Tello demuestra que la apuesta de Guardiola por la cantera no era tan arriesgada

Pep Guardiola sabe lo que hace. A principio de te porada pidió una plantilla corta para poder gestionar mejor al grupo. Sus deseos fueron órdenes para el club. Pero este equipo soporta una carga de partidos muy alta y no es algo nuevo, lleva sucediendo desde que el técnico de Sampedor se hizo dueño del banquillo azulgrana. El Barcelona dejó claro al resto del mundo qué equipo hace el mejor fútbol y ese nivel es algo que hay que mantener. El ritmo, la presión, la exigencia, los viajes, no fallar en ninguna de las competiciones…  ha pasado factura y las lesiones han aparecido para mermar a una plantilla demasiado corta para abarcar tanto.

El técnico azulgrana desterró la idea de fichar en el mercado de invierno a pesar de contar con lesionados de larga duración como David Villa, Fontás y Afellay. Guardiola conoce el club, sabe que en la Masía hay materia prima y decidió apostar por el talento de la casa. El riesgo era evidente pero la jugada parece haberle salido a la perfección. Al menos de momento. El sábado, ante la Real Sociedad, Pep colocó en el once titular a Dos Santos, Cuenca y Tello. Éste último brilló, se lució y se encargó de demostrar a todo el mundo que su entrenador sabía lo que hacía cuando afirmaba que estiraría e iría hasta el final con la cantera.

Con garantías como la de Cristian Tello, poco importa que la primera plantilla del club azulgrana esté formada tan sólo por veinte jugadores. El extremo, antes delantero, dio la razón al esfuerzo que hizo el club de sus amores para recuperarle cuando militaba en las categorías inferiores del Espanyol. No sólo el Barcelona le cortejó. Real Madrid y Villarreal también quisieron hacerse con sus servicios pero por sus venas corre sangre culé y a pesar de que el club periquito le ofreció una ficha en el primer equipo, Tello prefirió regresar al Camp Nou y desde que Guardiola le integrase en la pretemporada de 2010, ha esperado paciente su momento hasta que ha llegado. Debutó con goles ante Osasuna, revolucionó el partido de Villarreal y el sábado marcó ante su público en medio de una exhibición de velocidad, desparpajo y atrevimiento. La Masía vuelve a dar la razón a Guardiola que tiene equipo para rato.