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El Real Madrid recupera el trono seis años después gracias al 'monarca' Reyes
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LOS BLANCOS VENCIERON AL BARÇA EN UN QUINTO PARTIDO CARGADO DE TENSIÓN (79-71)

El Real Madrid recupera el trono seis años después gracias al 'monarca' Reyes

Punto y final. La victoria del Real Madrid echa el cierre a la temporada y a una serie final de la Liga Endesa apoteósica. Los blancos

Foto: El Real Madrid recupera el trono seis años después gracias al 'monarca' Reyes
El Real Madrid recupera el trono seis años después gracias al 'monarca' Reyes

Punto y final. La victoria del Real Madrid echa el cierre a la temporada y a una serie final de la Liga Endesa apoteósica. Los blancos vuelven a ser campeones seis años después tras firmar cinco partidos apasionantes ante un Barcelona Regal que no se rindió jamás. El último y definitivo no se lo quiso perder nadie, con un Palacio de los Deportes hasta la bandera y un palco de autoridades que reflejaba la importancia del envite.

Un torbellino pareció invadir el Palacio en los primeros compases del duelo. Era el Real Madrid. Los de Pablo Laso no pudieron salir más enchufados, con un Carroll fabuloso y un parcial de 10-0 que descolocó al Barça y llevó la locura a las gradas, donde los aficionados, como luego comentaremos, se mostraron muy sensibles con cualquier decisión arbitral. Ni Juan Carlos Navarro, al más puro estilo Cid Campeador, pudo parar el magnífico arranque de los blancos. Los pupilos de Xavi Pascual necesitaban darse cuenta no sólo de que estaban jugando una final, sino de que este partido era el definitivo. Al parecer no lo sabían.

Pero pronto los azulgranas se aplicaron en defensa y empezaron a achuchar al Madrid en las dos canastas, y aquí empezaron a llegar los primeros abucheos para el trío arbitral. Cada decisión en contra de los blancos era correspondida con una sonora pitada desde las plateas, unas veces con razón, otras sin ella. Había mucha presión sobre el colectivo arbitral y los precedentes no beneficiaban a Artega, Conde y Jiménez. El partido ya se movía en los guarismos de los duelos anteriores, con ventajas no demasiado grandes. Sin Navarro en la pista (jugó muy mermado), fue Sarunas Jaskevicius el encargado de echarse el equipo a la espalda en el tramo final del primer capítulo. Cuatro grandes acciones del lituano (seis puntos y una asistencia) dejaron el marcador en 20-18 y rebajaron la tensión en el Palacio. 

El Madrid, como suele pasar, se había bloqueado, había entrado en uno de esos tramos donde no está. La gran virtud del equipo desde que está Laso es el tiro exterior, pero esta serie final ha sido maldita para los merengues. No les entraba nada desde más allá del 6,75, con especial mención para Rudy Fernández, absolutamente nefasto en esta faceta en los cinco partidos (1 de 24 en la final). Tuvo que echar mano de otros recursos, como postear con Darden o la pelea de Felipe Reyes bajo los aros. Eso le valía para mantenerse en el partido, pero el Barça apretaba e incluso, mediado este segundo cuarto, se ponía por delante. Pero fue con la primera canasta de Rudy (a los 17 minutos de juego) cuando los blancos volvieron a coger carrerilla. Un nuevo parcial de 10-0 volvió a levantar al personal de sus asientos y a seguir creyendo que el título podía quedarse en la capital de España. Eso sí, la maldición de los triples seguía persiguiendo al Madrid y Laso llegó a sentar a Rudy tras dos lanzamientos erróneos. Aun así, los locales habían abierto una importante herida en el rival durante este primer asalto.

Y apareció Rudy

El gesto del 5 del Madrid cuando su entrenador lo sentó al final del primer período fue el preludio de lo que sucedería tras el paso por vestuarios. El escolta internacional se había picado, él es una estrella y era consciente de que todo el mundo esperaba más de él, incluso él mismo. Pero las cosas no le salían, hasta que apareció. Siete puntos casi consecutivos del mallorquín, incluido su primer triple (dio las gracias al cielo por ello), colocaron al Madrid en el disparadero. Los de Laso seguían hurgando en la herida del eterno rival y adquirían la mayor diferencia hasta ese momento (50-33). Aplicadísimo en defensa y acertado en ataque, el Madrid parecía encarrillar la final y el título. Fue entonces cuando las quejas por las decisiones arbitrales llegan desde el banquillo y la afición del Barça (un centenar aproximadamente).

Pero el equipo de Xavi Pascual ya había dado muestras más que suficientes de que no se rinde nunca. Aunque la adversidad sea grande, la lesión de Navarro lo era, los azulgranas no se iban a rendir tan fácil y, de la mano de Jaskevicius, seguían creyendo en el título. El lituano comandó al equipo en los momentos más delicados. A la fiesta se unió Ingles, quien con diez puntos en tres minutos mantenía a los culés por debajo de la barrera psicológica de los diez de desventaja (55-48).

Sentenció el MVP Reyes 

Este thriller de acción, terror e intriga en el que se había convertido la final de la ACB estaba tocando a su fin. Llegábamos al capítulo final, a los últimos diez minutos. Ese era el tiempo que decidiría al campeón de la temporada 2012-2013. Y abrió la caja de los truenos Darden (excelente partido el suyo), con un triple que revolucionó al personal. Luego Slaughter y Sergio Rodríguez pusieron en un serio aprieto a Xavi Pascual, que tuvo que pedir tiempo muerto. La final se le escapaba, y ahora no había remedio ni próxima revancha. La sensación en la pista era que el Madrid llegaba muy entero y al Barça le faltaba gasolina. Eso y la referencia de la ‘Bomba’, que apenas pudo jugar. Los culés se agarraban a Saras como a un clavo ardiendo, pero el eterno rival contaba con más recursos. Si antes habían sido Rudy o Darden, ahora era Felipe Reyes el que se fajaba como un titán para capturar rebotes y también anotar (diez puntos en el último cuarto, el decisivo). Los blancos tocaban el título con las manos, pero dados los precedentes no había que dar nada por sentado.

Y para muestra un botón: a falta de medio minuto, el Barcelona se ponía a tan sólo cinco puntos. Madre mía, otro final de infarto. Sólo podía perder el título el Madrid, pero todo era posible en esta superproducción. Lógicamente, los de Pascual fueron a la desesperada, forzando faltas, pero ya era demasiado tarde. Al grito de "campeones, campeones" en el Palacio, el título iba a regresar a las vitrinas del conjunto blanco. La trigésima primera Liga ACB ya tenía dueño, el Real Madrid, y un ídolo, el MVP Felipe Reyes.  

- Ficha técnica:

79 - Real Madrid
(20+21+14+24): Rudy (15), Carroll (9), Mirotic (6), Llull (4) y Begic (4) -quinteto inicial-, Rodríguez (5), Slaughter (5), Darden (13), Draper (4) y Reyes (14).

71 - Barcelona Regal (18+14+16+23): Marcelinho (2), Navarro, Oleson (4), Lorbek (3) y Tomic (9) -quinteto inicial-, Sada, Mavrokefalidis (3), Wallace, Ingles (25), Rabaseda, Todorovic (2) y Jasikevicius (23).

Árbitros: Juan Carlos Arteaga, Antonio Conde y Benjamín Jiménez. Sin eliminados.

Incidencias: Encuentro correspondiente al quinto y definitivo partido de la eliminatoria final por el título disputado en el Palacio de Deportes de Madrid ante 12.832 espectadores. Lleno. Se guardó un minuto de silencio por Manel Comas, fallecido el pasado lunes. 

Punto y final. La victoria del Real Madrid echa el cierre a la temporada y a una serie final de la Liga Endesa apoteósica. Los blancos vuelven a ser campeones seis años después tras firmar cinco partidos apasionantes ante un Barcelona Regal que no se rindió jamás. El último y definitivo no se lo quiso perder nadie, con un Palacio de los Deportes hasta la bandera y un palco de autoridades que reflejaba la importancia del envite.