Duncan busca su quinto 'anillo' catorce años después de su primer título con los Spurs

Dieciséis años después de su estreno en la NBA, una final de la competición vuelve a girar alrededor de su figura. Todos los focos están puestos en un 'jovencito' de 37 años, con cuatro anillos colocados en su mano, pero que se ha vuelto a proclamar como el mejor pivot de la competición y, quizás, en el jugador más decisivo. Hablamos de Tim Duncan, el eterno jugador de los San Antonio Spurs y que esta noche inicia una nueva final. Ganador de su primer título en el siglo pasado (1999), el pivot lidera un equipo excesivamente veterano, pero en Estados Unidos no se mira tanto la fecha de nacimiento como sucede en España. Poco importa que cuente con 14 presencias en el partido de las estrellas, que ya haya sido dos veces el jugador más valioso de la final o en tres ocasiones el de la serie final. 

Su ilusión sigue intacta. Asume el rol de líder de un equipo que juega un baloncesto diferente al del resto de equipos de la NBA. Juegan más como colectivo, como grupo. Pese al rol de estrella de alguno de sus jugadores, el carácter de Duncan le impide acaparar el protagonismo que LeBron James tiene en los Heat, rival en la lucha por el anillo y actual campeón de la NBA. En ese jugar como equipo, mucho tienen que ver los años que la base de los Spurs lleva unida. Al lado del número uno del draft de 1997 están Tony Parker (31 años) que llegó a la franquicia en 2001 y de ahí no se ha movido, y Manu Ginobili (próximo a los 36), que apareció por los Spurs en 2002. Los tres forman la columna vertebral de un equipo dirigido por Greg Popovich, que lleva al frente del equipo desde 1996.

Los Spurs nada tienen que ver con los Heat. Ginobili (el mejor pagado con 14 millones de dólares y que termina contrato en menos de un mes), Parker (12 millones y con tres títulos como el argentino) o Jackson (10 millones) cobran más que la referencia de la franquicia. El orden, en un equipo que está situado en el duodécimo lugar en la tabla salarial con 69 millones de dólares), no lo ponen los dólares y sí el rendimiento en la cancha y en eso nadie gana a un Duncan que pese a sus 37 años, tiene por delante otros dos años más, lo que le acerca a su objetivo de cumplir los 40 vestido con la negra camiseta de los Spurs. Splitter (ex Caja Laboral) y Green completan la nómina de jugadores importantes en los que también está el francés Nando De Colo.

En los Heat, favoritos a ganar el anillo, el equipo importa menos. La personalidad de LeBron James (28 años) eclipsa al resto. El cartel que empapela el exterior del American Airlines lo deja patente a todos. Cuarto equipo con más carga salarial (89 millones de dólares) solo superado por los Lakers, Brooklyn y Orlando, el ex de Cleveland marca el ritmo de todo lo que sucede en su equipo. Con la tranquilidad de tener un anillo ya colocado en su mano, su juego y su arrogancia se ha tranquilizado. El entendimiento entre los los componentes del denominado 'Big Three' parece total. Dwyane Wade (31 años) y Chris Bosh (29 años) parecen entender a una estrella que necesita los focos para sentirse feliz. 

Los tres comparten duración de contrato, tres años más, y cantidad a cobrar con una ligera diferencia en contra de Wade. Pero el rey es LeBron. Nadie le hace sombra fuera de la cancha y dentro de ella su carácter le impide quedar en segundo plano. Hoy tiene la oportunidad de iniciar el camino hacia su segundo título, que seguro le servirá para superar el mal sabor de boca que le dejó que Marc Gasol le dejara sin el honorífico título de mejor defensor del año. Caníbal total. Por delante tiene una serie que se presume larga tras lo visto en las finales de conferencias, en donde los Spurs aplastaron a los Grizzlies, mientras que los Heat esperaron al séptimo partido para eliminar a los Pacers. De momento, siete partidos por delante.