Rubalcaba reconoce que las previsiones se quedaron cortas una vez más

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha señalado con respecto al temporal que azota a España que el fin de semana está siendo "tremendo, fundamentalmente por la pérdida de vidas humanas". En este sentido, Rubalcaba ha reconocido que una vez más las previsiones se han quedado cortas. Asimismo el ministro ha matizado que en esta ocasión "estaba todo el mundo avisado y estaban los servicios de alertas".

En declaraciones a los periodistas después de visitar las obras de la nueva Comisaría de San Fernando (Cádiz), el ministro ha lamentado la pérdida de doce vidas humanas a causa del temporal, y ha hecho especial mención a la muerte de cuatro niños por el derrumbe de un techo en una instalación deportiva de Sant Boi de Llobregat (Barcelona).

Rubalcaba ha hecho referencia también al incendio que se ha producido en Alicante y ha dicho que en él están trabajando 400 personas además de medios aéreos, por lo que espera que en las próximas horas se pueda contener. El ministro ha indicado que, además del incendio, "se está trabajando para restablecer la corriente eléctrica en casas que la han perdido a causa del temporal, y ha citado a ciudades de Cataluña y Galicia.

12 muertes por el temporal

La cara más trágica que ha dejado el paso del temporal de viento por la Península han sido las once personas fallecidas por derrumbes y accidentes causados por las fuertes rachas de viento. El suceso más trágico fue la muerte de cuatro niños la localidad de Sant Boi de Llobregat cuando el viento arrasó un pabellón en el que jugaban al béisbol. Los menores, de entre 9 y 12 años, se habían resguardado en el interior del recinto, junto a otros compañeros y varios monitores, de las fuertes rachas de viento que azotaban el campo exterior de entrenamiento. A las 11.15 horas, el vendaval, que en Sant Boi ha superado los 100 kilómetros por hora, se llevó por delante el techo, que al caer hizo que dos de las cuatro paredes de la instalación cedieran y sepultaran, a trece personas que había dentro de la sala.

En Cataluña, entre el viernes y sábado murieron dos personas más. Una mujer de 52 años falleció en Barcelona el viernes aplastada por un muro que no logró resistir los embates del vendaval y ayer sábado perdieron la vida dos hombres tras caerles sendos árboles derribados por el viento, uno en la localidad barcelonesa de La Palma de Cervelló y otro en Abrera, también de Barcelona

En Galicia, donde "la realidad superó cualquier previsión" en palabras subdelegado del Gobierno en Lugo, Jesús Otero, el viento provocó importantes daños materiales, graves cortes de electridad y la muerte de tres personas. La primera de las víctimas, un sargento de la Guardia Civil que ayudaba a regular el tráfico en Burela (Lugo), perdió la vida tras caerle encima un eucalipto. Otro hombre, un octogenario vecino de Vilalba, murió tras incendiarse su casa y en A Coruña falleció el sábado por la mañana uno de los seis tripulantes que habían sido evacuados del buque Braga a causa del fuerte temporal en el mar.

Las dos últimas víctimas fallecieron el sábado por la tarde. En la Comunidad Valenciana murió un hombre de 51 años en el municipio alicantino de Aigües de Busot aplastado por un muro derribado por el viento y última hora de ayer falleció una mujer de unos 73 años, golpeada por una puerta a causa del fuerte viento en Hontoria de Valdearados (Burgos).