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Con la mitad de presupuesto: de un posible fracaso al éxito
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LA ORGANIZACIÓN DISPUSO DE OCHO MILLONES DE EUROS

Con la mitad de presupuesto: de un posible fracaso al éxito

España ha organizado el Mundial de balonmano con un presupuesto de ocho millones de euros. De todos los proyectos que había sobre la mesa para

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Con la mitad de presupuesto: de un posible fracaso al éxito

España ha organizado el Mundial de balonmano con un presupuesto de ocho millones de euros. De todos los proyectos que había sobre la mesa para albergar el mundial en España, el que se llevó a cabo fue el más austero. La opción más cara pasaba por gastar doce millones, pero la situación económica del país y sus instituciones llamaban a la austeridad. Y así fue. 

Desde la federación internacional se ha elogiado de manera efusiva la organización del evento en nuestro país: "La organización ha sido excelente. Todas las condiciones que hemos solicitado se han llevado a cabo a la perfección dentro de un ambiente increíble”, explicó el presidente de la IHF Hassan Moustafa.

Este pensamiento de éxito por el trabajo realizado por el equipo de Juan de Dios Román no es algo que opinen sólo desde los despachos. "Soy también el portavoz de la opinión de los jugadores, árbitros, equipos técnicos y en general, de todas las delegaciones y personas involucradas. Nos encanta estar en España", afirmaba el presidente. 

Juan de Dios, que abandonará el cargo este mes de enero cuando se produzcan las elecciones, ha gastado horas de sueño para que las cuentas del Mundial y de la Federación salieran. Con el Consejo Superior de Deportes (CSD) en plenos recortes y los problemas con la sede del Madrid Arena, el balance ha sido una obra de arte. En lo que al dinero se refiere, España ha logrado un mundial de éxito contando con la mitad de presupuesto que en 2008. El presidente ha revisado céntimo a céntimo todos los gastos previstos hasta el punto de quitar dinero para cenas y similares. Aunque eso sí, tras la final no ha faltado una buena celebración. Como es lógico. 

El gasto en promoción también se vio muy afectado y la Federación buscó vías alternativas, más creativas, de publicitar el mundial. Desde anuncios llamativos con los jugadores implicados, hasta facilidades a los periodistas para que se hablase de la competición. Todo valía con tal de promocionar gratis el Mundial. Finalmente, el éxito ha sido rotundo en lo deportivo y en los despachos. 

España ha organizado el Mundial de balonmano con un presupuesto de ocho millones de euros. De todos los proyectos que había sobre la mesa para albergar el mundial en España, el que se llevó a cabo fue el más austero. La opción más cara pasaba por gastar doce millones, pero la situación económica del país y sus instituciones llamaban a la austeridad. Y así fue.