A España le basta una gran exhibición defensiva en el último cuarto para estar en semifinales

Sufriendo, padeciendo, sin jugar bien pero con carácter y orgullo, España espera a Rusia en las semifinales del torneo de baloncesto tras ganar a Francia por 66-59. La defensa del último cuarto y, por fin, la aparición de la mejor versión de Marc Gasol logrando 14 puntos, sirvieron para enderezar un partido que durante muchas fases pareció perdido ante la imagen que estaba mostrando una campeona de Europa que, por momentos, se mostró carente de espíritu y como perdida sobre la cancha. El gen ganador de este equipo volvió a aparecer en el momento justo, cuando más se le necesitaba. Lo mejor, el resultado, lo peor las molestias con las que volvió a terminar el partido Navarro y que le convierten en duda para las semifinales del viernes.

Francia quizás fabricó su mejor partido de los últimos años. Parker quería que su excursión por Londres no terminara jugando por el quinto puesto. Diaw las metía todas y parecía vivir una segunda juventud, sobrada de peso eso sí, al lado de Pietrus o el citado Parker. Pero esa mejor versión del equipo galo no dio de sí para apartar a España de la ruta de las medallas. No sé qué pensarán cuando los franceses repasen el partido y comprueben la ocasión que han dejado escapar.

Algo debían intuir sobre la cancha porque en el último minuto y cuando ya comprobaban que el partido se les escapaba de las manos, se liaron a golpes, a hacer el macarra, a dar puñetazos donde más duele, muy cerca de la entrepierna. Primero fue Turiaf y después Batum los que se liaron a golpes, especialmente el segundo de ellos, que no contento con estampar su puño en la zona noble de Navarro, quiso seguir con Calderón. Lo mejor de todo es que no fue expulsado en una absurda e incomprensible decisión arbitral. Los franceses tenían ganas a los Gasol y compañía y seguro que ahora les tiene más tras la nueva derrota sufrida.

El juego de España no engancha, no convence a nadie. Los de Scariolo no son capaces de dar el ritmo suficiente a los partidos. Aparecen dos minutos, desparecen cinco y así es muy complicado encarrilar un partido. De esta manera se llegó al final de una triste primera mitad, salvada con un empujón que maquilló el resultado para dejarlo en un preocupante 34-37, que nada varió diez minutos después con el 51-53 que figuraba en el marcador.

El último cuarto, vital para la clasificación

La exhibición en defensa del final del partido, seis puntos de los galos en el último cuarto, deja sin argumentos lo de la falta de fondo físico. Es más, creo que el fallo se produce en el aspecto mental y táctico, más que en cualquier otro factor. Algunos cambios y ciertos dejes del equipo y a la hora de hacer los cambios tampoco ayudan a mejorar el juego, pero lo mejor de todo es la presencia en las semifinales y sin un buen Pau y con un Navarro al cincuenta por ciento.

Ante Francia se salvó por la calidad, por los destellos de los superclase que tiene este equipo. Pau estuvo más que vigilado pero no hay mucho margen para el optimismo de otras ocasiones. Ahora espera Rusia, la misma que metió en un problema a España con su victoria de la primera fase. Ya no hay lugar a la especulación, esa de la que se queja Francia. Es el momento de dar un salto de calidad y demostrar los motivos por los que se leva tanto tiempo hablando de un final ante Estados Unidos, partido que por el momento no merecemos.

Ficha técnica

Francia (22+15+16+6): Batum (9), Parker (15), Diaw (15), Turiaf y Gelabale (4) -equipo inicial-, Seraphin (2), Traore (2), Bokolo, Pietrus (10) y De Colo (2).

España (17+17+17+15): Pau Gasol (10), Rudy Fernández (9), Navarro (12), Calderón (5) y Marc Gasol (14) -equipo inicial-, Sergio Rodríguez, Reyes (2), San Emeterio (2), Llull (8) e Ibaka (4).

Árbitros: Cristiano Maranho (BRA), William Kennedy (USA) y Christos Christodoulou (GRE). Sin eliminados.

Incidencias: Partido correspondiente a los cuartos de final del torneo olímpico de baloncesto disputado en el North Greenwich Arena ante 14.826 espectadores.