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El teatro se convierte en asamblea popular
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'LA GENTE', UNA OBRA CONVERTIDA EN TODA UNA EXPERIENCIA DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA

El teatro se convierte en asamblea popular

Entren a la sala de teatro y descubran que no se encuentran frente al escenario. De hecho, el escenario y la silla donde se sentarán forma

Foto: El teatro se convierte en asamblea popular
El teatro se convierte en asamblea popular

Entren a la sala de teatro y descubran que no se encuentran frente al escenario. De hecho, el escenario y la silla donde se sentarán forma parte del mismo decorado. Bienvenidos a la asamblea de La Gente, un espectáculo donde la participación ciudadana es sujeto y objeto de debate. ¿Pero esto es teatro o una reunión? Dice algún espectador. Claro que es teatro, pero diferente. Es un guión construido que se va reconstruyendo sobre la marcha.

Los actores y actrices se mezclan con el público en un círculo en el que todos los asistentes están invitados a formar parte de La Gente, una experiencia escénica que arrancó en 2012 en Valencia y que llega ahora a la Sala Cuarta Pared de Madrid.

A la gente le encanta hablar de la gente. Como si uno mismo no estuviera implicado en ese término. Un latiguillo típico de las conversaciones que sirvió de punto de partida para que Jaume Pérez y Juli Disla decidieran crear esta dramaturgia: “Me interesó cómo se apela a la gente, ese ente indeterminado y abstracto que nos da mil excusas para no activarnos”, explica. Junto a ese gran protagonista colectivo se encuentran los cinco intérpretes, una serie de perfiles que representan diferentes comportamientos sociales dentro de esta asamblea. Un círculo que se encuentra en el teatro, pero que bien podría localizarse en una comunidad de vecinos, una asociación de barrio o mismamente en una plaza del 15M. Esos lugares donde se juntan las personas para hablar, en definitiva, de los temas que afectan a la gente.

Pérez, que se encarga de la dirección de la obra, precisa que ésta tiene mucha relación con el 15M, “porque hay una sensibilidad común”, pero que en realidad es anterior al movimiento social. “Partimos de nuestra propia experiencia en otros grupos y asambleas y mientras trabajábamos en ello surgió el 15M".

 

¿Son las asambleas el ideal de organización democrático? ¿Son realmente operativas? Pérez insiste en que no pretenden posicionarse ni lanzar un mensaje aleccionador, solamente dar cuenta de cómo se opera dentro de estas discusiones y “los discursos que encierran en sí mismas”. El espectador se sumerge en un intercambio de preguntas e intervenciones, donde la improvisación es tan recurrente como ficticia. Porque todo está en el guión, solo que se aprecia tan natural que parece espontáneo. Es gente hablando de la gente. Lo de todos los días.

En estos tiempos más que nunca corre la necesidad de analizar los actos ajenos. Así lo han percibido los creadores de esta obra desde que empezar a representar en su región, en Valencia y en Alicante concretamente, el año pasado: “Se nota que la gente quiere hablar de la situación política, se palpa en el aire”.

La participación desvirtuada

“Participar es mucho más que dar a un Me gusta en Facebook”, afirma Pérez. El director de La Gente considera que internet y las redes sociales permiten a la ciudadanía estar más informada y ser más consciente de lo que pasa. Ya no se depende de los grandes medios de comunicación. Sin embargo, la aparente participación que invocan puede no servir de nada si se queda en eso, “en algo meramente virtual”. 

Y va más allá: “Creo que la participación en sí misma no es la solución de nada. Es un paradigma de organización. Pero requiere una concentración constante sobre el tema y la asunción de una responsabilidad personal”. La participación, para tener descendencia, debe casarse con el compromiso.

Aun así, repite, es una opinión ajena a la obra. La Gente va de la capacidad de la sociedad para organizarse, en el fondo, porque en la forma no hay etiqueta que aplicar: no es un debate ni una ficción. Tampoco una comedia, ni un drama. Y parece que su director disfruta con ello: “Jugamos a ser una obra un poco inclasificable, así el espectador llega bastante virgen”.

Gira prevista, si es posible

Después de Madrid, la agenda aparece repleta de lugares que visitar con La Gente, como Higueruela, Benicarló, Picassent, Calasparra… Pero la casilla de la fecha está vacía: “Vivimos al día”, asegura Pérez. La producción de la siguiente representación de Pérez&Disla depende de cómo haya ido la función anterior, porque el beneficio es justo para continuar con la siguiente.

 

Esta pequeña compañía nació con un objetivo puntual. Pérez y Disla se unieron para crear un proyecto escénico que les fue bien y que permitió continuar con el segundo, La Gente. “Pero como dicen por ahí en internet, 21x0 es igual a 0”, dice Pérez en alusión a la subida del IVA cultural, un ejemplo de cómo no ayudar a la progresión de estos pequeños trabajos: “Esto nos afecta inevitablemente y nos está volcando a la marginalidad, porque incrementa inmediatamente el precio de la entrada. No entendemos por qué se toman unas medidas tan ineficaces”. 

Entren a la sala de teatro y descubran que no se encuentran frente al escenario. De hecho, el escenario y la silla donde se sentarán forma parte del mismo decorado. Bienvenidos a la asamblea de La Gente, un espectáculo donde la participación ciudadana es sujeto y objeto de debate. ¿Pero esto es teatro o una reunión? Dice algún espectador. Claro que es teatro, pero diferente. Es un guión construido que se va reconstruyendo sobre la marcha.