La Reina Sofía y los Principes, expulsados de la zona mixta al tratar de saludar a Nico García

La anécdota en la final de Taekwondo llegó en la zona mixta. Tras la consecución de la medalla de plata por parte de Nicolás Garcia, que perdió la final con el argentino Sebastian Crismanich, los Reina Doña Sofía y los Principes de Asturias acudieron a la zona mixta para saludar y felicitar al deportista español. En ese momento, un voluntario de la organización de los Juegos no permitió el paso de las autoridades españolas al no disponer de la acreditación adecuada. Rápidamente le comentaron "¿sabes quiénes son?", a lo que el voluntario respondió con un rotundo "me da igual". Finalmente, solucionado el 'altercado', los miembros de la Casa Real pudieron acceder al medallista de plata español, le transmitieron su enhorabuena y pudieron darle el abrazo correspondiente. 

En el combate de Nico también estuvieron presentes el exministro de Defensa Federico Trillo y el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, quien mostró su satisfacción ante la actuación del deportista español y por la nueva medalla conquistada por la delegación española, la decimoquinta hasta el momento.

Lo primero que manifestó el flamante medallista de plata fue que "ahora me voy a unir a la fiesta de Joel y Brigitte y el domingo animaré al equipo de gimnasia rítmica, que también están cerca de la medalla". Y es que, curiosamente, una de las componentes del equipo español, Lidia Redondo, es la novia de Nico García.

Respecto al combate, el español dejó muy claro que "no podía ir de frente con el argentino, me hubiera ganado fácil. La estrategia era buena, aguantar, y aprovechar los errores, pero él ha golpeado primero. Ha sido una verdadera pena". Además, apuntó que "he llegado muy desgastado por los anteriores combates. Mi idea era ir combate a combate y he conseguido la plata. Si hubiera pensado en la medalla desde el principio me hubiera pasado como al iraní. Estos torneos son así".

Por último, se acordó también de su familia. "Mis padres me han enseñado a valorar las cosas. El taekwondo lo es todo para mí, pero también he sacado tiempo para estudiar arquitectura. Y es que mis padres ya me avisaron que no debía abandonar los estudios. En el momento en que lo hiciera me hubieran mandado de vuelta para Las Palmas", comentó entre risas.