'GH Dúo 2' exprime la bronca de Ana María Aldón con Marta López: "¡Qué feo!"

La organización de Gran Hermano Dúo 2 ha aprovechado los bajos porcentajes de expulsión de Ana María Aldón y Marta López para enfrentarlas en la sala de la verdad. Tras su desencuentro en la pasada gala, las dos concursantes han tenido ver en vídeo lo que la una opina de la otra en el confesionario.

La tensión entre las dos colaboradoras de Telecinco es imparable. Después de que discutieran durante la conexión con el debate de Ion Aramendi, Marta decidió retirarle la palabra, "para que no sufras por mi culpa". Unas disculpas que aumentaron más el llanto de Aldón, pero que no frenó su conflicto en los siguientes días.

El programa ha conseguido que acerquen posturas y se fundan en un abrazo

Como ya ocurriese con la propia Ana María y su hiriente acusación a Finito por su "mirada", ahora la diseñadora sugiere también negativos comportamientos de su compañera. Según la ex de José Ortega Cano, la madrileña la hace sentirse "pequeñita", la ataca todo el rato diciéndole "yoísta" y le ocasiona inseguridad a la hora de expresarse en la casa.

Sin embargo, lo que más le ha escamado a López es todo lo que ha escuchado de ella en el confesionario: "¡Qué feo! ¡Qué feo! El otro día me dijo que le amenazaba, que le escupía al hablar, que la asfixiaba, que la hago pequeña, que no la dejo hablar... Vino el Súper que aquí nadie amenaza a nadie y que no lo iban a consentir. Ella utiliza palabras muy feas y muy sucias hacia mí".

Por su parte, la contertulio de Fiesta afeó la actitud que ha tenido hacia ella en las horas posteriores, incluso negándose a que le hiciera la comida. Tampoco le gustó que no rectificara nada de sus ataques o que no tuviera la capacidad de pedirle disculpas.

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Á. R

Un desencuentro que quiso arreglar ipso facto el programa, poniéndolas a prueba su empatía. Las dos han tenido la oportunidad de ver la curva de la vida de ambas, lo que ha motivado a que se fundieran en un caluroso abrazo, por el calvario que ha contado Marta sobre su vida. Y viceversa.