El día en el que los campeones del mundo se volvieron invisibles

España sigue su sigiloso peregrinar por Estados Unidos. El entrenamiento de ayer en la Universidad de Barry fue seguido por 150 aficionados, nada que ver con los 15.000 que se dieron cita en Gijón el pasado 21 de marzo. Ni uno más ni uno menos y la amplia mayoría eran españoles que tienen su residencia en Miami. La ansiada tranquilidad tiene el marco perfecto en este tipo de estancias. Y es que el fútbol no ocupa un lugar preferente entre el gusto norteamericano.

Los medios de comunicación de ámbito nacional siguen dando la espalda a la presencia de la campeona del mundo. The Wall Street Journal, periódico que elevó a la Roja a la categoría de mejor equipo de la historia, se acordó de la presencia de España en su territorio, pero sin grandes alardes. La final de la NBA centra la atención mediática.

El plato fuerte del día no fue otro que el inicio de la serie entre Heat y Spurs con el anillo en juego. Los de Del Bosque no se perdieron el partido del American Airlines, pero no piensen que la NBA fue la que se volcó por ver a los campeones de Europa y del mundo en el inicio de la serie. Para nada. Ha sido el BBVA, entidad que patrocina la competición y a los dos finalistas, la que más gestiones ha hecho para que los españoles estuvieran en la final. A la NBA no le quitaba el sueño la presencia de los campeones del mundo que aceptaron de buen grado la invitación hecha por BBVA a través de Casillas e Iniesta, sus dos embajadores.

LeBron James sí que tenía ganas de conocer a Casillas e incluso se meditó la idea de un encuentro entre ambos, pero la tardanza en cerrar el pase a la final por parte de los Heat puso punto y final a la idea. Los que sí disfrutaron de pleno con el partido fueron Arbeloa y Javi Martínez, dos auténticos locos de la NBA, especialmente este último que sigue soñando con jugar algún día al baloncesto.