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Así no: un estudio descubre las posiciones sexuales más perjudiciales
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“UNA NOCHE PUEDE CAUSAR MESES DE AGONÍA”

Así no: un estudio descubre las posiciones sexuales más perjudiciales

Pocos se atreverían a confesarlo a su médico, pero los problemas de espalda pueden ser un importante escollo a la hora de disfrutar de una vida sexual plena

Foto: El dolor de espalda suele reducir drásticamente la vida sexual de quien lo padece. (iStock)
El dolor de espalda suele reducir drásticamente la vida sexual de quien lo padece. (iStock)

Pocos se atreverían a confesarlo a su médico (ya no digamos a sus amigos), pero los problemas de espalda pueden ser un importante escollo a la hora de disfrutar de una vida sexual plena. Nos hemos acostumbrado a una existencia sedentaria, y una de las consecuencias de ello es que hacer el amor nos resulta más trabajoso y, por extensión, doloroso. Con el objetivo de analizar la influencia del sexo en nuestra salud y desarrollar una guía de conductas saludables en la cama, la Universidad de Waterloo en Canadá ha realizado un análisis biomecánico del movimiento que realizamos con el cuerpo durante el coito, y estecontradice la sabiduría médica.

En resumidas cuentas, la posición que durante años se ha prescrito como la ideal para evitar los dolores de espalda, no resulta particularmente positiva. Se trata del spooning o cucharita, en la cual la pareja se recuesta sobre uno de sus lados, la figura activa detrás de la pasiva, a la que abraza por detrás. Hasta la fecha se pensaba que esta posición reducía la tensión nerviosa y la carga en la columna vertebral, así como la posibilidad de sufrir hernias discales. Sin embargo, no es la más beneficiosa de todos. El honor recae sobre la posición del perrito, en la que la parte pasiva de la pareja se recuesta boca abajo en la cama, con la cadera levantada, puesto que es la que implica un menor movimiento de la pareja.

No todas las posiciones influyen de la misma manera a todas las personas, sino que cada problema de espalda tiene sus propias particularidades, señala el estudio publicado en el último número de la revista Spine. Tanto hombres como mujeres realizan más movimientos en su columna de lo que se pensaba, señala Natalie Sidorkewicz, autora del estudio. En consecuencia, como ha asegurado el profesor Stuart McGill, de la Facultad de Ciencias de la Salud, “una noche haciendo el amor puede llevar a meses de agonía por el dolor de espalda”. Según una encuesta citada en el estudio, el 84% de los hombres y el 73% de las mujeres aseguran que el dolor de espalda ha reducido la frecuencia de sus relaciones sexuales.

La técnica ideal

El estudio propone, como norma general, limitar el movimiento de la columna y reemplazarlo por un mayor esfuerzo de las caderas y las rodillas, especialmente cuando la pareja se encuentra en posición supina (es decir, recostada sobre el dorso). Es el caso de la posición del misionero, también altamente recomendada, eso sí, si se introduce un colchón o una almohada en las lumbares de quien se recuesta para evitar dolores de espalda.

Existe, además, diferencias entre los intolerantes al movimiento (cuyo dolor es exacerbado por cualquier actividad física) y los intolerantes a la flexión (que se sienten particularmente doloridos cuando están sentados por largos períodos de tiempo o si se ven obligados a tocarse la punta de los pies). Mientras los primeros deben evitar todas las posiciones complejas, los segundos deberían decantarse por la posición del perrito, eso sí, realizando el movimiento con sus caderas y no con la espalda. El spooning y la posición del misionero siguen siendo la mejor elección para los intolerantes a la extensión, que sufren cuando arquean la espalda.

Los resultados, que han sido obtenidos a partir de un sistema de infrarrojos y electromagnetismo semejante al que se utiliza en la captura de la imagen para cine y televisión, permitirá a los médicos realizar recomendaciones mucho más adecuadas a cada paciente. Durante los próximos meses, señalan los responsables del estudio, se publicarán los resultados sobre el movimiento de la columna femenina en el acto sexual. Por ahora, sabemos que los músculos más activos durante el orgasmo masculino son los abdominales y los glúteos, mientras que el de la espalda varía sensiblemente de una persona a otra.

Pocos se atreverían a confesarlo a su médico (ya no digamos a sus amigos), pero los problemas de espalda pueden ser un importante escollo a la hora de disfrutar de una vida sexual plena. Nos hemos acostumbrado a una existencia sedentaria, y una de las consecuencias de ello es que hacer el amor nos resulta más trabajoso y, por extensión, doloroso. Con el objetivo de analizar la influencia del sexo en nuestra salud y desarrollar una guía de conductas saludables en la cama, la Universidad de Waterloo en Canadá ha realizado un análisis biomecánico del movimiento que realizamos con el cuerpo durante el coito, y estecontradice la sabiduría médica.

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