Ibaka será el tercer español mejor pagado sólo por detrás de los hermanos Gasol

Multiplicar su sueldo por 10 y un contrato para las próximas cuatro temporadas, es la compensación que ha recibido Serge Ibaka por parte de su equipo. El jugador de Oklahoma City Thunder cobrará en total 48 millones de dólares y pasará a ser el tercer español mejor pagado en la NBA, sólo por detrás de los hermanos Gasol. El mejor taponador de la pasada campaña en la mejor Liga del mundo de baloncesto, promedia 3,7 tapones por partido, era uno de los jugadores peor pagados del equipo la pasada campaña con sólo 1,3 millones. Con su renovación se embolsará 12 millones de dólares. 

Serge Ibaka se convertía en agente libre el próximo verano. Para evitar especulaciones, los Thunder le han renovado hasta 2017. Con tan sólo 22 años, el español de origen congoleño superará los salarios de José Manuel Calderón en Toronto, con 10,5 millones por temporada, Ricky Rubio que cobra 3,7 por cada campaña que juega en Minnesota y Víctor Claver, un recién llegado que se embolsará 1,2 millones en los Portland. Marc con 13,9 millones y Pau con 19 serán los únicos que superen al pívot español.

Si nada cambia, Ibaka seguirá compartiendo vestuario con Westbrook, Durant y Harden, la próxima temporada. En Oklahoma quieren mantener el cuarteto que la pasada campaña les llevo a disputar las finales de la NBA. James Harden es el único que todavía tiene que renovar y la idea de la franquicia es que su contrato sea similar al del español. En los Thunder, Ibaka será el tercer mejor pagado, sólo por detrás de Durant y Westbrook.

La carrera de Serge Ibaka ha avanzado a pasos de gigante. Desde que comenzó a jugar en su país natal a los 14 años, en menos de 10 años ha firmado un contrato millonario con una de las franquicias más importantes de la NBA. Su nacionalización, el 15 de julio de 2011, le convirtió en un un fijo de la selección española de baloncesto. Sus mayores éxitos con España los logró en el Europeo 2011 y al colgarse la medalla de plata en los pasados Juegos Olímpicos. El metal que se colgó en Londres le ha revalorizado y se queda como uno de los jugadores más valorados de la NBA.