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Laso toma nota: los 'altos' del Madrid se hacen diminutos en Atenas
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PIERDE ANTE OLYMPIACOS 78-76

Laso toma nota: los 'altos' del Madrid se hacen diminutos en Atenas

La mano en ataque desde el exterior mantuvo con vida al Real Madrid hasta el último cuarto frente a Olympiacos que mereció vencer en el tercer choque

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La mano en ataque desde el exterior mantuvo con vida al Real Madrid hasta el último cuarto frente a Olympiacos en el tercer envite de los cuartos de final de la Euroliga. El Madrid, en los tres primeros periodos, había fallado estrepitosamente en defensa desde el poste bajo y en su juego interior. La intensidad en las ‘torres blancas’ no apareció hasta el final, coincidiendo con el agotamiento físico de Olympiacos. Llegó demasiado tarde. Fue perdiendo durante todo el partido, debiendo remontar hasta 13 puntos para ponerse, a falta de 45 segundos, por delante en el electrónico. El jugarse desde el tiro libre el choque y el posible pase a la Final Four parecía demasiado premio para los blancos y terminaron cayendo 78-76 con un apasionante último minuto y la lección aprendida: prohibido bajar la guardia ni un segundo en Atenas. Pablo Laso tiene 48 horas para 'enchufar' a los suyos porque, por calidad, debían estar ya comprando el billete a Milán.

"Y qué si nos están pegando", espetó en un momento delicado para los suyos Pablo Laso durante el segundo periodo. Sabían que del Pabellón de la Paz y la Amistad, lo único ‘agradable’ para el visitante es el nombre y, sin embargo, cometieron numerosos despistes en defensa y apenas realizaron anotaciones (hasta los últimos 10 minutos) desde el interior. Y no fueron precisamente los hombres altos, sino Reyes y los Llull, Rodríguez y Fernández.

12 rebotes entre Bourousis, Slaughter y Mejri

Bourousis, Slaughter y Mejri, las 'torres blancas' que tan bien funcionaron en los dos primeros encuentros de la eliminatoria en el Palacio, se hicieron diminutos y se quedaron sin anotar. Sí, 0 puntos entre los tres. Y recuperaron, también entre los tres, sólo 12 rebotes. El pivot 'bajo', Felipe Reyes, fue la excepción de un juego interior que se espera que 'aterrice' para el cuarto enfrentamiento. ElMadrid les necesita para pasar.

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Con intensidad y puntería. El encuentro en Atenas arrancó frenético con un Dunston imperial que anotó 11 puntos de los primeros 15 deOlympiacos. El jugador rojiblanco podía con todo y todos los defensores blancos, que intentaban seguir el ritmo a base de tres triples iniciales y un activo Rudy Fernández. Con el empate a 13 en el electrónico, el equipo de Georgios Bartzokas metió un 7-0 de parcial que fue suficiente como para marcharse en el primer periodo con un 23-15 de ventaja. Al Madrid le falló la puntería que tuvo en el inicioy erró de manera consecutiva cinco triples y tres lanzamientos de dos. Para rematar, a los siete minutos Laso debió ‘guardar’ a Mirotic, quien cometió dos faltas personales demasiado rápido. El banquillo, con una patada del canterano madridista, pagó las consecuencias.

Carroll apareció dos meses después, y se fue

El segundo periodo confirmó una peligrosa tendencia para los blancos. La agresividad de Olympiacos destrozaba nuevamente a una defensa merengue que ‘regaló’ hasta un par de canastas fáciles y se quejó del árbitro en otras tantas ocasiones. El mayor protagonista en estas acciones ofensivas continuaba siendo Dunston, con figuras impresionantes al descanso: 14 puntos (6 de 6 en tiros de dos) y 7 rebotes. “Y qué si nos están pegando”, se quejaba Laso ante sus chicos cuando pidió tiempo muerto tras ver en el electrónico un 32-19.

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El Real Madrid estaba perdiendo fuerza y ni la aparición de Jaycee Carroll, tras casi dos meses fuera y una operación de rodilla en Nueva York de por medio, parecía activar la chispa madridista. Intentó un triple, falló y ya no aparecería más por la cancha. Fue hacia el final de este segundo cuarto cuando Felipe Reyes apareció para sacar petróleo con 7 puntos, de los cuales 5 llegaron desde la línea de tiros libres. Rudy, con 13 puntos, también mantuvo a flote a su equipo. 45-38 al descanso, y gracias… los 20 rebotes de Olympiacos (8 ofensivos) frente a los 12 del Madrid dibujaban el cuadro de estos primeros 20 minutos.

Dos nuevos regalos en el inicio tercer periodo por parte del Madrid no le impidieron alimentar de emoción al choque. El acierto de Llull, Mirotic y Rudy elevó el 49-47 al marcador y, cuando parecía que lo difícil estaba hecho, la defensa volvió a protagonizar ese tipo de acciones que desesperan a Pablo Laso, y a cualquier entrenador. Pasillos para penetrar y entradas a aro sin excesiva oposición provocaron que el acierto desde el exterior del Madrid fuera insuficiente. ¿Dónde estaba el juego interior? Supuestamente, en el mismo lugar que su fortaleza en el poste bajo para defender. No habían viajado hasta la capital helena. A pesar de esta debilidad en defensa de los visitantes, la calidad madridista en ataque mantuvo vivo el choque con un65-58 enel marcador.

Y Rudy Fernández cogió la batuta en el acto final. Poco importó el buen encuentro que estaba realizando el Chacho, el balear hizo hasta de base en alguna jugada con el canario en pista para en las jugadas. Robaba balones, daba asistencias… en definitiva, se terminó de echar el equipo a sus espaldas –con la ayuda del mencionado Sergio Rodríguez- para ponerse a tiro del Olympiacos, y de la Final Four de Milán. A falta de cuatro minutos estaba a 1.

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Trepidante último minuto: ba-lon-ces-to

Las piernas parecían pesar a Olympiacos porque su defensa dejó de ser tan contundente en este último periodo. Hubo penetraciones, balones interiores y su ataque perdió fuerza. A falta de 45 segundos una bandeja de Sergio Rodríguez puso por delante al Madrid… contestado por un valiente triple de Printezis. 76-74 en el marcador para los últimos 21 segundos. Baloncesto en estado puro. Felipe Reyes, desde el tiro libre anotó y erró en el segundo intento (estaba en bonus el equipo griego) para mantener la tensión. Nueva falta, esta vez del Madrid… ¡y fallo de Dunston en los dos! Última posesión con uno abajo para los blancos. El Chacho, en lugar de agotar la posesión, vio hueco a falta de 10 segundos y recibió una nueva personal. Falló el primero, anotó el segundo… Empate y bola para el equipo local. Este tipo de finales, de tensión y de emoción lo tiene registrado el ba-lon-ces-to.

Otra personal del Madrid llevó a Olympiacos a la línea de los tiros libres y esta vez no erraron. 7,4 segundos para el último ataque blanco, dos abajo. 78-76. Falta y Rodríguez erró el primero, y tuvo que apuntar a no meter el segundo con la esperanza de coger el rebote y anotar en los 2 segundos que faltaban. Habrá cuarto partido.

Ficha técnica

Olympiacos (23+22+20+13): Spanoulis (17), Mantzaris (0), Lojesky (11), Petway (11) y Dunston (21) -quinteto inicial- Papapetrou (2), Sloukas (5), Collins (2), Simmons (4), Printezis (5)

Real Madrid (15+23+20+18): Lull (16), Rudy (18), Darden (5), Mirotic (5) y Bourousis (0) -quinteto inicial- Sergio Rodríguez (19), Reyes (13), Mejri (0), Carroll (0.) y Slaughter (0).

Árbitros: Lamonica (ITA), Pukl (SLO) y Ankarali (TUR).

Incidencias: Tercer partido correspondiente a los cuartos de final de la Euroliga, disputado en el Pabellón de la Paz y la Amistad de El Pireo, en Atenas.

La mano en ataque desde el exterior mantuvo con vida al Real Madrid hasta el último cuarto frente a Olympiacos en el tercer envite de los cuartos de final de la Euroliga. El Madrid, en los tres primeros periodos, había fallado estrepitosamente en defensa desde el poste bajo y en su juego interior. La intensidad en las ‘torres blancas’ no apareció hasta el final, coincidiendo con el agotamiento físico de Olympiacos. Llegó demasiado tarde. Fue perdiendo durante todo el partido, debiendo remontar hasta 13 puntos para ponerse, a falta de 45 segundos, por delante en el electrónico. El jugarse desde el tiro libre el choque y el posible pase a la Final Four parecía demasiado premio para los blancos y terminaron cayendo 78-76 con un apasionante último minuto y la lección aprendida: prohibido bajar la guardia ni un segundo en Atenas. Pablo Laso tiene 48 horas para 'enchufar' a los suyos porque, por calidad, debían estar ya comprando el billete a Milán.

Pablo Laso Sergio Rodríguez
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