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Llega el cambio: el rock también tiene algo que decir sobre el 15M y el 25S
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"El SISTEMA ACTUAL MORIRÁ PORQUE ESTÁ OXIDADO"

Llega el cambio: el rock también tiene algo que decir sobre el 15M y el 25S

“Las conciencias silenciosas de miles de personas han encontrado un medio de expresión para demostrar que no estamos dormidos. Hemos esperado bajo la lluvia largo tiempo

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Llega el cambio: el rock también tiene algo que decir sobre el 15M y el 25S

“Las conciencias silenciosas de miles de personas han encontrado un medio de expresión para demostrar que no estamos dormidos. Hemos esperado bajo la lluvia largo tiempo y ahora el cambio es imparable. El futuro será diferente y puede comenzar en cualquier momento”. Es la letra de The change is coming, la canción que abre The Fourth Dimension, el nuevo álbum de la banda catalana Stay, que será presentado esta noche en la madrileña sala El Sol. Iván López, bajista del grupo, conversa con El Confidencial acerca del papel social de la música, algo que han subrayado en su nuevo vídeo, inspirado en el 15 M. 

Esteban Hernández. No se trata sólo de que la música popular, y especialmente en el rock, estuviera muy vinculada a los movimientos políticos juveniles, sino de que transmitía la sensación de que los tiempos estaban de parte de quien abogaba por el cambio. Era algo particularmente presente en los sesenta, cuando espléndidas canciones rock nos hablaban de la inevitabilidad de que llegaran nuevos y mejores tiempos. Esos no parecen los nuestros, que resultan mucho más pesimistas. Hay mucho descontento y mucha insatisfacción, que parecen provenir de gente agotada y hastiada y no de personas que creen que todo vaya a ir a mejor, y que parte de esa mejora provendrá de su propia acción. En ese contexto, me encuentro con una canción como vuestra The change is coming, que parece totalmente de la vieja escuela, en su letra y en su sentimiento. Y quizá sea eso lo  más llamativo, que recuperáis la idea de que el cambio es inevitable...

Iván López. La idea de que el cambio va a llegar y es imparable viene sola. Solo hay que prestar atención al desarrollo de la historia social. La historia se mueve en grandes ciclos, a través de paradigmas dominantes que funcionan mejor o peor, hasta que llegan otros por los que son sustituidos. El sistema político-económico actual está oxidado y es cuestión de tiempo que acabe muriendo. Llevamos más de 30 años de dominio neoliberal y en mi opinión, no sé si será en un año o en diez, pero tengo claro que esto va a cambiar. De todos nosotros depende, en nuestras actitudes y con nuestro ejemplo podemos acelerar el cambio de sistema. Ahora, ningún cambio es indoloro. No hay cambio sin sufrimiento, y todos debemos de ser conscientes de que hay que renunciar a ciertas comodidades de un estilo de vida que por otra parte, está prefabricado y moldeado por el mismo sistema desde sus entrañas, la educación.

La situación tenderá a endurecerse porque no hay ninguna luz al final del túnel

Por lo tanto no es una cuestión que se pueda reducir a la música. Para mi la música es un arte, y por lo tanto un canal de expresión. Qué quieras decir con ella depende de ti, y en mi caso siempre que escribo trato de reflejar mi forma de entender el mundo, denunciando lo que considero injusto.

La situación social y política en los sesenta era otra, pero es cierto que las canciones que se escribían tenían ese punto de denuncia que ahora parece haber desaparecido entre los músicos de nuestra generación. Aunque en mi opinión solo es cuestión de tiempo que vayan apareciendo más canciones que toquen el tema social, porque los momentos que vivimos son cada vez más crudos para casi toda la población, y afectan por igual a los músicos.

Esteban Hernández. Pero el problema no es el cambio en sí mismo, porque, como dices, las sociedades siempre se transforman, no hay nada que permanezca inmutable, sino el lugar al que los cambios nos llevan. Y creo que los tiempos pintan peor de lo que dices, que el lugar al que nos dirigen no es nada bueno. Y precisamente por ello no entiendo las reticencias de los músicos a tratar este tipo de temas en sus canciones. Parece que existiera una demanda de pureza artística según la cual no es posible (no es cool) mancharse las manos con cosas cotidianas. En este sentido, imagino que mucha gente del sector contemplará el vídeo de The change is coming como una operación pura de marketing, y desconfiará de vosotros sólo por haberlo hecho. Además, se hace doblemente contradictorio porque los tiempos son más duros para los músicos, que sufren la crisis general, y además la sectorial, con un descenso brutal de la posibilidad de generar ingresos con lo que hacen.

Iván López. Exacto. Como te comentaba antes, ningún cambio es indoloro. Todo apunta a que la situación tenderá a endurecerse, es decir, no solo no se ve la luz al final del túnel, sino que no hay ninguna luz. Pero creo que ese es el principal error que están cometiendo y que acabará con la muerte de este sistema más temprano que tarde. Es una guerra unilateral de clases como lo ha definido muy bien Noam Chomsky, y con todas estas medidas que están tomando no pueden pretender que no haya protestas que desemboquen en revueltas y quien sabe si en Revolución. Los nuevos tiempos nacen de las cenizas de los viejos. Siempre ha sido así, y nada hace pensar que ésta vez no ocurrirá igual.

No podemos tener un ministro de educación y cultura que desincentive la educación y la cultura. ¡Es el colmo de la mediocridad!

Yo no puedo opinar sobre si los músicos deben o no escribir de éste u otro tema. El arte debe ser libre. Quizás el problema de la música en general sea otro, y tiene que ver más con el hecho de querer convertirla en un producto de consumo rápido como si de cualquier otra mercancía se tratara. Si convertimos un grupo en un producto más, y desde las grandes editoriales, discográficas y medios de comunicación deciden qué tiene éxito comercial y qué no, es hasta normal que muchos grupos jóvenes se vean animados a imitar los modelos de éxito que triunfan fuera y dentro de nuestro país. De este modo todos perdemos, los artistas y el público. Se pierde la creatividad, la originalidad y la personalidad de una generación. Si cada grupo tuviera que seguir los dictados de las modas y últimas tendencias, y publicaran cuatro discos en ocho años por ejemplo, veríamos como no existiría ningún tipo de coherencia artística, y sí, encontraríamos los patrones que en cada época han marcado el éxito comercial. Es un reduccionismo terrible que desgraciadamente ocurre en muchos sectores, y contribuye a empobrecernos culturalmente.

Es por eso que a nosotros no nos dan miedo los gurús del "si quieres triunfar haz las cosas así; canta en éste u aquel idioma; ponte otro nombre; muestra una actitud rock'n'roll pero no digas nada que pueda molestar a los peces grandes, etc." y ni mucho menos las posibles acusaciones de oportunismo. Somos un grupo libre y con mucha personalidad, y somos antes que músicos, ciudadanos. Creo que teníamos la obligación desde nuestro humilde altavoz, de denunciar la situación en la que nos encontramos, cosa que por cierto, venimos haciendo desde hace muchos años. The change is coming no es nuestra primera canción social ni mucho menos. Tenemos una carrera coherente y con echarle un ojo a nuestro anterior disco, se podrá observar que el tratamiento de los temas sociales en nuestras canciones viene de lejos, de hecho, Passport to Freedom, es practicamente un disco conceptual de denuncia de todo tipo de opresión.

Esteban Hernández. Pero vayamos un poco más allá. El cambio no tiene que llegar, sino que ya ha llegado, y probablemente no en el sentido que te gustaría. La sociedad ha cambiado mucho, quizá demasiado rápido, y en una dirección poco amable. En otro sentido, el problema no es que quieran convertir la música en un producto más, sino en que ya lo han convertido. Los más vendedores de la música popular por excelencia hoy, como es el hip hop, venden más ropa y perfumes que discos. Frente a eso, quedan un montón de bandas haciendo cosas interesantes, pero resultan prácticamente invisibles. En este contexto, algunas de las cosas que apuntas no parecen tener demasiado sentido. Por ejemplo, el tener actitud rock y no molestar a los peces grandes podía ser útil para quienes quisieran  nadar y guardar la ropa hace dos décadas. Hoy da igual. Te puedes meter con los peces grandes o con los pequeños, puedes tener o no actitud rock, pero sólo te terminarán valorando unos cuantos porque el mensaje musical se ha convertido en poco relevante. Antes la música, y el rock particularmente, eran parte importante de la cultural popular. Hoy no. Y quizá el mayor cambio que puede darse, en el terreno musical, es volver a dar a la música y a la creación la importancia que tienen…Hay que promover la música no a base de grandes megaeventos, sino a través de una red local interconectada

Iván López. De acuerdo. Ocurre que nosotros nos basamos en nuestra experiencia personal, por eso las referencias a los gurús del éxito comercial y sus "consejos". Independientemente que tengan sentido o no, que para nosotros tampoco lo tienen, nos hemos encontrado en multitud de ocasiones con gente que "aconseja" gratuitamente respecto hacia donde tiene que dirigirse tu grupo. Si hubiéramos hecho caso de todas esas advertencias, como comentaba antes, nuestra música no tendría ninguna coherencia ni credibilidad para el público y lo que es peor, para nosotros mismos.

Tenemos canciones con mucho contenido social que han pasado totalmente inadvertidas. Como bien dices son invisibles, y es claro que nos gustaría que no fuera así, pero la satisfacción de haberlas escrito, volver la vista atrás y poder sentirte orgulloso de ellas está por encima de cualquier tipo de reconocimiento público.

Quizás la música rock ya no esté tan presente como antes en la cultura popular, o simplemente quizás en su día la música rock fue utilizada como un producto de masas como ahora pasa con otros géneros, y ya no tengamos la capacidad de influir como antes. En cualquier caso, no depende de los artistas llegar a ser más o menos importantes, la industria devora-todo es la que se encarga de aupar o hundir un determinado estilo de música en función de sus estudios de mercado, así la música indie en un determinado momento, pudo ser un fenómeno de masas, y ahora es solo un reducto marginal de cuatro locos sectarios.

Estoy de acuerdo en que hay que revalorizar la música popular y eso solo se podrá hacer si existe verdadera voluntad política. Hay que empezar desde abajo, educando personas críticas y con capacidad de crear y valorar la cultura. No podemos seguir teniendo una educación que nos convierte en sujetos pasivos devoradores insaciables de productos de consumo rápido. No podemos tener un ministro de Educación y Cultura que desincentive la educación y la cultura. ¡Es el colmo de la mediocridad! Luego hay que crear una escena nacional sana que se preocupe de promover la música no a base de grandes mega-eventos veraniegos que acaban aborregando cada vez más con los mismos artistas año tras año, sino a través de una red local interconectada que apoye a los creadores y a los promotores para que la cultura sea accesible para todos y para que la creación y la promoción de la misma sea posible para los artistas y no como ahora, que es una auténtica quimera para la supervivencia de un grupo.

“Las conciencias silenciosas de miles de personas han encontrado un medio de expresión para demostrar que no estamos dormidos. Hemos esperado bajo la lluvia largo tiempo y ahora el cambio es imparable. El futuro será diferente y puede comenzar en cualquier momento”. Es la letra de The change is coming, la canción que abre The Fourth Dimension, el nuevo álbum de la banda catalana Stay, que será presentado esta noche en la madrileña sala El Sol. Iván López, bajista del grupo, conversa con El Confidencial acerca del papel social de la música, algo que han subrayado en su nuevo vídeo, inspirado en el 15 M.