Tito Vilanova plantea ahora al club la necesidad de fichar un central en enero

Tito Vilanova se ha dado de bruces con la terca realidad: necesita un central. No hay vuelta de hoja. Por más que se empeñe en readaptar jugadores para cubrir las continuas ausencias de Carles Puyol y Gerard Piqué, el técnico del Barcelona no da con la solución definitiva en el eje de la zaga. Mascherano se ha venido a menos, Song no es apto para esta función y Adriano, el último experimento, no deja de ser una dudosa solución de urgencia. Por supuesto, los canteranos Bartra y Fontás ni entran en sus planes.

Con este complicado panorama, Tito Vilanova no ha tenido más remedio que cambiar su discurso y reclamar al club una solución, que no es otra que acudir al mercado de invierno para contratar a un auténtico central que llegue para cubrir el enorme hueco que dejan las bajas de Puyol y Piqué. El técnico ha mantenido una reunión con Zubizarreta en el que le ha hecho ver al director deportivo la necesidad de reforzar la zaga en enero. El fracaso continuo en el intento de suplir las bajas en el eje defensa obliga a fichar un futbolista especialista en esa demarcación y de garantías.

No queda otra y club estará atento a las posibilidades que ofrece el mercado en los últimos meses. Sobre la mesa ya ha estado recientemente el nombre de Nemanja Vidic. El central del Manchester United, que ya estuvo en la órbita azulgrana hace dos temporadas, parece responder a las necesidades planteadas: tiene experiencia (30 años) y un físico poderoso. Sin embargo, la lesión de menisco que se produjo en el arranque de temporada es un hándicap importante para acabar recalando en el Camp Nou.

En cualquier caso, tanto el club como el entrenador se han dado cuenta que fue un error su decisión de no contratar a nadie el pasado verano después de que se esfumara la posibilidad de fichar al Thiago Silva, el gran objetivo de la dirección deportiva para reforzar la zaga de cara a la presente temporada. El brasileño, dotado de una gran calidad y muy del estilo de juego del Barcelona, se decantó por el PSG después de que el AC Milan le pidiera a Sandro Rosell 40 millones de euros para hacerse con sus servicios. Una cantidad que, para nada, estaba dispuesto a desembolsar el presidente del Barça. Tras el fichaje frustrado de Silva, fue cuando Vilanova y Zubizarreta decidieron ir parcheando con soluciones dentro de la plantilla los contratiempos que tuvieran en defensa. No que no esperaban es que fueran tantos y tan continuados. Ahora esperan enmendar su error.