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El Real Madrid y Mourinho evitan una crisis tirando de casta y épica para derrotar al City
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LOS BLANCOS PERDÍAN A FALTA DE SEIS MINUTOS Y LOS PITOS YA SE ESCUCHABAN EN EL BERNABÉU

El Real Madrid y Mourinho evitan una crisis tirando de casta y épica para derrotar al City

José Mourinho se tambaleaba en el banquillo en el minuto 84 tras el gol segundo y extraño gol del Manchester City. Cinco minutos después, el

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El Real Madrid y Mourinho evitan una crisis tirando de casta y épica para derrotar al City

José Mourinho se tambaleaba en el banquillo en el minuto 84 tras el gol segundo y extraño gol del Manchester City. Cinco minutos después, el portugués, junto a a sus jugadores, volvieron a ser héroes para todo el madridismo al conseguir dar la vuelta a un partido que tuvieron perdido y que salvaron apelando a ese espíritu que según reconocen los azulgrana, sólo tiene el Real Madrid. El portugués lo celebró en el mismo césped por todo lo alto. Una reacción reservada a equipos con coraje, orgullo y ganas sirvió para que el criminal murmullo del Bernabéu se convirtiera en salvas a favor de un Cristiano Ronaldo que logró el tanto de triunfo ya en el tiempo añadido. 

 

El Real Madrid, a falta de fútbol, tiró de épica para lograr una victoria en la que nadie creía a tres minutos del final. Los tres puntos tiene, más que nunca, un efecto balsámico. El problema está en Liga por los ocho puntos de ventaja del Barcelona, pero una nueva derrota hubiera abierto del todo la caja de los truenos blancos, pero el apretón final ha servido para cerrar heridas y para demostrar que el gran objetivo de este Real Madrid con Mourinho a la cabeza es la Décima. Es una obsesión y ante el City ha quedado demostrado.

Inicio dudoso para el Madrid

 

El partido se inició frío, con la grada del Bernabéu más pendiente de las cuitas personales que de cualquier otra cosa. Por un lado el murmullo de la suplencia de Sergio Ramos. Por otro, la lupa que pesaba sobre Cristiano Ronaldo y sobre todo lo que hiciera el portugués. Además, el triste aspecto inicial de la grada, no ayudaba a que el fútbol adquiriera la intensidad necesaria. No daba la sensación de ser un partido de Champions y menos aún con los campeones de España e Inglaterra de por medio. Apenas pasaba nada más allá de un tiro de Ronaldo y una contra que terminó el ex del United y a la que respondió el buen portero que es Hart.

 

Poco a poco el Real Madrid iba entrando en juego. El trivote que colocó Mourinho con Khedira, Essien y Xabi Alonso no permitía movimiento alguno a un City que lo fiaba todo en ataque a un derroche físico de Yaya Touré, a una aparición de Silva, aclamado como pocos lo han sido por el Bernabéu, o a una arrancada de Tévez. A Mancini le preocupaba más que su equipo no se rompiera y no dejara espacios para la contra blanca que de pisar el área de Casillas, algo que apenas hizo en la primera parte. Los madridistas se animaban y el orden impuesto por el técnico estaba dando sus frutos, pero el excesivo protagonismo ofensivo de Khedira, la buena actuación de Hart y un Híguaín torpe en el remate impedían cualquier movimiento en el marcador. 

 

El Real Madrid se sentía cómodo y la única amenaza llegaba vía Yaya Touré, que en más de una ocasión parecía jugar en el patio del colegio. Se llevaba por delante a todo madridista que salía a su paso como cuando los de tercer curso juegan contra los de primero. Mientras, el Real Madrid lo seguía intentando por medio de Higuaín en dos ocasiones y otra más de Di María, pero como las anteriores ocasiones, el balón o se encontraba con el portero o con algún aficionado en la grada.

Mourinho mueve el banquillo y reacciona el Madrid

La segunda mitad sirvió para que uno y otro equipo, con las fuerzas más justas, dejaran espacios para la maniobra de los jugadores. En el intercambio de golpes era el City el que se sentía más cómodo, con el exazulgrana como eje de todo juego ofensivo. En uno de esos 'a mi la legión que los arrollo', Touré habilitó a Dzeko para batir a Casillas y sembrar el terror al Bernabéu. El gélido rumor, ese que corta a cualquiera, volvió a aparecer por el estadio madridista. Uno y otro tuvieron el segundo pero no eligieron la mejor opción para cerrar el partido y eso ante el Real Madrid se paga.

Mourinho, que ya había quitado a Essien, decidió prescindir de Higuaín y Khedira para dar entrada a Benzema y Modric. Más talento sobre el campo, algo que terminó agradeciendo un Real Madrid que durante gran parte de la segunda mitad basó su juego ofensivo en Marcelo, que como no podía ser de otra manera logró el empate después de que Javi García desviara su lanzamiento siete minutos después del gol de Dzeko.

Quedaba un cuarto de hora y el partido estaba roto. Golpes por un lado y otro. Curiosamente, el Real Madrid la tocaba más de lo habitual gracias a la presencia de Modric y Özil sobre el campo, con el croata en plan jefe de la banda. El City aparecía, pero menos, se conformaba con el empate hasta que entre Xabi Alonso y Casillas le regalaron el segundo, que llegó tras una falta lateral lanzada a 35 metros de la portería. Increíble pero cierto. Quedaban seis minutos y los pitos se escuchaban por todo el Bernabéu.

Pero este equipo se ha hecho grande tras triunfos enormes, pero en especial con gestas que pocos pueden hacer. Y ayer apareció ese espíritu, el de las remontadas de los ochenta y el de otros muchos triunfos. Primero Benzema y después Cristiano Ronaldo dieron la vuelta a un partido que estaba perdido y que hubiera significado la aparición de negros nubarrones por el Bernabéu. Además, el tanto final de CR7 sirvió para que la grada le perdonase, al menos por ahora. Tres puntos para iniciar el camino a la Décima.

3 - Real Madrid:

2 - Manchester City: Hart, Clichy, Kompany, Nastasic, Maicon (Zabaleta, m.73); Y.Touré, Barry, Javi García, Nasri (Kolarov, m.36); Silva (Dzeko, m.62) y Tévez.

Goles: 0-1, m.68: Dzeko. 1-1, m.77: Marcelo; 1-2, m.86: Kolarov; 2-2, m.87: Benzema; 3-2, m.90: Ronaldo

Árbitro: Damir Skomina (SVK). Mostró tarjeta amarilla a Javi García (m.52) y a Maicon (m.70)

Incidencias: encuentro de la primera jornada del Grupo D de la Liga de Campeones disputado en el estadio Santiago Bernabeu ante unos 70.000 espectadores.

José Mourinho se tambaleaba en el banquillo en el minuto 84 tras el gol segundo y extraño gol del Manchester City. Cinco minutos después, el portugués, junto a a sus jugadores, volvieron a ser héroes para todo el madridismo al conseguir dar la vuelta a un partido que tuvieron perdido y que salvaron apelando a ese espíritu que según reconocen los azulgrana, sólo tiene el Real Madrid. El portugués lo celebró en el mismo césped por todo lo alto. Una reacción reservada a equipos con coraje, orgullo y ganas sirvió para que el criminal murmullo del Bernabéu se convirtiera en salvas a favor de un Cristiano Ronaldo que logró el tanto de triunfo ya en el tiempo añadido. 

José Mourinho Manchester City