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El Mallorca valora acudir a la reforma laboral para normalizar su situación económica
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NINGÚN EQUIPO LO HA HECHO HASTA EL MOMENTO

El Mallorca valora acudir a la reforma laboral para normalizar su situación económica

El control económico que está llevando a cabo tanto la Liga de Fútbol Profesional como el Consejo Superior de Deportes está obligando a los equipos de fútbol

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El Mallorca valora acudir a la reforma laboral para normalizar su situación económica

El control económico que está llevando a cabo tanto la Liga de Fútbol Profesional como el Consejo Superior de Deportes está obligando a los equipos de fútbol a tirar de ingeniería empresarial para salir adelante y cumplir con los compromisos adquiridos y con los pagos pendientes. El Mallorca es uno de esos equipos señalados por los problemas económicos, como Deportivo, Xerez o Racing, pero el balear ha ido un poco más allá y piensa acudir a todos los resortes que le permite la reforma laboral para intentar adecuar su plantilla al momento actual que atraviesa la entidad que preside Serra Ferrer.

La reforma laboral permite el despido de empleados con una indemnización de 20 días por año trabajado, pero hasta el momento ningún equipo había acudido a esta norma para dar sentido a su existencia económica. La citada reforma también permite acudir a un convenio de mínimos, dejando atrás el ya existente en el momento que expire y colocando a los trabajadores en un limbo legal.
 
Por otro lado, el Deportivo sigue pendiente de los administradores concursales para cerrar un calendario de pagos, pero los jugadores siguen sin cobrar lo que se les adeuda de la temporada pasada. La LFP está ayudando en todo lo posible al equipo gallego, algo que dirigentes de otros equipos no comparten en exceso. El Racing ha pagado gran parte de la deuda que mantenía con los jugadores, despejando su panorama y esperando a lo que pueda suceder con otros equipos desde su plaza en Segunda B. Los dirigentes intentan normalizar la situación por si alguno es descendido el próximo 31 de julio.

Muchos clubes están obligados a rebajar presupuestos, haciendo especial incidencia en el apartado del sueldo de los jugadores. Equipos de Primera División se han visto obligados a pasar de tener una plantilla de 21 millones de euros a una de 9 millones, con idénticas exigencias deportivas. No hay más. Todo lo determina la capacidad de ingresar dinero que genera cada club y el control al detalle que CSD y LFP ejercen sobre la gestión. Ya no se permiten las habituales huidas hacia delante de años atrás. Ahora ya saben que deben cumplir de manera estricta con los compromisos adquiridos.

El Mallorca también se ha visto envuelto en una nueva polémica con el Villarreal. Serra Ferrer decidió invitar a un partido amistoso al conjunto recién ascendido a Primera como parte del acuerdo de cesión de Gerard Moreno al conjunto balear. La presión popular ejercida ha obligado al Mallorca a rectificar y dejar sin efecto la invitación. La afición no olvida que el Mallorca no pudo jugar en Europa en 2010 y que su plaza fue ocupada por el equipo amarillo. Los seguidores culparon al equipo de Fernando Roig del movimiento, pasando desde ese momento a ser el enemigo público número uno.

El control económico que está llevando a cabo tanto la Liga de Fútbol Profesional como el Consejo Superior de Deportes está obligando a los equipos de fútbol a tirar de ingeniería empresarial para salir adelante y cumplir con los compromisos adquiridos y con los pagos pendientes. El Mallorca es uno de esos equipos señalados por los problemas económicos, como Deportivo, Xerez o Racing, pero el balear ha ido un poco más allá y piensa acudir a todos los resortes que le permite la reforma laboral para intentar adecuar su plantilla al momento actual que atraviesa la entidad que preside Serra Ferrer.

La reforma laboral permite el despido de empleados con una indemnización de 20 días por año trabajado, pero hasta el momento ningún equipo había acudido a esta norma para dar sentido a su existencia económica. La citada reforma también permite acudir a un convenio de mínimos, dejando atrás el ya existente en el momento que expire y colocando a los trabajadores en un limbo legal.
 
Por otro lado, el Deportivo sigue pendiente de los administradores concursales para cerrar un calendario de pagos, pero los jugadores siguen sin cobrar lo que se les adeuda de la temporada pasada. La LFP está ayudando en todo lo posible al equipo gallego, algo que dirigentes de otros equipos no comparten en exceso. El Racing ha pagado gran parte de la deuda que mantenía con los jugadores, despejando su panorama y esperando a lo que pueda suceder con otros equipos desde su plaza en Segunda B. Los dirigentes intentan normalizar la situación por si alguno es descendido el próximo 31 de julio.

Muchos clubes están obligados a rebajar presupuestos, haciendo especial incidencia en el apartado del sueldo de los jugadores. Equipos de Primera División se han visto obligados a pasar de tener una plantilla de 21 millones de euros a una de 9 millones, con idénticas exigencias deportivas. No hay más. Todo lo determina la capacidad de ingresar dinero que genera cada club y el control al detalle que CSD y LFP ejercen sobre la gestión. Ya no se permiten las habituales huidas hacia delante de años atrás. Ahora ya saben que deben cumplir de manera estricta con los compromisos adquiridos.

El Mallorca también se ha visto envuelto en una nueva polémica con el Villarreal. Serra Ferrer decidió invitar a un partido amistoso al conjunto recién ascendido a Primera como parte del acuerdo de cesión de Gerard Moreno al conjunto balear. La presión popular ejercida ha obligado al Mallorca a rectificar y dejar sin efecto la invitación. La afición no olvida que el Mallorca no pudo jugar en Europa en 2010 y que su plaza fue ocupada por el equipo amarillo. Los seguidores culparon al equipo de Fernando Roig del movimiento, pasando desde ese momento a ser el enemigo público número uno.