La misión de Button: hacer campeón al que hace unos días te la clavó

"Estamos comprometidos a trabajar tan duro como podamos para permitir a Lewis cualquier oportunidad de lograr el campeonato de pilotos. Y, al mismo tiempo, creo que Lewis está totalmente comprometido a trabajar duro para que el equipo pueda contribuir al asalto del de constructores". Martin Whitmarsh, aunque oficialmente no descarte a Jenson Button, se refiere sólo a uno de sus hombres de cara a la lucha por el título. A ese que en dos meses se convertirá en rival. El líder de McLaren, Button, tiene como misión principal ayudar al que le ‘traicionó’ hace un mes en Spa y el que será un futuro enemigo, Hamilton, para que se vaya como la gran estrella de Woking... y con el número uno de la parrilla del año que viene para Mercedes.

El egocentrismo es una de las principales características de un piloto de Fórmula 1. "No vengo a hacer amigos", "la Fórmula 1 es muy competitiva y egoísta" o "cada piloto mira por su propio interés" son declaraciones comunes de los protagonistas del Gran Premio, que conviven con otras frases como "haré lo mejor para el equipo". Dentro de este último saco se puede encontrar a Button, aunque cuando lo soltó, fue también por su propio interés ya que lo hizo justo tras la metedura de pata de su compañero con el twitter en Bélgica. Un dardo envenenado hacia Hamilton y una muestra de lealtad hacia McLaren.

Ahora, esas palabras las debe trasladar a la pista e intentar por todos los medios que su futuro rival gane el presente mundial, aunque este hecho suponga tener el listón muy alto de cara a 2013 para él (y Sergio Pérez) e implique aguantar una celebración de alguien cuyo compañerismo deja bastante que desear. Además, Button sabe que ya no recibirá ninguna ayuda por parte de Hamilton, salvo sumar puntos para ganar el campeonato de constructores, que tanto dinero aportaría a McLaren de cara a 2013.

Callar, pilotar y esperar que pase el invierno

Porque más allá del egoísmo intrínseco de un piloto, el particular caso de Hamilton debe doler en el orgullo a Jenson. Después de tener que soportar parte de sus problemas personales durante 2011 (él y todo el equipo), Button sufrió una especie de humillación por parte de Lewis en el comentado gran premio belga, donde destapó los planes de McLaren y cubrió sus espaldas dejando las de Button al aire. Su intención fue la de decir algo así como: ‘mi compañero es más rápido que yo porque él tiene mejoras en el coche y yo no’. Un gesto feo por el que Button, más allá de señalar que él sí trabaja en equipo, tiene que callarse.

Lejos de poder devolverle la jugarreta, aparentemente su filosofía se mantendrá intacta. Pelillos a la mar para ayudar al que ‘traicionara’ al equipo hace un mes y al que hace una semana rechazara la propuesta de McLaren (el salario fue el principal motivo de discusión con los de Woking antes de hacerse oficial su fichaje por Mercedes). Por cierto, en la portada de la página web de la escudería ya no aparece ninguna imagen de Hamilton.

Sin órdenes de equipo pero con morbo

Oficial y abiertamente no se ha reconocido que habrá órdenes de equipo desde el muro de McLaren en Suzuka, si es que se diera la ocasión. Los cinco puestos de penalización a Button restan las opciones (morbo) de ver a los dos McLaren juntos en el trazado japonés. También será curioso ver si hay algún movimiento en el que Sergio Pérez influya a algún McLaren, seguro que alguien dudará en esos momentos de su profesionalidad.

Sorprendentemente (o no), Hamilton ya ha hablado de Mercedes en primera persona. "Trabajaremos muy, muy duro para tener un mejor coche el año que viene, pero lleva tiempo. No es llegar y que las cosas cambien. Creo que el enfoque es más a largo plazo". Mientras Lewis dice esto, su compañero y líder del equipo tratará de hacerle campeón del mundo y héroe de la escudería. La misión de Button es ofrecer a Hamilton sus servicios y ponerle la alfombra roja para que, antes de abandonar la casa de McLaren, disfrute de todas las comodidades para que su sueño se haga realidad.