El día en que David Silva abandonó el Santiago Bernabéu como madridista

David Silva se quedó impresionado de la ovación que se llevó cuando en el pasado mes de septiembre, el Santiago Bernabéu se puso en pie para dedicarle más de un minuto de aplauso. Mancini decidió sustituirle mediada la segunda mitad y en su caminar hacia el vestuario se encontró con un invitado sorpresa, el reconocimiento de la grada del estadio madridista por lo hecho con la selección y el toque de atención a la zona presidencial, respecto al tipo de jugador que es de su agrado, por los que sienten predilección. “Ha sido algo muy bonito, de las cosas que no se pueden olvidar. Que una afición que no es la tuya te ovacione de esa manera, es de los mensajes que llegan al fondo”, acertó a decir el ex jugador del Valencia.

Antes, en la temporada 2009-2010, ya con Florentino Pérez de vuelta a la presidencia del Real Madrid, dirigente y jugador coincidieron en la sala que da acceso a los vestuarios del estadio madridista y dieron pie a una escena que hoy pasa a desvelar El Confidencial. 18 de abril de 2010. Partido terminado. Victoria del equipo madridista por dos goles a cero. El presidente blanco esperaba en la antesala de vestuarios a la salida de los jugadores, acompañado de dos niños, algo habitual al término de los partidos que su equipo disputa en su estadio.

Florentino Pérez iba viendo pasar jugadores, pero su objetivo no era otro que David Silva. El canario salió de los últimos y lo hacía tirando de una maleta de ruedas. El presidente pidió al hoy jugador del Manchester City que se hiciera una foto con los niños. El canario sorprendido no supo reaccionar en un principio y hizo un gesto señalando la maleta. Florentino Pérez reaccionó y aprovechando la presencia de Agustín Herrerín, delegado de campo, del Bernabéu, le pidió que aguantara la maleta, lanzando un mensaje que dejó pensativo durante días a Silva. “Agustín lleve la maleta al vestuario porque David está el año que viene con nosotros”. El todavía valencianista enmudeció y aprovechando su timidez como excusa, se marchó sin añadir nada más y después de hacerse las fotos y firmado un autógrafo a los sobrinos del máximo mandatario blanco.

Al final, la entrada en escena de Mourinho y el mucho dinero (33 millones de euros) que puso el City para su fichaje, frenó el deseo del presidente de ver a Silva vestido de blanco madridista. Lo intentó en dos ocasiones, pero en ninguna de ellas la contratación del canario fue objetivo prioritario, de ahí que al final terminara aceptando la oferta inglesa. El equipo de Sulaiman Al Fahim renovó al término de la pasada temporada el contrato de Silva, colocándole en los 11 millones por campaña, cantidad que le sitúa como el jugador español mejor pagado.

La escena es parecida y anterior a la que tuvo al presidente blanco como protagonista junto al Kun Agüero. Ahora, curiosamente, los dos jugadores comparten vestuario, pero no es el del Real Madrid es el de Manchestrer City, rival mañana en la Champions de un equipo blanco que llega a su cita con el líder de la Premier apremiado tras su derrota y empate ante el Borussia Dortmund, pero al que los fallos y mala dirección de un cada día más cuestionado Mancini, le hacen tener asegurada la clasificación para los octavos de final de la Champions ganando al Ajax en la última jornada de grupos.