Las 'Xiquitasteam' ya son medalla, algo que ni ellas mismas se creen

Se hablaba de la posible medalla de Iker y Xavi, de la casi segura de Alabau o de la probable de Rafa Trujillo, pero ya tienen una medalla colgada al cuello. Ahora falta por saber la altura del cajón, pero ya no les quita nadie subir al podio olímpico de la clase Elliot. Ayer derrotaron al equipo ruso en las semifinales Match Race y ahora ya solo tienen por delante a la embarcación de Australia para regresar a España con el oro al cuello. Son Támara Echegoyen, Sofía Toro y Ángela Pumariega. Ni ellas mismas se esperaban este rendimiento. “Está siendo una sorpresa. No era nuestro objetivo, pero hemos ido poco a poco y todavía no nos creemos lo que nos está pasando”, afirma la patrona del barco autodenominado ‘XiquitasTeam’.

Sorprende el éxito que está ha alcanzando por ser un barco nada habitual a los triunfos españoles, pero no por el currículum de las deportistas. Echegoyen es triple campeona del mundo en la clase Vaurien, que buscó sin éxito su clasificación para Pekín en la clase 470. Toro se inició a los ocho años en la clase Optimist, para pasar después por la Laser y el Crucero. Pumariega se inició de tripulante en el Barcelona World Race, para pasar al Snipe.

En 2008 empezaron a navegar juntas Echegoyen y Toro para probar suerte en Match Race, para un año después sumar al proyecto a la tercera de los ya medallistas olímpica. La condición que la patrona le puso sobre la mesa era la de engordar, casi 10 kilos, pasando a los 60, para acercarse a los 200 del total de la tripulación. Tras el inicio de los entrenamientos, la patrona vio que habían dado en el clavo, decidiendo que el equipo pasaba a llamarse XiquitasTeam.

Decidieron pasar a entrenarse juntas en Villagarcía de Arousa, pero al principio se quedaron fuera del equipo olímpico al quedar quintas en el preolímpico, para un año después ganar el campeonato de España tras subirse por primera vez en la clase Elliot, la elegida para el Match Race en Londres, cuando en España solo existían seis unidades de ese monotipo.

Los muchos inconvenientes los han solventado con ocho horas de entrenamiento diario en el agua. Una vez con la clasificación para los Juegos en el bolsillo, pasaron a seguir los consejos de Manu Weiller y tuvieron además la ayuda de Álvaro Marinho, regatista en estos Juegos de la categoría de 470. El entrenador del equipo es Toni Otero.

 “Estamos navegando en unos Juegos como si estuviéramos en Santander en una regatita, vamos muy tranquilas. Me ha sorprendido gratamente cómo ha respondido mi equipo a este reto, para mí eso ya es un gran triunfo”. La clave del éxito la tiene la patrona: “No es otra que cantar y bailar la vaina loca”. Y todo para empezar el día con una sonrisa.