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El Barcelona golea y se pasea por Praga en un partido indigno de la Champions
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LA ABISMAL DIFERENCIA ENTRE LOS AZULGRANA Y EL VIKTORIA DESLUCE EL TRIUNFO DE LOS DE PEP

El Barcelona golea y se pasea por Praga en un partido indigno de la Champions

El Barcelona ya está en octavos de final de la Champions y lo está sin gastar un gramo de fuerza. La clasificación llegó tras derrotar a

Foto: El Barcelona golea y se pasea por Praga en un partido indigno de la Champions
El Barcelona golea y se pasea por Praga en un partido indigno de la Champions

El Barcelona ya está en octavos de final de la Champions y lo está sin gastar un gramo de fuerza. La clasificación llegó tras derrotar a un flojo Viktoria Pilsen, equipo que no da lustre alguno a esta fase de la en su día llamada Copa de Europa, tal y como sucede con otros muchos equipos. Es la competición que quiere Michel Platini, pero no es la que quieren los dirigentes de los principales equipos europeos. La diferencia entre uno y otro equipo hizo que los de Pep Guardiola se pasearan por Praga jugando a medio gas, sin arriesgar lo más mínimo. 

A lo mejor son necesarios este tipo de partidos, pero cuando ya sabes el resultado final (siempre hay excepciones como la del Milan ante el Bate) el interés decae según avanzan los minutos. Y más cuando el rival juega una hora con uno menos. Fue conseguir Messi el segundo tanto en el último suspiro de la primera mitad y todo el mundo decir el ya conocido 'hasta luego Lucas'. Nada por aquí, nada por allá que diría un mago al uso. Al menos, Cesc volvió a marcar tras su excepcional arranque de temporada, antes de que Messi sumara un nuevo triplete goleador con el cuarto tanto de la noche.

El planteamiento de uno y otro era claro. Toque y más toque de balón en unos y plantar el equipo alrededor de su portero para salir a la contra, los otros. El problema es que uno de ellos, el Barcelona, por supuesto, se veía tan superior que abusaba del toque para elevarlo a la categoría de sobeteo. Por momentos daban la sensación de querer meterse dentro de la portería con pases y más pases. En ocasiones, los de Guardiola pecan de querer hacer la jugada del siglo, de meterse con la pelota dentro de la portería y el partido de la noche del martes reunía todos los condicionantes para lucirse, para buscar el gol imposible. Y eso fue lo que sucedió hasta el primer gol de Messi, que el árbitro catalogó de penalti y expulsión. El argentino se convertía en bicentenario, instantes después de que Cisovsky viera la tarjeta roja de manera un tanto rigurosa. Minutos antes, Cesc se dejó caer de manera escandalosa dentro del área pero el árbitro austriaco no mordió el anzuelo.

El Barça no tuvo que esforzarse para golear

Antes del gol, el Viktoria dio un par de sustos, en especial uno de Jiracek, que se presentó solo ante Valdés, pero el portero del Barcelona tapó todos los huecos posibles, evitando el gol y dejando viva la posibilidad de batir el récord de imbatibilidad azulgrana que estaba en poder de Miguel Reina. Dos minutos después fue Kolar el que probó fortuna desde lejos, pero el internacional español demostró estar preparado para dejar una vez más su puerta a cero, tal y como sucedió después. Messi quería sentenciar y tras alguna ocasión fallida de Cesc, de Cuenca y del propio jugador argentino, logró el segundo tanto cuando los checos ya se daban por contentos con el solitario gol del Balón de Oro.

La segunda parte no hizo si no confirmar el carácter insoportable del partido. Y no por lo que pudiera hacer el Barcelona y sí por la tremenda distancia que había entre uno y otro equipo. Además, los de Guardiola tampoco es que tuvieran la noche muy inspirada, por lo que todo quedó reducido a algún lucimiento personal de Cuenca, último producto de la cantera, o alguna pared de esas que se inventan Cesc y Messi y que una de ellas terminó en el tercer tanto del partido, cuenta que cerró el delantero en el último minuto del partido. La mejor noticia para los azulgrana fue la vuelta de Alexis y el saber que en Milan se jugarán la primera plaza del grupo, bastando un empate. Eso sí, lo harán sin Álves, que vio una tarjeta amarilla muy rara, de esas que dejan el tufo de ser provocada. Guardiola sabrá qué ha sucedido en esa jugada. 

Ficha del partido:

0. Viktoria Pilsen: Pavlik; Limberský, Bystron, Cisovsky, Pilar, Horvath (Reznic, min.78), Petrzela, Jiracek, Kolar (Duris, min.67), Rajtoral y Bakos (Sevinsky, min.25)

4. FC Barcelona: Valdés, Alves (Maxwell, min.71), Piqué, Puyol, Abidal (Alexis Sánchez, min.73), Sergio (Keita, min.65), Thiago, Cesc, Adriano, Cuenca y Messi.

Goles: 0-1, min.24: Messi. 0-2, min.45+: Messi. 0-3, min.72: Fàbregas. 0-4, min.90+: Messi.

Árbitro: Robert Schörgenhofer (AUT). Mostró cartulina amarilla a Pilar (min.16), Alves (min.49), Limbersky (min.60), Jiracek (min.75) y Horvath (min.76).

Expulsó a Cisovsky con roja directa (min.23)

Incidencias: partido correspondiente la cuarta jornada del grupo H de la Liga de Campeones, disputado en el Eden de Praga.

El Barcelona ya está en octavos de final de la Champions y lo está sin gastar un gramo de fuerza. La clasificación llegó tras derrotar a un flojo Viktoria Pilsen, equipo que no da lustre alguno a esta fase de la en su día llamada Copa de Europa, tal y como sucede con otros muchos equipos. Es la competición que quiere Michel Platini, pero no es la que quieren los dirigentes de los principales equipos europeos. La diferencia entre uno y otro equipo hizo que los de Pep Guardiola se pasearan por Praga jugando a medio gas, sin arriesgar lo más mínimo.