Es noticia
El dueño del colegio embargado sabía desde hace 15 días que iban a retirar los bienes
  1. Alma, Corazón, Vida
LOS PADRES, INDIGNADOS CON LA SEGURIDAD SOCIAL

El dueño del colegio embargado sabía desde hace 15 días que iban a retirar los bienes

A las doce del mediodía, los camiones de la mudanza volvían a aparcar frente a la entrada del colegio privada Santa Illa de Madrid. Igual que

Foto: El dueño del colegio embargado sabía desde hace 15 días que iban a retirar los bienes
El dueño del colegio embargado sabía desde hace 15 días que iban a retirar los bienes

A las doce del mediodía, los camiones de la mudanza volvían a aparcar frente a la entrada del colegio privada Santa Illa de Madrid. Igual que ayer, pero ahora para descargar todo los bienes embargados que ayer se llevaron, mientras los alumnos estaban en clase, para cumplir con la orden judicial del embargo. Una batería, un órgano, los balones y el potro del gimnasio, una fotocopiadora, las pizarras y los pupitres. El lunes, el centro bilingüe, que adeuda casi un millón de euros a la Seguridad Social, volverá a dar clases, aunque su futuro sigue siendo, de momento, toda una incógnita.

Los propios funcionarios responsables del embargo reconocen que lo que ha ocurrido este viernes con este colegio es algo inaudito y que no había ocurrido nunca. La Dirección General de la Seguridad Social ha admitido a primera hora de la mañana un orden para paralizar el embargo y devolver los bienes incautados, que han pasado toda la noche en un almacén de Coslada. La razón para esta repentina marcha atrás: “la alarma social” generada tras conocerse que el colegio fue, literalmente, vaciado cuando todos sus alumnos, unos 150 estudiantes de entre 3 y 18 años, estaban en plena clase. “Esto es algo excepcional que no he conocido en toda mi vida profesional”, reconocía Andrés Ruiz, agente ejecutivo de la unidad de recaudación ejecutiva 2802 de Madrid. La propia presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha señalado que le parece “lamentable” que el embargo se produjera tal y como ha trascendido.

Pese a la alarma social generada, los funcionarios de la Seguridad Social han explicado que el empresario dueño del colegio conocía desde el 31 de enero que se iba a producir el embargo de todos los bienes. Una información que, al parecer, según explican los profesores, no habría comunicado al claustro docente, que continuó con las clases hasta que este miércoles, a las cinco de la tarde, recibieron el fax en el que se les comunicaba la orden judicial del embargo prevista para el día siguiente. ¿Había tiempo para suspender las clases? “Era materialmente imposible”, explica Manuel Díaz, director técnico del centro y que hoy ha estado toda la mañana indicando a los operarios dónde deben volver a poner todo el material que ayer se llevaron.

“El dueño del colegio tiene recurrido ante un juez la autorización judicial por la que se le retiren lo bienes”, explica Andrés Ruiz. “Presentó un recurso ante el juzgado solicitando que no se retiren los bienes, por lo cual hace quince días que sabía lo que iba a ocurrir y no ayer”.

Pero el recurso no paraliza un embargo pues eso solo lo puede autorizar una autoridad competente, tal y como ha ocurrido hoy. “Evidentemente, ha habido una alarma social y han tomado cartas en el asunto autoridades que están por encima de nosotros”, añade Ruiz. “El propietario ha dicho, reiteradamente, que no creía que iba a llegar este momento. Supongo que es como la fábula de Pedro y el lobo”.

Apoyo cerrado de las familias

La deuda de casi un millón de euros con la Seguridad Social se debe a que el propietario del colegio tenía pendiente el abono de las cuotas de la seguridad social de todos los empleados y profesores del centro.

El centro, sin embargo, ha obtenido el apoyo unánime de las familias, que están muy enfadadas con cómo se han desencadenado los acontecimientos. Según el director técnico del colegio, ayer “la reunión de padres fue extraordinaria y el apoyo de todos ellos fue muy grande”.

Es una vergüenza que dejaran a los alumnos sin pupitres, sin sillas y en el patio durante ocho horas y sin comida, ni cocina”, ha explicado la madre de dos alumnos del centro. “Si esa es la administración que tenemos, educativamente hablando, en la Comunidad de Madrid, creo que, sinceramente, deja mucho que desear. Los niños tienen que protegerse y estar seguros en el entorno escolar. Y eso ayer se puso en duda. Sinceramente, creo que hay otras maneras de hacer las cosas si hay algo que resolver. Esa es mi visión como madre de dos niños del colegio”.

El director del centro, Iñaki Santa, ha asegurado que, a partir del lunes, el colegio tratará de negociar la deuda con la dirección provincial y “pararla, si nos dejan”. De momento, tienen a su favor un tiempo extra de tregua y el apoyo de las fa

A las doce del mediodía, los camiones de la mudanza volvían a aparcar frente a la entrada del colegio privada Santa Illa de Madrid. Igual que ayer, pero ahora para descargar todo los bienes embargados que ayer se llevaron, mientras los alumnos estaban en clase, para cumplir con la orden judicial del embargo. Una batería, un órgano, los balones y el potro del gimnasio, una fotocopiadora, las pizarras y los pupitres. El lunes, el centro bilingüe, que adeuda casi un millón de euros a la Seguridad Social, volverá a dar clases, aunque su futuro sigue siendo, de momento, toda una incógnita.