6-1 y 6-4, a Roger Federer. Ahora, con 25 años el escocés ya presume de tener junto a su medalla dorada y un grande, título que ha logrado en un torneo que no contó con la presencia de Rafa Nadal y en el que el actual número 1 del mundo, Roger Federer, no estuvo a la altura y dijo adiós al torneo en cuartos de final tras caer ante Berdych. Era la ocasión perfecta para Murray y el escocés no la desaprovechó.

Si hay un valedor del jugador escocés ese es Ivan Lendl, el legendario jugador checho, nacionalizado estadounidense, lo ganó todo como profesional y, aunque estuvo muchos años alejado del circuito de tenis mundial, volvió y lo hizo para entrenar a Andy Murray. El escocés era una promesa del tenis pero le fallaba su racha de ‘perdedor’ en los grandes torneos. Cuando Lendl llegó los triunfos empezaron a llegar y además de forma consecutiva.

"El objetivo", admitió Lendl, era conseguir que Murray pudiese ganar torneos de Grand Slam y el mismo había comenzado a cumplirse. "Ha hecho dos torneos fantásticos este año con los Juegos Olímpicos y el Abierto y me siento muy feliz por él", declaró Lendl sin perder nunca la seriedad de su rostro. Lendl fue un maestro en como saber librar ese tipo de batallas, irónicamente también jugó un partido de cuatro horas y 55 minutos, uno más que el que duró el de Murray contra Djokovic, cuando se enfrentó en 1988 al sueco Mats Vilander y lo perdió.

"Puedes perder o ganar, pero al campo se tiene que salir y estar dispuesto a darlo todo bajo cualquier circunstancia y sin que la extrema presión que puedan sentir te impida ejecutar tu mejor tenis". Esta es la consigna de Lendl y parece que Murray la ha aprendido a la perfección, al menos de momento.