Morata, la constancia del ‘niño’ empeñado en triunfar en el Real Madrid

Convendremos que no es nada fácil ser canterano y triunfar en el primer equipo, y a los hechos nos podemos remitir. Lejos quedan los tiempos de la ‘Quinta del Buitre’, donde aquella gran hornada de jóvenes futbolistas mandaba en España y trataba (sin éxito final) de conquistar Europa. El tema de la cantera en el Real Madrid es el eterno debate periodístico y de los propios aficionados. ¿Los jóvenes deben tener más oportunidades? ¿Realmente piden paso? Para gustos los colores. Mientras unos defienden que merecen mejor trato, otros creen que si alguien es lo suficientemente bueno, terminará siendo jugador de la primera plantilla.

El último caso de este tipo es el de Álvaro Morata. El joven delantero llegó al club blanco en 2008, con 16 años, y comenzó su andadura en la ‘Casa Blanca’ desde el Juvenil C. Por aquel entonces, Míchel era el director de la cantera madridista y hablaba maravillas de sus condiciones, al igual que su técnico Sergio Piña. Era un diamante que había que pulir, pero la materia prima ya estaba ahí.

Humilde y trabajador, Morata comenzó a cargar de goles su mochila y a dar motivos para la esperanza entre quienes siguen la cantera blanca. Y es que el Santiago Bernabéu está ávido de futbolistas de la casa. Cada vez que irrumpe un canterano, el estadio de Chamartín sonríe de otra manera. La identificación con este tipo de jugadores es tal que perdonan cualquier pecado de juventud y se tiene la paciencia que no se concede a otros.

A pesar de que ésta es su primera temporada como jugador de la primera plantilla (firmó su nuevo contrato el pasado mes de julio), el delantero juega con el Castilla pero es habitual en los entrenamientos y en la dinámica del grupo desde hace un par de temporadas. Su debut oficial se produjo en la campaña 2010-2011 en un Zaragoza-Real Madrid en La Romareda, a lo Raúl González Blanco. José Mourinho ha creído en este futbolista más que en otros canteranos, casos de Jesé, Carvajal o Álex Fernández, aunque eso no se haya traducido en demasiados minutos.

Eso sí, Morata ha aprovechado todos y cada uno de los que le ha concedido el portugués. Esta campaña lleva ocho partidos jugados, ha anotado dos goles y ha dado dos asistencias, una de ellas la de ayer a Benzema en el ‘Clásico’ contra el Barça, la madre de todos los partidos. El canterano jugó los 90 minutos y cuajó una gran actuación, tan sólo con el lunar de la ocasión marrada ante Valdés en un mano a mano con empate a uno en el marcador. “Ha sido una lástima. Como siempre hago, me pondré el vídeo para analizar la jugada y espero que la próxima entre”, comentaba el futbolista en la zona mixta del Bernabéu.

Y es que estas declaraciones son el fiel reflejo de lo que es Álvaro Morata. Un niño empecinado en triunfar en el club de sus amores, donde se ha criado futbolísticamente y como persona, y que no está dispuesto a dejar pasar este tren. El ariete espera que éste sea sólo el comienzo de una fructífera trayectoria en el Real Madrid. Sabe que es tremendamente difícil triunfar en un club como éste, pero tiene claro que no va a ser por no poner toda la carne en el asador. “Seguiré trabajando para poder aprovechar las oportunidades que me den”, repite insistentemente. La cuestión ahora es: si se va Mourinho a final de temporada, ¿el entrenador que venga confiará y contará con él? Lo que es seguro es que el delantero madrileño le pondrá las cosas muy difíciles al entrenador en cuestión.