Casi la mitad de los españoles se arrepiente de la profesión que ha elegido

¿Se arrepiente usted de haber elegido la profesión que desempeña? Casi la mitad de los españoles, un 44,7%, sí lo hace y cambiaría de profesión si pudiera retroceder en el tiempo, según un estudio sobre la felicidad en el trabajo publicado por Adecco.

Concretamente, son sobre todo las personas de 35 a 44 años las que no se declaran satisfechas con su profesión, seguidos de quienes pertenecen a una clase social baja, los que viven en un hogar con pocos ingresos o quienes carecen de estudios superiores.

Y es que la vocación es un factor determinante para la satisfacción en el trabajo y por eso la mayoría de los 1.800 encuestados cree que es muy importante ejercer una profesión de forma vocacional para ser feliz. Así, más de 3 de cada 4 españoles piensa que para estar contento en el trabajo hay que tener vocación para desarrollarlo, frente a un 22,8% que opina, sin embargo, que no es tan necesaria.

En cualquier caso, la felicidad de los trabajadores no es baladí para el rendimiento empresarial. El estudio demuestra que la inmensa mayoría de los españoles (un 97%) está convencida de que sería mucho más productivo en su puesto de trabajo si fuera feliz en él. Dado que, como recuerda el estudio, uno de los problemas endémicos de la economía española es su baja productividad, que los expertos achacan al desfase del sistema, al déficit de innovación y al absentismo laboral, no parece muy alocado afirmar que un aumento del rendimiento general del país podría pasar por hacer más felices a los trabajadores.

Por eso Adecco ha pedido a los encuestados que puntuaran los factores que elevan el bienestar de los empleados. El elemento de bienestar estrella fue el ambiente laboral (con 8,4 puntos sobre 10 de media), seguido del sueldo y la realización personal, a los que les dan la misma puntuación, 8,2. A continuación, y por encima del 8, se valora un buen horario y el desarrollo de las habilidades personales y después la adecuación de la formación a las funciones del puesto y el jefe. Menos importantes que los anteriores resultan los beneficios sociales, la cercanía del hogar al lugar de trabajo y el reconocimiento de amigos y superiores.

Respecto al reconocimiento social, las profesiones con mayor prestigio tienden a aumentar la autoestima del trabajador, de manera que el 76,7% de los preguntados cree que este reconocimiento hace más feliz al profesional.

Eso sí, el hecho de ser jefe, al contrario de lo que suele pensarse, no da la felicidad. En cuanto a las responsabilidades, tres de cada cuatro españoles considera que ejercer puestos más altos no aporta mayor felicidad al trabajador, y sólo son las personas con estudios básicos quienes opinan lo contrario.

Los trabajadores, además, son conscientes de que la felicidad es pasajera. Casi un 60% de los encuestados apunta que es mayor al comienzo de un reto profesional, pero que se va agotando con el tiempo. Una opinión compartida en mayor medida por las personas de 35 a 44 años, franja de edad en la que el porcentaje aumenta hasta el 63%.