Es noticia
El Madrid no encontró el aro en Atenas y el Palacio tendrá que seguir siendo un fortín
  1. Deportes
  2. Baloncesto
olympiacos 71-62 real madrid

El Madrid no encontró el aro en Atenas y el Palacio tendrá que seguir siendo un fortín

Los blancos caen de nuevo contra el Olympiacos (71-62) después de un partido muy flojo en anotación y donde Matt Lojeski fue el mejor de los atenienses

Foto:

El pensamiento de la expedición madridista en el vuelo de vuelta desde el aeropuerto de Atenas tendrá que ser relativamente relajado. Perdió de nuevo en el campo del Olympiacos por 71-62 y se va a Madrid con la confianza que da no haber cedido ni un solo partido en el Palacio de los Deportes en toda la temporada. Es decir, jugarán el quinto partido en casa y eso suele ser sinónimo de victoria. Es lo único positivo que debe rondar la mente de Pablo Laso después de la demostración ofensiva de sus jugadores en Grecia, donde no dejan un rastro de equipo algo inmaduro como para superar un partido tan cerrado, duro y complicado. En ningún momento consiguieron meterse de lleno en el encuentro y fueron siempre a remolque mientras Lojeski iba creciendo y creciendo.

Apenas 62 puntos y ciertas fases del choque donde no tenían prácticamente ni opción de encestar. Sólo dos blancos superaron la decena de puntos este miércoles de Euroliga y fue de nuevo Rudy Fernández uno de ellos y el único que en realidad aguantó al Madrid en el partido hasta los últimos dos minutos, cuando un triplazo de Matt Lojeski contestó a un fallo desde el perímetro de Mirotic y cerró el partido. En ese instante, Olympiacos se marchaba a nueve puntos, cuando pocos minutos antes el Madrid había llegado a conseguir empatar el encuentro. El otro jugador con diez puntos fue Tremmell Darden.

Otra reacción a favor del Real Madrid será la mejora puntual del juego interior, después de la actuación deplorable del lunes, donde ninguno de sus hombres altos consiguió anotar en la zona rojiblanca. Ioannis Bourousis fue el máximo encestador blanco bajo los aros, sin que por ello pudiera superar los ocho puntos en el partido. El dato contrasta con los trece que metió un sobresaliente Bryant Dunston, fundamental en los dos últimos cuartos de su equipo, y Georgios Printezis, que hizo lo propio antes del descanso.

placeholder

Sin embargo, no empezaron mal los blancos, más bien todo lo contrario. Evitaron que el ‘factor cancha’ provocara un inicio fulgurante de Olympiacos y tras la primera anotación local pusieron un 0-8 de parcial que parecía marcar las intenciones madridistas de recuperarse tras la derrota en el tercer encuentro de estos cuartos de final. Vassilis Spanoulis no se mostraba y los griegos vivían de la versión de ‘la bomba’ de Printezis. Pero si en los griegos no aparecía su ‘7’, en el Madrid el que no estaba fino era Mirotic. Pareció meterse en el partido cuando robó un balón y provocó un ‘2+1’. Pero falló el tiro libre adicional como presagio del flojo partido que iba a realizar.

La contradictoria sensación que transmite el nombre Palacio de la Paz y la Amistad de Atenas empezó a afectar en las mentes del Real Madrid en un segundo cuarto pésimo, realmente horrible. Estuvo a minuto y cuarenta segundos de no anotar ni un solo tiro de campo en esos diez minutos antes del descanso, con sólo dos canastas de dieciséis lanzamientos que permitieron al Olympiacos alejarse en el marcador, si bien la falta de acierto merengue no tuvo el efecto tan devastador que pudo tener.

La defensa madridista no fue sensacional, pero evitó que los griegos se fueran a una distancia tan amplia como imposible de remontar. Aprovechó, por supuesto, el conjunto de Laso que Spanoulis anotó sus tres primeros puntos a menos de un minuto del final del cuarto, pero el mal momento puntual del líder griego no excusaba al Madrid de la falta de anotación y, aunque no llegó a romper el partido en ningún momento al nivel que nos tiene acostumbrados, bien podía haberlo hecho en cualquier instante del mismo.

placeholder

Uno de los motivos por los que el Madrid no pudo hacerle cosquillas es que el Olympiacos le impidió implantar su característica fundamental, esto es, el contragolpe. Ni un solo punto anotó el equipo blanco a la carrera. No encontró Llull a Mirotic, no encontró el ‘Chacho’ a Rudy. Le daba igual a los de Georgios Bartzokas llenarse de faltas, preferían arriesgar dando tiros libres al Madrid que permitir una canasta fácil. El caso paradigmático es el tercer cuarto, cuando Olympiacos llegó al bonus a falta de más de ocho minutos para el final. Y el Madrid acabó esos diez minutos a dos puntos.

Nada más empezó el último cuarto, el Madrid empató el partido y en ese instante clave en el futuro del partido, Rudy Fernández falló un triple frontal al aro y desde entonces Olympiacos pasó a sentenciar el cuarto encuentro. Sin dar un golpe sobre la mesa, casi con timidez, apareció Spanoulis y se apoyó en Lojeski para poner a los atenienses a 9 puntos y Darden mantuvo el tipo con un triple. Minutos más tardes, Simmons, muy irregular pero intensísimo durante el choque, falló dos tiros libres y Rudy desde la línea puso al Madrid a sólo dos ataques. Llegó entonces Spanoulis de nuevo para poner las cosas en su sitio y, cuando su triple no entraba, estaba enorme Dunston para coger raudo el rebote, superar a Felipe Reyes, al que desesperó, y anotó.

Volvió a perder el Real Madrid en Grecia, en la casa de Olympiacos. Ha visitado el Pireo en trece ocasiones y ha perdido doce veces. Unas estadísticas funestas pero que todavía se pueden dejar en eso, simples estadísticas, si el Palacio de los Deportes ejerce el efecto de todo el año y los blancos siguen invictos en su casa. De ser así, habrá billete para Milán.

El pensamiento de la expedición madridista en el vuelo de vuelta desde el aeropuerto de Atenas tendrá que ser relativamente relajado. Perdió de nuevo en el campo del Olympiacos por 71-62 y se va a Madrid con la confianza que da no haber cedido ni un solo partido en el Palacio de los Deportes en toda la temporada. Es decir, jugarán el quinto partido en casa y eso suele ser sinónimo de victoria. Es lo único positivo que debe rondar la mente de Pablo Laso después de la demostración ofensiva de sus jugadores en Grecia, donde no dejan un rastro de equipo algo inmaduro como para superar un partido tan cerrado, duro y complicado. En ningún momento consiguieron meterse de lleno en el encuentro y fueron siempre a remolque mientras Lojeski iba creciendo y creciendo.

Pablo Laso
El redactor recomienda