Marcelo Bielsa, el caballero que se olvidó de serlo al perder la final de la Liga Europa

Marcelo Bielsa fue uno de los protagonistas negativos de la final de la Liga Europa. Primero, el entrenador del Athletic fue ninguneado sobre el terreno de juego por el Atlético del 'Cholo' Simeone, que destrozó el sistema dispuesto por el 'Loco'. Pero después fue muy criticado por lo ocurrido durante la entrega del segundo premio del torneo: Bielsa, bien por desconocimiento, de manera intencionada o sin querer, negó el saludo a Enrique Cerezo, presidente del conjunto 'colchonero', y estrechó muy fríamente la mano al Príncipe Felipe.

Bielsa siempre ha sido un entrenador muy peculiar. El técnico del Athletic es conocido por sus métodos de trabajo, que tienen, cuanto menos, aspectos curiosos. Sin ir más lejos, esta temporada ha dejado un amplio abanico de lo que es capaz: desde llamar por teléfono a un aficionado tras recibir una carta alabándole, a realizar el entrenamiento junto a un niño que observaba desde la grada, a felicitar en un vídeo a una pareja que se iba a casar o a los ya famosos trece pasos que da en su área técnica cuando el rival ataca con peligro.

Pero más allá de todo ello, lo cierto es que el sistema que ha impuesto en el conjunto ha funcionado a la perfección en la presente temporada, excepto en el momento más importante de la temporada. En el partido con más solera para los vascos de los últimos años, Simeone dio una verdadera lección táctica al entrenador de Rosario, que fue incapaz de corregir el esquema de su equipo a tiempo para tratar de luchar por el título. El repaso de los madrileños sobre el conjunto 'león' fue espectacular.

Aunque algunas horas después de la importante victoria del Atlético y de la derrota del gran favorito en la final, el protagonismo deportivo ha quedado a un lado por la actuación de Bielsa al término del partido. Cuando el conjunto vasco se disponía a subir a por el premio de finalista del torneo, los jugadores y el cuerpo técnico y directivo del Atlético realizó un pasillo al subcampeón. Mientras todos los integrantes del equipo 'colchonero' aplaudían a sus rivales, y les saludaban, sólo el técnico del Athletic puso la nota discordante.

Cuando Enrique Cerezo le ofreció la mano a Bielsa, el técnico argentino rehusó devolver el saludo al máximo mandatario del Atlético de Madrid. Y, una vez en el palco de autoridades, tras recoger la medalla conmemorativa de la final, tendió la mano al Príncipe Felipe de manera más que fría, sin mirarle a la cara y ya marchándose. Estas acciones han sido muy criticadas en las redes sociales, que cargaron contra el argentino por dos gestos que no realizó y que sí se esperan y se deben producir entre caballeros de este deporte llamado fútbol.

Con la falta de saludo de Bielsa, la imagen que el argentino tenía en España se ha devaluado. Muchos de los que alaban los gestos del argentino creen que con la derrota se ha visto una cara que dista mucho de la ofrecida en la victoria. Bien sea por desconocimiento, por no darse cuenta o por no querer saludar a Cerezo, lo cierto es que el argentino se equivocó. La pregunta que queda en el aire es si en la final de la Copa del Rey sí tenderá la mano al Príncipe Felipe y a Sandro Rosell. ¿O dependerá del resultado?