La divertida reacción de María Fernández y Teresa ante la nueva imagen de Jimena en 'La Promesa'

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Hablar de Jimena cada día en La Promesa es como si se hablase de personas diferentes. La hija de los duques de Infantes en la serie de las tardes de La 1 de Televisión Española se despierta con una actitud u otra, según le pille: lo mismo le dan ganas de atacar a su cuñada Catalina con un abrecartas, que se muestra ensimismada pensando en el regreso de su amado Manuel.

Los delirios de la chica rozan ya la preocupación, pero en el episodio de este lunes, emitido a las 17:30 horas, Jimena ha protagonizado un divertido momento en el que las criadas María Fernández y Teresa se han quedado patidifusas ante el inesperado cambio de la chica.

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El episodio ha comenzado con Jana comentándole a María Teresa que veía cómo a Jimena le estaba sentando bien la medicación. Pero Abel ha llegado y le ha pedido a Teresa que le permitiese hablar con Jana en privado. Catalina le había contado que Jimena seguía en su mundo ilusorio del viaje que deseaba hacer a Italia con Manuel. "Se ha quedado varada en ese sueño que tiene", ha pensado la criada.

Un nuevo maquillaje

"Estás preciosa", se ha dicho a sí misma Jimena en el espejo. La chica se encontraba maquillándose de manera poco habitual para lo recatada que siempre se presenta por palacio. "Quería probar algo diferente", ha justificado la chica cuando María Fernández y Teresa ha acudido a sus aposentos para servirle, "que cuando Manuel regrese me vea radiante".

Jimena: "Quiero que todos los hombres me miren y que Manuel me desee"

La joven ha preguntado a sus sirvientas qué les parecía su nuevo maquillaje, y las criadas hubiesen deseado que les tragase la tierra en esos momentos. "Si quería cambiar de imagen lo ha conseguido, completamente", se ha atrevido a expresar María. "Quiero fuego, quiero pasión", ha comentado Jimena, a lo que Teresa le ha sumado que su nuevo aspecto era, desde luego, provocador.

Acto seguido, Jimena les ha preguntado si les gustaba el vestido que acababa de comprar y que estaba extendido sobre la cama. Las sirvientas estaban impresionadas por la ligereza del traje y han intentado ser imaginativas a la hora de buscar adjetivos para describirlo.

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"O sea, que no os gusta", ha entendido Jimena. Para no descontentarla, las criadas le han explicado que no estaban acostumbradas a verla con ese estilo, y María ha previsto que el vestido no dejaba nada a la imaginación. "Quiero que todos los hombres me miren y que Manuel me desee", ha esperado la esposa del aviador, todavía con un resquicio de esperanza de reconquistar a su marido.

La pregunta más incómoda

Jimena le ha hecho la pregunta más incómoda de todas a Teresa y María: "¿Qué haríais para seducir a mi marido?". María ha intentado no cavarse sus propias tumbas, y ha comentado que con su belleza ya embelesaría al chico, y que no necesitaba excesos para estar guapa. La prueba de fuego ha continuado: "¿Todo esto os parece un exceso?", ha preguntado la chica.

María ha intentado desviar el tema preguntándole a su señora si se había tomado la medicación, y Jimena ha contestado con severidad que no iba a tomar nada. Así que a la mejor amiga de Jana no le ha quedado otra que asegurarle que "donde hay buen producto, da igual el condimento", y que ella se veía guapa, luciese lo que luciese.

Minutos más tarde, María le ha contado la anécdota a Jana, y la protagonista de La Promesa le ha explicado a su confidente que Pía le había explicado cómo los sueños de joven de Jimena se habían truncado cuando sus padres le prohibieron seguir bailando. Jana se sentía culpable por haber añadido complicaciones a su matrimonio con Manuel, pero María ha constatado que Jimena tampoco era trigo limpio, pues había sido ella quien había manipulado a Manuel para casarse.

¿Hasta qué punto llegará la inestabilidad mental de Jimena? ¿Será enviada a una casa de descanso como Eugenia? ¿Qué pensará Manuel de ella cuando regrese de su viaje?