Raúl acapara todos los focos mediáticos en el comienzo de la lujosa liga de Catar

Vuelve Raúl González Blanco. No al Real Madrid, como muchos nostálgicos desearían, pero sí a la competición. En esta ocasión lo hará a un nivel menor, con menos presión y con una repercusión mediática lejos de lo que el delantero ha podido vivir en el Madrid, en la selección española e, incluso, en el Schalke. Pero al fin y al cabo, el '7' vuelve a calzarse las botas. Esto ha provocado un enorme revuelo en el Al Saad, su nuevo equipo, y en la competición qatarí, que tiene en el exdelantero blanco al gran reclamo para dar a conocer su moderna y lujosa liga.

No será lo mismo para un jugador tan competitivo como Raúl, pero a buen seguro que seguirá siendo puntual a su cita con el gol. Lejos quedan las grandes competiciones y los grandes retos, pero el gen sigue ahí. Dará igual enfrentarse al Arabi Doha (su rival de este sábado, 17 horas), al Rayyan o al Lekhwiya, nombres absolutamente desconocidos para el aficionado medio al mundo del balompié, pero el que fue capitán del Madrid y de la Selección seguirá peleando cada balón como si fuera el último, dejando sobre el campo todo lo que tiene y aportando la calidad y el olfato goleador de los que siempre ha hecho gala.

Raúl es la gran estrella de la competición, de eso no hay duda, pero curiosamente ha llegado gratis a la competición. Otros grandes atractivos de esta liga de Catar, casos de Nilmar o Alex han aterrizado en el rico país árabe a cambio de una importante cantidad de dinero, concretamente 10 y 6 millones de euros, respectivamente.

El emir de Catar tiene muy clara la idea de dar a conocer esta competición doméstica más allá de sus fronteras, y por ello se invierten ingentes cantidades en infraestructuras y jugadores, de manera que puedan llamar la atención del fútbol europeo y sudamericano. En 2003, el emir instó a la federación a repartir 10 millones de euros a todos y cada uno de los doce equipos participantes para poder contratar jugadores. Ahora bien, si monetariamente puede ser un destino atractivo, no cabe duda que no lo es competitivamente hablando.

Lo más normal es que Catar y otros países de Oriente Medio queden como retiro dorado para algunas de las estrellas del balompié. Y Raúl es una de ellas, aunque antes de colgar las botas, el madrileño aún se besará unas cuantas veces el anillo y se señalará con los pulgares el '7' que lleva a la espalda.