Tras el adiós de Guardiola, se abre la puerta de salida para Estiarte, Unzúe y Buenaventura

Pep Guardiola se va pero no lo hace solo. El cuerpo técnico del Barcelona, el equipo hecho por el todavía entrenador del equipo azulgrana, empieza a acumular bajas. El primero en anunciar su adiós fue Manel Estiarte, amigo personal de Guardiola y persona clave en la continuidad de Pep tras el momento en el que Joan Laporta tuvo que abandonar el club. Al técnico no le gustaba la llegada de Sandro Rosell, con el que nunca llegó a conectar, ni antes ni ahora como presidente. Cuestión de feeling. El seis veces olímpico ha sido la persona encargada de restar tensión en la relación entre ambos pero ahora sin Guardiola afirma no tener sentido su continuidad en el club.

El segundo en abrir la puerta de salida ha sido Lorenzo Buenaventura, preparador físico y recuperador que ha trabajado junto a Paco Seirul-lo y Aureli Altimira. Al parecer son motivos personales los que le obligan a regresar a Cádiz pero tanto su llegada como su marcha de la entidad azulgrana coincide con la de Guardiola, técnico que apostó por llegada de Buenaventura al Barcelona tras recibir los consejos del doctor Cugat, tal y como informa El Mundo Deportivo. Ramón Cugat es uno de los médicos de confianza de Pep y una de las referencias mundiales en la materia. Durante el periodo de Guardiola en el banquillo azulgrana, ha intervenido a diferentes jugadores del vestuario azulgrana. El preparador físico gaditano volverá a trabajar de manera independiente, tal y como hacía antes de fichar por el Barcelona.

El otro miembro del equipo de Guardiola que ha decidido emprender la marcha en solitario es Juan Carlos Unzúe. El hasta ahora entrenador de porteros del primer equipo blaugrana quiere reiniciar su carrera como entrenador. El único equipo al que dirigió fue al Numancia. Hace un año regresó al Barcelona para sustituir a Carlos Busquets. No se descarta que en los próximos días pueda haber más movimientos dentro de un cuerpo técnico hecho por y para Guardiola que era el técnico el que mantenía unido.