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La afición del Athletic, obligada a querer a Fernando Llorente tras anotar su primer gol
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EL RIOJANO VOLVIÓ DESPUÉS DE UN VERANO MOVIDO Y ANOTÓ UN GOL A LOS TREINTA SEGUNDOS

La afición del Athletic, obligada a querer a Fernando Llorente tras anotar su primer gol

Los grandes jugadores no necesitan demasiado tiempo para reivindicarse. Y Fernando Llorente es uno de ellos. Tras un verano convulso, con las especulaciones acerca de su

Foto: La afición del Athletic, obligada a querer a Fernando Llorente tras anotar su primer gol
La afición del Athletic, obligada a querer a Fernando Llorente tras anotar su primer gol

Los grandes jugadores no necesitan demasiado tiempo para reivindicarse. Y Fernando Llorente es uno de ellos. Tras un verano convulso, con las especulaciones acerca de su salida del Athletic de Bilbao y los reproches de buena parte de la afición bilbaína ante su postura firme de no renovar por el club de San Mamés, el delantero riojano tan sólo necesitó treinta segundos en el terreno de juego para demostrar la talla de jugador que es. Recuperado ya de sus problemas físicos, Marcelo Bielsa decidió convocarlo por primera vez esta temporada en Liga para el partido ante el Espanyol y, dado como se ponía el duelo en Cornellá, echó mano de él mediada la segunda mitad. Llorente olvidó todo lo sucedido en los últimos meses, saltó al césped y respondió de la manera que mejor sabe, anotando un gol, en esos momentos el 2-2.

Dejando al margen lo sucedido este verano, hay una cosa clara. El Athletic necesita a Llorente y viceversa. Ambos están condenados a entenderse, toda vez que no se ha producido la venta del futbolista. El conjunto de San Mamés no podía permitirse el lujo de prescindir de un jugador tan valioso, como algunos apuntaban de dejarle en la grada en el momento álgido de la polémica, y para el ariete internacional sería un gran paso atrás quedarse una temporada en blanco. Ambos han comprendido la situación a la perfección y remarán en la misma dirección hasta el 30 de junio (o el mercado de invierno, quién sabe). Ayer, en Cornella-El Prat, comenzó a renacer ese binomonio tan exitoso en campañas anteriores.

Es evidente que el gran examen de Llorente está aún por pasar. Será el próximo domingo ante el Málaga. La reacción de San Mamés es predecible. A pesar del tanto logrado ayer, el jugador será recibido con una sonora pitada, y es que la masa social del Athletic no comparte la actitud del futbolista y su entorno y lo considera un desplante a la entidad. Llorente no ha sido el primero, ni será el último en vivir una situación semejante, y la única manera de cambiar los pitos por aplausos será protagonizar varios momentos como el de Cornellá. Si Llorente vuelve a su habitual cita con el gol, la Catedral volverá a rendirse al mejor delantero que el equipo bilbaíno ha tenido en muchísimo tiempo.

Pero no todo deben ser flores para el internacional. Las formas en las que ha llevado su intento de salida del club quizá no han sido las más adecuadas, pero cabría detenerse y analizar fríamente el porqué. Su entorno, fundamentalmente su representante y hermano, se ha visto sobrepasado por un asunto que se ha convertido en uno de los grandes focos mediáticos de este verano. La reconducción del mismo se antoja vital para todas las partes. En el caso del futbolista y su gente deberían reflexionar y comprobar que todo este tema ha llevado a que el futbolista se haya perdido varios partidos con su equipo y se haya caído incluso de una lista de Vicente del Bosque, algo que no sucedía desde hace años.

Sólo hay un camino, y Cornellá ha sido la primera estación. A partir de ahora, el Athletic rugirá mucho más fuerte teniendo entre sus huestes al ‘Rey león’. Fernando Llorente ha vuelto y los aficionados al fútbol están de enhorabuena.

Los grandes jugadores no necesitan demasiado tiempo para reivindicarse. Y Fernando Llorente es uno de ellos. Tras un verano convulso, con las especulaciones acerca de su salida del Athletic de Bilbao y los reproches de buena parte de la afición bilbaína ante su postura firme de no renovar por el club de San Mamés, el delantero riojano tan sólo necesitó treinta segundos en el terreno de juego para demostrar la talla de jugador que es. Recuperado ya de sus problemas físicos, Marcelo Bielsa decidió convocarlo por primera vez esta temporada en Liga para el partido ante el Espanyol y, dado como se ponía el duelo en Cornellá, echó mano de él mediada la segunda mitad. Llorente olvidó todo lo sucedido en los últimos meses, saltó al césped y respondió de la manera que mejor sabe, anotando un gol, en esos momentos el 2-2.