Ruth Beitia quiere colarse en el ''territorio comanche'' de las rusas

Sentada en la grada de los equipos del estadio de Daegu, con las gafas de sol puestas y unas lágrimas incontenibles, Ruth Beitia presenciaba la final de salto de altura en soledad. Entonces, unos problemas de espalda, con principio de hernia discal, le impidieron disputar la final. Se prometió que nunca más se volvería a ver en aquella situación. Desde entonces, la capitana española se proclamó campeona de europa, fue cuarta en los Juegos de Londres y volvió a repetir título continental, esta vez en Goteborg. Hoy (18:00 h., Teledeporte), intentará estar en la lucha por las medallas.

La española, aquejada está temporada de dolores en el tendón de Aquiles de su pie derecho, el de batida, dice haber recuperado sus mejores sensaciones en este mundial. Justo en el momento cumbre del año. “Muy contenta. El tendón de aquiles va muchísimo mejor. Me hicieron la EPI después del campeonato de España y todo bien. Las últimas semanas, entrenando en casa, he estado fenomenal. Las cosas van mucho mejor pero hay que ir paso a paso". Tras el amago al lograr el título europeo y terminar cuarta en los pasados Juegos Olímpicos, Beitia reconsideró su decisión y añadió otro título continental, en esta ocasión en pista cubierta.

Con marca de 1,92 logró meterse en la final, donde lasrusas (Chicherova, Shkolina y Gordeeva) y laamericana (Barret) parecen estar un escalón por encima del resto. "Ya estamos en la final, y a seguir con las mismas sensaciones. Ojalá que pueda estar luchando por puestos de finalista y, nunca se sabe, también por las medallas. La final la veo con tres rusas que junto con la americana lideran el ránking, la veo en territorio comanche", ha afirmado. Con 1,95 como mejor marca personaleste año, muy lejos de los 2,02 con el que ostenta el récord de España, confía en volver a saltar por encima de los dos metros. Nunca se sabe, estoy aquí, supermotivada, con muchísimas ganas. Si algo tengo es experiencia, tengo que tirar de ella. He conseguido ese equilibrio necesario entre cuerpo y mente. Espero estar luchando por saltar dos metros. Ojalá sea como en Goteborg (donde ha obtenido el título europeo en sala), que se me dio fenomenal. Las medallas van a estar por encima de dos metros".

En la antesala de la final, y cuestionada sobre su futuro, la cántabra dice no saber que decidirá tras finalizar el mundial. “Nunca se sabe. Qué frase más recurrente. Ojalá pudiese aguantar como Chuso (García Bragado). Estoy bien, quiero disfrutar del momento, sólo pienso en la final y no sé qué voy a hacer dentro de tres días. En principio mi intención es seguir. Quiero recuperar bien el tendón, y luego Dios dirá”. A sus 34 años, y tras emitir buenas sensaciones en las semifinales, con un salto limpio y rápido para pasar a la gran final, Beitia sueña con cerrar con una presea el que podría ser su último Mundial como deportista de élite.