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Rudisha, guerrero masái y campeón olímpico: "Voy a bajar de 100 segundos en el 800"
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EXPLICA SU MÉTODO DE ENTRENAMIENTO: "ZAPATILLAS Y A CORRER"

Rudisha, guerrero masái y campeón olímpico: "Voy a bajar de 100 segundos en el 800"

“Voy a bajar de 100 segundos. Antes o después o conseguiré” afirma Rudisha con toda la tranquilidad del mundo, sin arrogancia, pero sabiendo que es el

Foto: Rudisha, guerrero masái y campeón olímpico: "Voy a bajar de 100 segundos en el 800"
Rudisha, guerrero masái y campeón olímpico: "Voy a bajar de 100 segundos en el 800"

“Voy a bajar de 100 segundos. Antes o después o conseguiré” afirma Rudisha con toda la tranquilidad del mundo, sin arrogancia, pero sabiendo que es el mejor, que hace algo que nadie puede hacer en los 800 metros, en las dos vueltas al anillo de la pista de atletismo. Lejos del show de Usain Bolt, el keniano no hace gesto alguno para la galería. “Somos muy diferentes”, dice entre sonrisas. Lo suyo es ponerse a correr y allá el que intente seguirle.

En Londres se puso en cabeza nada más sonar el disparo de salida y logró batir el récord del mundo sin ayuda alguna, sólo con la fuerza de sus piernas y la inteligencia de la cabeza. Nada más. “Me gusta correr así. Evito problemas y ayudo a los demás porque en mis carreras se dan las mejores marcas de todo el mundo. Creo que pronto bajaré de 100 segundos. Ahora he conseguido algo muy bonito, oro y récord del mundo Lo soñaba pero sabía que se podía hacer realidad”.

Hijo de un subcampeón olímpico en México en el relevo 4x400, David (23 años) fue descubierto para el atletismo por un misionero llamado O'Connell que ayer confesó no haber visto la carrera. "No es lo mío. Tenía otras cosas que hacer" confesó el reputado entrenador. Rudisha ya corría cuando el irlandés se cruzó en su camino hace ocho años. "La diferencia con otros niños de Kenia era que yo tenía zapatillas para correr. Otros lo hacían descalzos. Yo no y fue gracias a mi padre que, al ser atleta, guardaba zapatillas para que no me hiciera daño en los pies. Cuando empezaba a correr no pensaba en hacerlo en serio. Sabía lo de mi padre pero no le daba importancia". Y así hasta que el pasado jueves cruzó la línea de meta sin que nadie pudiera acercarse a su estela. "Tras el primer 400 no pensaba que era posible batir el récord pero en el siguiente 200 me sentí muy bien".

"El secreto es correr, con zapatillas o sin ellas"

Rudisha rompe con la teoría de la tecnificación del entrenamiento, de las técnicas avanzadas. “Es el deporte más sencillo para practicar. Si tienes zapatillas, te las pones y a correr. Si no las tienes, a correr igual. Puedes empezar y no parar. En mi país hay dos pistas de tartán, lo que demuestra que no hace falta mucho para practicar este maravilloso deporte. El secreto es correr, correr y luego soñar con algo como lo que he hecho”, afirma el guerrero de la tribu Masái en un acto con Adidas en la capital inglesa al que llegó cruzando el Parque Olímpico con toda la naturalidad y compartiendo fotos y sonrisas con todo aquel con el que se cruzaba.

Quería emular a su padre y haber corrido la final del 4x400 pero su equipo no llegó a la final. “Todavía no me veo en condiciones de hacer una gran marca en 400 pero seguiré en ello. Esta era una buena ocasión porque la final era después del 800 pero de momento seguiré pensando en el 800”. Su siguiente reto ya lo ha confesado y no lo esconde. “Es posible hacerlo. Nada es imposible”.

“Voy a bajar de 100 segundos. Antes o después o conseguiré” afirma Rudisha con toda la tranquilidad del mundo, sin arrogancia, pero sabiendo que es el mejor, que hace algo que nadie puede hacer en los 800 metros, en las dos vueltas al anillo de la pista de atletismo. Lejos del show de Usain Bolt, el keniano no hace gesto alguno para la galería. “Somos muy diferentes”, dice entre sonrisas. Lo suyo es ponerse a correr y allá el que intente seguirle.

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